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White Sox necesita una reparación profunda para llegar lejos en 2021

Yermín Mercedes y Tony La Russa tienen visiones distintas de cómo debe jugarse el béisbol. ESPN

Las diferencias que han nacido en White Sox como consecuencia del enfrentamiento entre la “vieja escuela” del béisbol y la nueva manera de jugarlo, pueden convertirse en el punto débil que lleve al fracaso al conjunto

La vida tiene muchas particularidades. Una de las más comunes es el hecho de que cuando las cosas marchan por buen camino, se tienden a pasar por alto cosas a las que en otro contexto se les pondría atención de inmediato para resolver, pero una vez el buen momento pasa y llegan las adversidades, todo explota y las situaciones empeoran y se deterioran rápidamente.

En esa situación se encuentra desde hace casi dos semanas Chicago White Sox, luego de que entre Tony La Russa, dirigente del conjunto y el bateador designado del conjunto, el dominicano Yermín Mercedes, se diera cuando en un partido con marcador completamente abierto y con un jugador de posición lanzando, “Yerminator” conectara un cuadrangular en cuenta de tres bolas sin strikes.

No entraremos en la discusión sobre las “reglas no escritas” del béisbol frente a la “nueva escuela” que busca un juego en el cual la personalidad del pelotero se destaque más, pero sí directamente en lo que esto podría significar para un equipo con tantas expectativas, a pesar de las lesiones, como lo es Chicago.

Desde la perspectiva del conjunto, por lo pronto van por buen camino, dominando la división central de la Liga Americana con récord de 29 triunfos y 20 juegos perdidos. Sin embargo, desde el 17 de mayo a la fecha, de forma individual, Mercedes transita por uno de los peores tramos de su joven carrera de Grandes Ligas.

El dominicano, en los nueve partidos luego de la situación con La Russa, batea para promedio de .242 con un OPS de .631, un jonrón y cuatro remolcadas.

En este momento, esos números no se ven como la gran cosa, pues en términos generales, Mercedes sigue teniendo excelentes estadísticas, comandando incluso la Liga Americana en promedio de bateo, pero en la jornada del jueves, volvió a ocurrir que el designado atacó un lanzamiento en tres bolas sin strikes y conectó su único jonrón de los últimos nueve días.

Esto puede verse como un desafío a la mentalidad de La Russa, pero ese cuadrangular terminó marcando diferencia en la victoria que el equipo logró frente a Baltimore Orioles. ¿Cómo lo tomó el dirigente? Algún día quizás lo diga, pero si por su reacción anterior nos guiamos, independientemente de la victoria, no lo vio con buenos ojos.

Mientras el equipo siga ganando, los problemas no saldrán a flote, pero en una temporada de 162 partidos, las malas rachas tienden a aparecer y las cosas podrían tornarse difíciles para White Sox si no resuelven todas sus diferencias como equipo. Eso incluye sanear las diferencias entre Mercedes y los que ven el juego como él y su dirigente, Tony La Russa.