La segunda mitad representa una importante oportunidad para cambiar el rumbo de lo que ha sido una temporada problemática para algunos de los principales lanzadores dominicanos de Grandes Ligas
Las campañas de 2020 y 2021 han sido particularmente difíciles para los lanzadores abridores dominicanos. Aunque ha habido gratas sorpresas como el desempeño de Dinelson Lamet durante el año pasado y de Freddy Peralta en la primera mitad de la actual temporada, algunos de los principales monticulistas dominicanos han quedado a deber.
De su lado, otros lanzadores que en su momento estaban proyectados a convertirse en el próximo gran serpentinero, simplemente no han podido encontrar la clave del éxito de forma consistente y han quedado muy por debajo de las expectativas que sobre ellos se tienen. A pesar de eso, los mismos lanzadores han podido demostrar que, aunque cuentan con las herramientas necesarias para dominar a los conjuntos rivales, por lo que la segunda mitad de la campaña ofrece una oportunidad de mejora.
Iniciando con Frankie Montás, quien llegó a la segunda mitad de la temporada con una efectividad (ERA) de 4.41 en 100 entradas de trabajo. A pesar de que tiene un récord positivo de ocho triunfos y siete derrotas, ha permitido una alta cantidad de hits (103), lo cual ha afectado directamente su promedio de bases por bolas e imparables por entrada lanzada (WHIP) y lo mantiene en 1.310.
Ha demostrado un control envidiable con 105 ponches y 28 transferencias, lo cual le ha ayudado a ir mejorando de manera significativa los resultados obtenidos a principio de la campaña 2021. Esto apunta a que el dominicano tiene una oportunidad importante de mejorar significativamente en la segunda mitad.
Luis Castillo es otro lanzador que ha venido de menos a más en el 2021, mejorando significativamente los resultados de los dos primeros meses de campaña. Es líder de la Liga Nacional en derrotas con 10, su WHIP es de 1.412 y está teniendo el peor promedio de ponches por cada nueve innings de 8.4.
Su ERA al momento de inicio de la segunda mitad es de 4.65 en 102.2 episodios. Hasta el momento lleva 96 ponches y 45 bases por bolas, lo cual, proyectado a una temporada completa, apunta a que alcanzará el mayor número de transferencias en un año de su carrera.
Finalmente, está el caso de Carlos Martínez, quien no ha podido establecer su dominio en MLB desde la temporada 2017, a pesar de contar con relativo éxito como relevista en 2018 y 2019. “El Tsunami” tiene una elevadísima ERA de 6.23 en tan solo 82.1 innings, la segunda peor de su carrera (después de sus resultados obtenidos en 2020).
Es líder de la Liga Nacional en carreras permitidas con 57 y solo ha podido ponchar a 57 bateadores, mientras ha transferido a otros 36. Su WHIP es de 1.372 y sus promedios en ponches por nueve entradas lanzadas (6.2) y ponches en victorias (1.58) son los peores de su carrera. En su caso, lo más esperanzador es que el 50.2 por ciento de los contactos que le hacen son rodados.
Los tres lanzadores durante un momento de su carrera fueron considerados como “el próximo gran lanzador dominicano” y aunque la consistencia no ha estado presente en cada uno de sus casos, pero sí lo han hecho las herramientas que les otorgaron éxito.