Jorge Morejón, ESPN Digital 7y

Toronto tiene a Texas a punto de jaque mate

Los Rangers de Texas están en estado de coma y conectados a un respirador artificial, tras haber perdido en su propia casa los dos primeros juegos de la serie divisional ante los Azulejos de Toronto.

Ahora las acciones se trasladan al norte de la frontera, en territorio canadiense, donde los Azulejos tratarán de darle el tiro de gracia a los tejanos.

Para los Rangers, la tarea se antoja punto menos que imposible, sobre todo, porque la diferencia entre sus dos mejores lanzadores, el zurdo Cole Hamels y el diestro japonés Yu Darvish, con el resto de la rotación es abismal.

Y si a Hamels y a Darvish, Toronto los castigó sin misericordia, ni hablar de lo que pueda hacer la toletería de Edwin Encarnación, José Bautista, Josh Donaldson, Troy Tulowitzki y compañía ante el derecho Colby Lewis, abridor del tercer partido de la serie y primero en la urbe canadiense.

Lewis (6-5, 3.71) pasó gran parte del año en la lista de lesionados y cuando logró regresar, en septiembre, perdió las cuatro aperturas que realizó, en las que permitió 17 carreras, 13 de ellas limpias, en 18.1 episodios de trabajo.
En playoffs, su historial es bueno, con cuatro éxitos y un fracaso en ocho aperturas y efectividad de 2.38.

En la trinchera opuesta, los Azulejos cuentan con el pitcher de mejor efectividad en la Liga Americana durante el calendario regular, el derecho Aaron Sánchez, quien trabajó para 3.00 limpias por cada nueve entradas.

Sánchez ganó 15 partidos y perdió solamente dos en la campaña, y el año pasado, en su primera participación en postemporada, trabajó en nueve juegos como relevista, con saldo de 1-0 y efectividad de 0.00 en 7.1 innings.

A la ofensiva, Toronto ha pasado por encima de Texas como una aplanadora, al anotar 15 carreras en los dos primeros juegos y permitir solamente cuatro.

Seis cuadrangulares han disparado los del equipo canadiense, mientras que la poderosa tanda de los Rangers no ha conseguido aún sacar su primera pelota más allá de los límites del terreno.

En la historia de las series divisionales, solamente siete equipos han conseguido reponerse de un déficit de 0-2 y ganar los tres juegos restantes.

Peor aún, solamente tres han logrado hacerlo después de perder en su propio cuartel esos dos primeros encuentros.

Y teniendo en cuenta el historial de Texas en postemporada, no parece ser el equipo capaz de obrar semejante milagro.

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