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Un Día Como Hoy en el Béisbol: Randy Johnson infundía miedo real a cada rival en la caja de bateo

Ustedes aman el béisbol. Tim Kurkjian también ama el béisbol. Así que mientras esperamos ansiosamente por el regreso del deporte, cada día les daremos una historia o dos, atada a lo ocurrido en esta fecha en la historia del béisbol.

UN DÍA COMO HOY EN 1990, Randy Johnson lanzó su primer juego sin hits.

En la ceremonia de exaltación al Salón de la Fama en 1999 con Nolan Ryan, entre otros, entrevisté a Ted Williams sobre cómo sería enfrentar a Ryan. En cambio, durante cinco minutos, Williams fue en otra dirección, diciendo: "El tipo que realmente me gustaría enfrentar es Randy Johnson. Zurdo. Ese slider. Hombre, me encantaría tratar de conectar ese slider. Y a mí me encantaría enfrentar a alguien tan grande. Sería mi mayor desafío. Por eso me encantaría''.

Así de bueno era Randy Johnson. Su segundo juego sin hits fue un juego perfecto: fue el lanzador más viejo (40) en lanzar un juego perfecto. Ganó cinco premios Cy Young, incluidos cuatro seguidos con los Arizona Diamondbacks; terminó segundo tres veces y tercero una vez. Ganó 303 juegos con un porcentaje de victorias de .646, ganó cuatro títulos de efectividad y terminó segundo detrás de Ryan en ponches en su carrera. Era tan dominante como cualquier lanzador de su época o de cualquier época. Al menos está en la conversación como el mejor lanzador zurdo de todos los tiempos.

"Un bateador zurdo podría ver su slider mejor que un bateador derecho", dijo Tony Gwynn.

"Ningún bateador zurdo que no sea Tony querría algo que ver con ese slider", dijo Adam Dunn, riéndose.

Johnson era legendario, todos sus 6 pies y 10 pulgadas de él.

"Es tan alto", dijo una vez el veterano entrenador Rich Donnelly, "no tiene un movimiento para sorprender al corredor en segunda, simplemente se acerca y toca al corredor".

Johnson accidentalmente mató a una paloma con un lanzamiento en un juego de entrenamiento primaveral. A propósito lanzó la pelota sobre la cabeza de John Kruk en el Juego de Estrellas de 1993; Kruk le dio unas palmaditas al corazón como para evitar que se le saliera del pecho. En el Juego de Estrellas de 1997, Larry Walker se puso el casco hacia atrás y se metió a batear a lo derecho. En la Serie Mundial de 2001 contra los Yankees, Johnson comenzó el Juego 6, lo ganó y luego lanzó en relevo al día siguiente en el Juego 7; a partir de entonces, la resistencia en un lanzador sería medida por la Gran Unidad.

Muchos bateadores, cuando mencionan sus turnos al bate menos favoritos o sus peores turnos al bate, mencionan a Johnson. Podría ser el lanzador más aterrador e intimidante que haya visto el juego. Jeff Huson, un ex jugador del cuadro y un bateador zurdo, dijo una vez: "¿Qué es lo peor que Michael Jordan puede hacerte? Él puede hacerte una volcada. ¿Y qué? ¿Qué es lo peor que Randy Johnson puede hacerte? ¡Puede matarte!''.

Otras notas de béisbol del 2 de junio

  • En 1891, Old Hoss Radbourn ganó su juego número 300. Hizo 502 aperturas en su carrera y completó 488 de ellas. Te hace preguntarte sobre las otras 14.

  • En 1940, nació el intermedista Horace Clarke. Escuché al locutor del Salón de la Fama Curt Gowdy decirlo un millón de veces: Clarke se convirtió en un bateador ambidiestro porque en el campo donde jugaba de niño, cuando bateaba desde el lado derecho, enviaba la pelota al océano.

  • En 1938, nació Gene Michael. El maestro del truco de la bola oculta como campocorto. No he conocido a muchos hombres de béisbol más astutos que él.

  • En 1972, nació Raúl Ibáñez. Conectó la mayor cantidad de cuadrangulares en una carrera (305) de cualquiera cuyo apellido comienza con I. Él, Davey Lopes y Hank Sauer son los únicos que no son lanzadores que lograron más jonrones en sus 40 años que en sus 20. Para poder entrar a un roster de Grandes Ligas a mediados de la década de 1990, Ibáñez comenzó a recibir detrás del plato para poder mejorar su valor como receptor de emergencia. Fue a las ligas menores para conocer el puesto. Su primer juego detrás del plato, falló en atrapar el primer lanzamiento, una recta. La pelota golpeó al árbitro directamente en el protector del pecho. "¡¿Qué demonios estás haciendo ?!", le gritó el árbitro. Ibáñez le dijo al árbitro: "Lo siento, nunca he recibido antes".