El tremendo accidente que el estadounidense sufrió en Zandvoort fue el cierre anticipado de su paso por el Mundial y le abrió la puerta al argentino, quien debutará en Monza.
Sábado 24 de agosto, tercer entrenamiento del GP de Países Bajos en Zandvoort. La lluvia había dejado muy complicada a la pista y, más aún, a las banquinas de pasto. El estadounidense Logan Sargeant sale con su Williams a girar y arriesga de más en una condición compleja. El floridano pisa el pasto, su FW46 sale espantado, golpe muy fuerte contra el muro, rebota hacia la pista y queda envuelto en llamas. El fortísimo golpe anticipó la fecha de su partida de defunción a su paso por la máxima categoría, que ya estaba escrita para fin de año, pero que se adelantó. Apenas un punto anotado en 36 Grandes Premios y una gran cantidad de accidentes serán el recuerdo de Sargeant en la F1, que solo en 2023 le costó a Williams 4.333.000 dólares en reparaciones, para liderar el ranking de roturas. James Vowles, director del team de Grove se cansó y decidió dar un golpe de timón y buscar un reemplazo de urgencia. Tres días después de aquel golpazo, Williams nombró a Franco Colapinto como su corredor titular para las nueve carreras restantes del ejercicio 2024. Pero en el medio, pasaron muchas cosas, en apenas 72 horas.
El mismo sábado neerlandés, Vowles se reunió con Toto Wolff, director de Mercedes. El inglés formó parte del equipo de ingenieros de las Flechas de Plata antes de embarcarse en el desafío de comandar los destinos de Williams. El mitin fue para hablar sobre Mick Schumacher, el piloto reserva del equipo alemán, marca que es proveedora de motores de los de Grove. El camino cerraba por todos lados, porque, además, Wolff quiere ver al hijo del heptacampeón sobre un F1 otra vez, tras su fallido paso por Haas. Hasta Audi, con una butaca pendiente de confirmación, se entusiasmaba con la chance de analizar el trabajo de un alemán y con semejante apellido. Mick comparte su tarea como reserva de Mercedes con su papel de titular en uno de los Alpine del Mundial de Endurance, torneo que este fin de semana correrá en Austin, coincidiendo con al F1 en Monza. Pero el contrato de Schumacher con los franceses tiene cláusula de salida ante una chance en la máxima categoría. Todos los caminos conducían a ver a Mick en el FW46 en Monza o, a más tardar, en Baku. Pero todo se fue diluyendo, Alpine lo confirmó para la cita de Estados Unidos y su nombre perdió peso.
Liam Lawson, integrante del programa de Red Bull y quien tendría una butaca para 2025 fue otro de los nombres. El neozelandés, quien disputó cinco Grandes Premios con Alpha Tauri 2023 (reemplazó al lesionado Daniel Ricicardo) debía ser cedido por la estructura de las bebidas energizantes. Christian Horner, director del team austríaco, no se opuso al préstamo, pero con la condición de que, de necesitarlo, lo recuperaría de forma inmediata. Con Ricciardo y Checo Pérez en el candelero por sus resultados opacos, el neozelandes está, al mejor estilo futbolista, calentando a un costado de manera constante. Vowles quería un piloto seguro para las nueve carreras que restan del torneo.
Así, el nombre de Colapinto se posicionó muy fuerte. El argentino es integrante del programa de desarrollo de Williams desde enero de 2023, probó en el rookie test de Abu Dhabi que cerró la temporada pasada (ahí obtuvo la Superlicencia) y fue elegido por el mítico equipo inglés para subirse al FW46 durante la primera práctica libre del GP de Gran Bretaña de este año. Claro, su falta de experiencia es grande: apenas se subió dos veces a un auto de F1, más allá de los centenares de horas que acumula en el simulador.
La gente que apoya a Colapinto se movió rápido. Si era por plata, la chance no se iba a caer. Las empresas que lo acompañan desde este año en su trabajo en F2 (torneo en el que no continuará), con Globant y Merado Libre a la cabeza, fueron impulsaron reuniones con Williams. Se habla de que el aporte ascendería a 4 millones de dólares para asegurarse el aporte de esas nueve carreras. Así, en frenéticas negociaciones, se cerró el trato.
Williams, más allá del dinero, necesita rendimiento y puntos. El equipo anotó apenas cuatro puntos en el año (todos de la mano de Alex Albon) y está penúltimo en la Copa de Constructores, solo por encima del endeble Sauber que aún no sumó. El trabajo de Colapinto en su prueba de Silverstone y la tarea en el simulador fueron seguidos de cerca por el equipo, especialmente por Sven Smeets, el director deportivo y persona a cargo de la academia de desarrollo. Su rendimiento lo ubicó claramente por encima de Zak O’Sullivan, el británico que también integra el programa de desarrollo y que está en la misma situación de Franco (primera temporada en F2).
Este fin de semana en Monza, Colapinto debutará en F1 y tendrá nueve carreras por delante. La chance le llegó antes de lo pensado y, tal vez, de lo ideal. Pero ahora deberá aprovecharla al máximo para ubicarse para el futuro, que no lo tiene para nada fácil. En 2025, Williams tendrá a Carlos Sainz y Alex Albon como titulares y, sacando la butaca de Sauber (Audi desde 2026), todos los sitios están ocupado. Si su andar es bueno, sin dudas será el reserva de Grove en 2025, como pasó con Lawson en Red Bull y en el renombrado Racing Bulls (está como suplente de ambos). En la prueba de Silverstone que Franco realizó, el objetivo era llevar el auto entero a casa y cumplir el programa de los ingenieros. En las nueve fechas que correrá como titular, no solo deberá entregar el FW46 sano, también deberá mostrar rendimiento. Porque Williams lo necesita; y él también, para su futuro.