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Novato Luis García y Yordan Álvarez, 'estuvieron increíble' dice Yuli Gurriel

HOUSTON -- Pocos creían que iba a logarlo y menos de la manera que lo hizo. Pero el novato Luis García ofreció una cátedra de pitcheo que guió a sus Houston Astros a la Serie Mundial.

El lanzador venezolano llegó a la sexta entrada sin hit y sólo con una base por bolas que había roto el juego perfecto. Al final, en ese sexto capítulo Enrique Hernández pegó un triple y el manager de los Astros, Dusty Baker, evitó cualquier error o sorpresa y decidió sacarlo.

Los Astros derrotaron 5-0 este viernes a los Boston Red Sox para avanzar a su tercer Clásico de Otoño en los últimos cinco años. La serie terminó 4-2.

Fue el epílogo de un pitcher que pudo recuperarse de dos apariciones terribles previas en la postemporada, que incluyó apertura en el Juego 2 de esta misma serie de campeonato de sólo una entrada y cinco carreras permitidas, para llevarse el partido de la coronación en la Liga Americana con pelota de un hit en cinco entradas y dos tercios.

"Nunca imaginé que todo esto podría pasarme", dijo García después del partido. "La primera salida fue horrible, vino la lesión de la rodilla... Pero hoy me sentí muy bien. Estoy feliz y agradezco a Dios que me dio la oportunidad de salir adelante el día de hoy y trabajar para mis compañeros".

La apertura de García fue también el resumen de la remontada en una serie que después del tercer partido parecía liquidada, pero que a partir del noveno inning del Juego 4, Houston pareció encender todos sus motores para rebasar a los Red Sox en todos los aspectos del juego y jamás voltear para atrás.

Antes de García, su colega Framber Valdez trabajó ocho entradas completas con sólo 93 pitcheos y hasta el relevo comenzó a levantar frente a unos Red Sox, que se les vino el mundo encima.

"Estos dos muchachos estuvieron increíbles", dijo el primera base Yuli Gurriel. "Nos dieron lo que necesitábamos cuando más urgente era, pitcheo abridor. Pero en realidad este equipo nunca perdió la confianza. Siempre estuvo tranquilo, a pesar de que casi todos nos daban por eliminados después de aquel Juego 3 en Boston".

"Pero todos sabemos lo que tenemos en el clubhouse", agregó. "Por eso ni nos preocupábamos en realidad. Sabíamos que íbamos a comenzar a batear en algún momento y que los muchachos iban a pitchear como han hecho durante toda la temporada".

Gurriel fue uno de los que jamás dejó de batear; promedió .455 en la serie con seis carreras producidas. Houston ganó los últimos tres partidos con marcador combinado de 23-3.
Su compatriota cubano Yordan Álvarez tampoco dejó de batear. Se convirtió en una locomotora en la caja de bateo.

El viernes terminó con cuatro imparables, incluyendo tres dobletes y un triple, en igual número de oportunidades; produjo una carrera y anotó otras dos. Dos días antes, pegó tres imparables en cinco turnos, incluyendo jonrón y tres anotaciones empujadas.

Al final y de manera merecida fue condecorado como Jugador Más Valioso de la Serie de Campeonato, que terminó con promedio de bateo de .600.

"Esto todavía no termina", dijo Álvarez, de 24 años. "Queremos ganarlo todo. Aquí tenemos el talento y podemos hacerlo".