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Eduardo Rodríguez busca revancha con Red Sox tras campaña perdida por COVID-19

La última vez que Eduardo Rodríguez lanzó por Boston Red Sox buscaba alcanzar un hito, con 20 triunfos en una temporada.

No llegó a la cifra mágica. Y luego todo empeoró.

En vez de regresar en julio como el resto de sus colegas, tras la demora por la pandemia, el venezolano debió permanecer en cama. Había contraído el coronavirus.

El padecimiento le provocó una miocarditis, que le terminó costando toda la temporada de 2020.

“Después de todo eso por lo que pasé, estar aquí con los chicos me emociona mucho”, comentó el zurdo de 27 años el viernes, durante una videoconferencia desde el complejo de pretemporada de los Red Sox en Fort Myers, Florida. "Sólo le agradezco a Dios la oportunidad de sobrevivir y volver al béisbol.

“Me siento de verdad bendecido por tener una oportunidad de volver acá. Uno ve a mucha gente que tiene problemas serios. Gente que muere todos los días. Tener la oportunidad de estar de vuelta es algo que me alegra mucho”.

Rodríguez tuvo una foja de 13-5 por un equipo de Boston que ganó 108 juegos, un récord de la franquicia y que conquistó la Serie Mundial en 2018. Al año siguiente, parecía eclipsado en la rotación por Chris Sale, David Price, Rick Porcello y Nathan Eovaldi.

Pero Rodríguez los superó a todos, con un récord de 19-6 y una efectividad de 3.81. Finalizó sexto en la votación para el premio Cy Young de la Liga Americana. Cumplió su 34ta apertura, la mayor cifra en las mayores, en la última jornada de la campaña, con la oportunidad de obtener el vigésimo triunfo.

Se fue sin decisión. De todos modos, sus victorias, efectividad y aperturas constituyeron las mejores estadísticas de su vida, lo mismo que sus 203 innings y un tercio y sus 213 ponches.

Rodríguez estaba contemplado como el abridor del juego inaugural de 2020, antes de dar positivo de COVID-19 y de que se le diagnosticara la inflamación en el músculo cardíaco. Contó que no podía hacer siquiera 25 lanzamientos sin sentirse agotado.

El 1 de agosto, apenas una semana después del inicio de la campaña, se le descartó por el resto del año.

“Como pelotero, uno siempre hace algo”, dijo. “Estar sólo ahí, encendiendo la televisión cada noche y viendo que todos juegan menos yo fue algo muy difícil”.

Tras presentarse al campamento de pretemporada este año, se dice listo para cumplir con “una pretemporada normal”.

“No me fatigo más”, indicó el pitcher de Valencia. “Me siento normal, como en otras pretemporadas. Así que creo que todo va a estar bien”.