FORT MYERS, Fla. - Como receptor que pasó parte de cuatro temporadas jugando en el oeste de la Liga Americana entre 2016 y 2019, Jonathan Lucroy se encontró en una posición única para observar las tácticas de robo de señales de los Houston Astros mientras necesitaba planificarse para contrarrestar ese esquema.
Lucroy, quien ahora está con los Boston Red Sox, jugó para los Oakland Athletics, los Texas Rangers y Los Angeles Angels de la división Oeste durante ese lapso. Y, como rival de la división, vio de cerca y personalmente la efectividad de las acciones de Houston.
"Lo supe hace dos años, que estaba sucediendo", dijo Lucroy. "Sé que recientemente salió a la luz. Todos en el béisbol [lo sabían], especialmente en esa división que jugaba contra ellos. Pero todos éramos conscientes de que los Astros estaban haciendo esas cosas y de nosotros dependía burlarnos de ellos, supongo que podrías decir.
"Es un poco difícil cuando tienes un programa de computadora que descifra tus señas. Cambiábamos activamente las señas. Cada pitcheo, estábamos cambiando las señas. Tenías que hacerlo porque ellos la retransmitirían a la segunda, robándoselas también desde la primera base. Ellos tenían un sistema muy complejo. Lo sabíamos muy bien y fue un desafío. Fue un desafío mental superarlo. Es más fácil decirlo que hacerlo. Pero es una pena y me alegro que salió a la luz".
Lucroy dijo que Fiers le informó de las tácticas de Houston una vez que se convirtieron en compañeros de equipo en 2018. La revelación llevó a Lucroy, quien firmó un acuerdo de ligas menores con Boston a principios de esta semana, a crear patrones de petición de señas cada vez más encriptado para luchar preventivamente contra cualquier táctica utilizada por los Astros. Trabajar con diferentes lanzadores también requería diferentes tácticas.
Lucroy agregó que nunca escuchó el golpe de un bote de basura, pero que él no había estado pendiente a eso en primer lugar.
"[Los lanzadores] no quieren ir allí e intentar pensar en decodificar sus señas, pensar en sus indicadores y todas las cosas diferentes que están haciendo", explicó Lucroy, un veterano de 10 años en MLB. "Quieren ir allí y solo preocuparse por la ejecución. Algunos muchachos pueden manejarlo y otros no. Fue muy difícil hacerlo".
"Los muchachos pedían tiempo y salían del montículo a medida en que te tomabas el tiempo de poner su secuencia de señales y hacía que los juegos fueran largos y eso sacaba de juego a los muchachos. Su sistema, no solo funcionaba con ellos obteniendo las señas y estando disponibles para verlas, hizo que nuestros muchachos se quedaran allí parados en el montículo por más tiempo. Teníamos que utilizar un conjunto de señales más complejo y todo. Me alegro de que se haya solucionado. Estaba fuera de control y afectó los juegos en muchas formas diferentes".
Según Lucroy, los Athletics informaron a las Grandes Ligas de Béisbol sobre su experiencia con los Astros, pero no se inició ninguna investigación hasta que Fiers reveló el asunto a The Athletic en noviembre.
El gerente general de Athletics, David Forst, también confirmó a The Mercury News la semana pasada que Oakland se quejó ante la liga mucho antes de que comenzara la investigación de MLB.
La noticia comenzó a correr rápidamente sobre los Astros y Lucroy dijo que enviaría mensajes de texto a otros de la liga sobre lo que descubrió sobre Houston.
"Fue una locura, algunos de los lanzamientos que bateaban", dijo Lucroy. "Fue como, 'hombre, estos muchachos son algunos de los mejores bateadores que he visto'. Todo tenía sentido cuando descubrí cómo lo estaban haciendo. Entonces fue como, '¿Qué vamos a hacer?' Estaba con Oakland y le habíamos avisado a MLB, y simplemente llamaron y dijeron algo. No pasaron por toda la investigación. No fue hasta que Fiers salió públicamente que fueron y lo tomaron en serio".
La paranoia jugó un papel masivo en la configuración de la preparación de Lucroy para Houston. El robo de señales siempre ha sido parte del juego, pero Lucroy dijo que los esfuerzos de Houston se extendieron más allá de lo que había visto. A veces, indicó Lucroy, los jugadores miraban al jardín para ver si alguien en el bullpen tenía binoculares.
"Recuerdo un juego con Edwin Jackson. Es un tipo con el que he estado mucho tiempo, así que sabía que podía ponerme muy complicado con las señas y estaría bien", dijo Lucroy. "Fue un entrenamiento mental. Estábamos cambiando las señas en cada lanzamiento, porque teniamos que hacerlo. Si no lo hacías, iban a descubrirnos, ir allí y aprovecharlo".
Si bien Major League Baseball ha discutido nuevas tecnologías para permitir que los lanzadores y los receptores se comuniquen sin usar señales, Lucroy se ha mostrado escéptico sobre su efectividad y su capacidad para no ser pirateado.
"Han hablado sobre los auriculares, los transmisores de radio, pero la cuestión es que alguien también va a hackear eso", apuntó Lucroy. "Hay algún tipo de espía de la CIA por ahí que descubrirá algo. No lo sé. Hemos hablado de eso como un sindicato, entre nosotros como jugadores, y debe haber algo que podamos hacer para lograrlo más fácil. La NFL lo hace con sus mariscales de campo. Debe haber algo que podamos hacer".
El comisionado Rob Manfred dio a los jugadores de Houston inmunidad contra el castigo para extraer la mayor cantidad de información posible sobre el escándalo, pero Lucroy dijo que los jugadores de los Astros merecen un castigo por sus acciones, haciéndose eco de la ola masiva de comentarios de jugadores en toda la liga en el entrenamiento de primavera.
Lucroy, quien era compañero de equipo con Ryan Braun cuando el jardinero de los Milwaukee Brewers fue suspendido por usar sustancias prohibidas, dijo que los jugadores de los Astros merecen un castigo por sus acciones similar a los que han recibido los usuarios de los esteroides.
"Los hombres usan esteroides y son castigados. Los hombres engañan con esteroides y son castigados. Vi eso en 2011 con los Brewers con toda esa situación allí", recordó Lucroy. "Ese tipo [Braun] fue castigado. Para mí, la parte más difícil, y todos los demás han estado diciendo esto, es que estás tomando dinero".
"Los muchachos están ahí afuera en el montículo. Puede ser un tipo que sube y baja de Triple A, y es bateado porque están robando señas de esa manera y entonces lo envían a ligas menores y nunca juega de nuevo en las mayores. O un tipo que pierde su carrera porque sale y es sacudido. Este juego es un negocio y si no estás jugando bien, no juegas. Los chicos tienen familias y tienen hijos. Esa es la parte más difícil para mí.
"Estos muchachos esencialmente le estaban quitando el dinero a los jugadores, a sus familias y a sus hijos. Eso es lo más difícil para mí. Solo creo que deberíamos jugar el juego de la manera correcta. Si quieres robar señales, ponlos en segunda - y he estado en equipos que lo han hecho. Eso es normal y es parte del juego. ¿Hacerlo ilegalmente? Eso es difícil, especialmente de una forma en que afecta tu sustento".