MAZATLÁN -- Sin duda alguna, todas las miradas en la Serie del Caribe Mazatlán 2021 estuvieron rondando sobre cuatro factores: COVID-19, Robinson Canó, Yadier Molina y Águilas Cibaeñas de República Dominicana.
Ante la crítica a todos los niveles de llevar a cabo la Serie del Caribe en tiempos en que la pandemia del COVID-19 tiene en jaque al mundo entero, la Confederación de Béisbol Profesional del Caribe y el Comité Organizador llevaron a buenos términos la conclusión del evento.
Durante el mismo se hizo un solo anuncio oficial de un jugador que dio positivo a COVID-19 y dos que extraoficialmente se supo fueron aislados y no participaron.
Canó y Molina, ambos con más de 15 años de experiencia en Grandes Ligas, ganadores de Serie Mundial, participantes del Juego de Estrellas, fueron las máximas estrellas que participaron en el torneo y mostraron su humildad dentro y fuera del terreno de juego ante los aficionados.
Las Águilas Cibaeñas hicieron que su campeonato fuera histórico, tanto para el equipo, para República Dominicana como país y para su mánager Félix Fermín.
En sí, ante menos de 45% por ciento de aficionados del aforo total del Estadio Teodoro Mariscal en cada uno de los partidos, la primera Serie del Caribe con tres partidos diarios y seis equipos celebrada en México, concluyó con un campeón invicto.
COVID-19 Y LA INCERTIDUMBRE DE CONTAGIOS
Aunque Mazatlán no ha llegado a semáforo rojo, y con protocolos bien marcados para los equipos y aficionados, la Serie del Caribe arrancó el 31 de enero con 5,157 aficionados en la inauguración y tercer juego por la noche de acuerdo a lo oficial, aunque en redes sociales aparecieron videos y fotos denunciando que no se seguían los protocolos.
No pasó a mayores y el evento transcurrió sin tener a más de 6 mil aficionados en un partido hasta la semifinal el viernes por la noche, cuando entraron 6,509 y se vieron bien distribuidos en las butacas.
La entrada al estadio era rigurosa, tomando la temperatura a cada persona que ingresó, marcando número de puertas acreditados al evento y hasta para los jugadores que llegaban tarde, que solo tenían acceso al estadio por la entrada del autobús, pues varios no pudieron entrar por otras puertas al ser regresados, Jonathan Camargo, de Dominicana, fue uno de ellos.
Jaime Barría, lanzador de los Federales de Chiriquí, fue el único jugador que oficialmente dio positivo a las pruebas de COVID-19 y el mismo lo hizo público en sus redes sociales.
El pitcher Andrés Machado, quien fue sustituido en el roster de Venezuela por Gabriel Lino, y el jardinero Rafael Ortega, fueron aislados en sus hoteles de acuerdo a voces no oficiales de la confederación, pero sin que se hiciera oficial por Caribes de Anzoátegui, su liga o la confederación.
ROBINSON CANÓ Y YADIER MOLINA
Las dos grandes figuras del evento, Robinson Canó y Yadier Molina, no solo fueron "caballos" en el terreno de juego, sino fuera de él y ante la afición demostraron su humildad pese a carreras individuales de Grandes Ligas de más de 15 temporadas.
Y ambos no defraudaron, pues quedaron en el Equipo Ideal de Todos Estrellas, Canó como segunda base y Molina como receptor.
Aunque apenas bateó .192 en siete juegos, Molina supo llevar el pitcheo en tres partidos en la ronda regular para llevar a Puerto Rico a la Final, donde perdieron en un gran duelo 4-1 ante República Dominicana. Pegó par de dobletes, deleitó a los aficionados con un jonrón y remolcó tres carreras.
Por su parte, Canó inició candente con seis hits y tres pasaportes en sus primeras 12 apariciones en el plato, para terminar bateando .368 en seis partidos que jugó, con siete hits --todos sencillos-- una carrera remolcada, seis pasaportes y solo un ponche en 19 turnos legales.
Los aficionados los buscaron y en todo momento recibieron su atención por parte de ambos jugadores, para obtener la firma en pelotas, tarjetas y otros objetos.
ÁGUILAS CIBAEÑAS Y REPÚBLICA DOMINICANA
En el terreno de juego, solo hubo un protagonista, las Águilas Cibaeñas de República Dominicana dirigidas de nuevo por Félix Fermín, que de manera perfecta se llevaron el campeonato pasando por una victoria cardiaca en la semifinal.
Las Águilas son el primer equipo en ganar de forma invicta la serie con marca de 7-0, Dominicana como país liga títulos sucesivos por primera vez de 2007 y 2008 y deja viva una racha de 12 victorias consecutivas.
Félix Fermín hizo historia al romper el récord de más triunfos para un mánager en Series del Caribe con 28, al pasar los 22 del mexicano Francisco "Paquín" Estrada y el boricua Mako Oliveras, y es el primero con 7-0 en una sola.
Para el primer partido en su territorio en la Serie del Caribe 2022, Dominicana llegará en busca de otro récord del cual son dueños: sumar 13 victorias consecutivas con las últimas cinco de Toros del Este en 2020 y las siete de Águilas en 2021.
LA ASISTENCIA TOTAL
La pandemia del COVID-19 hizo vivir una Serie del Caribe atípica en México, donde siempre los llenos afloran en el juego estelar de cada noche.
Esta vez el aforo máximo de 45% permitido en el Estadio Teodoro Mariscal --7.200 personas-- ni siquiera llegó a su límite.
Las entradas el juego nocturno de cada día fueron de 5,157 en el día uno, 5,584 en el día dos, 4,915 en el día 3, 5,029 en el día 4, 5,520 en el día 5, 6,509 en la semifinal y bajó a 4,003 en la Final.
Se tuvo por día una asistencia de 7,800 el 31 de enero, 8,368 el 1 de febrero, 9,381 el 2 de febrero, 6,925 el 3 de febrero, 8,684 el 4 de febrero, 10,385 el 5 de febrero en la semifinal y 4,003 el 7 de febrero en la Final.
En total asistieron 55,546 aficionados a los 18 partidos de la serie, un promedio de 3,085.8 por partido. Al primer partido en los cinco días de tres jugados, la mejor entrada se registró el día 1 con 761, y para el segundo juego la mejor entrada fue el día 3 con 4,066.