El piloto argentino fue octavo y anotó cuatro unidades en el callejero de Bakú tras una gran carrera y ayudado por el accidente del final de Checo Pérez y Carlos Sainz.
¡Dos carreras y cuatro puntos! Franco Colapinto fue octavo en el GP de Azerbaiyán, 17ª fecha, y cortó con 42 años sin un argentino en la zona de anotación en una carrera de Fórmula 1, desde que Carlos Reutemann finalizara segundo en el GP de Sudáfrica de 1982.
Mucho debió trabajar el piloto de Williams para poder anotar. La construcción del enorme resultado que consiguió en el callejero de Bakú comenzó en la clasificación del sábado, cuando se aseguró el noveno lugar de partida al meterse en el Q3, todo en apenas su segunda carrera en la categoría. El domingo arrancó con la noticia de que finalmente partiría octavo tras la penalización que sufrió Lewis Hamilton por el cambio de su unidad de potencia.
La carrera fue durísima, para todos. Claro, aún más para un piloto que llegó de apuro a la F1 para reemplazar a Logan Sargeant, que debió acostumbrarse a un auto de la máxima categoría cuando la temporada ya había pasada la mitad de su agenda de 2024 y, para agregar algo más, correr en un callejero difícil como el de Azerbaiyán. Colapinto tuvo que administrar la degradación de los neumáticos, mantenerse en ritmo y evitar los muros. Y casi todo se fue cumpliendo.
El argentino se había mantenido en zona de puntos durante gran parte de la carrera, pero sufrió un fuerte bajón en la parte media de la competencia porque no logró poner en su punto ideal a los neumáticos duros. “Se notó eso que me faltaba que no sé administrar bien, no pude meter en temperatura los duros”, confesó Colapinto después de la carrera. Esa caída de ritmo lo dejó 11º, tras perder con Nico Hülkenberg la posición y parecía que la sangría no pararía. Sin embargo, ahí cambió el andar de su FW46.
A partir de la 30ª vuelta apretó el ritmo. En ese giro consiguió su mejor marca y lo mejoró en la 31ª, 32ª, 33ª y 34ª. Fueron cinco giros consecutivos bajando su registro para contener el ataque de un tal Lewis Hamilton, quien venía atrás con un ritmo superior. Pero no pudo contra el Williams del argentino cuando llegó a poner en el momento justo a los neumáticos. “Cuando lo vi atrás, pensé en tratar de dejarlo ahí. Si no sumaba puntos ya era un logro”, dijo.
Con ese ritmo que imprimió en el último segmento de la carrera, logró descontarle a Hülkenberg la ventaja que había logrado y lo superó con claridad para meterse décimo. Hasta ahí, ya era un enorme resultado, terminar en los puntos en su segunda carrera. Pero el cierre le tenía regalado algo más: el tremendo accidente entre Carlos Sainz y Checo Pérez en plena pelea por el tercer puesto dejó a los dos experimentados pilotos fuera de combate y Colapinto saltó al octavo lugar, para asegurarse cuatro puntos.
El argentino llegó para reemplazar a Sargeant, quien en 36 Grandes Premios apenas anotó una unidad. Y no la consiguió en pista: fue en el GP de Estados Unidos de 2023, donde el floridano había sido 12º pero avanzó dos puestos varias horas después de la carrera por la descalificación de Charles Leclerc y Hamilton. Colapinto, en su segunda carrera, aprovechó las notorias mejoras que el team de Grove aplicó sobre el FW46 y ya se llevó cuatro puntos a su cosecha personal para volver a poner a la Argentina en la tabla de posiciones con puntos después de 42 años.
“Pensé que iba a ser complicado terminar en los puntos. Pero tener los dos coches en el top ocho es una locura y estoy muy feliz por el equipo. Es un sueño hecho realidad. Muy feliz por el equipo, estar en los puntos con los dos autos en mi segunda carrera. Estoy demostrado que la confianza que me dieron está bien, estoy devolviendo todo con el ritmo, estoy en tiempos parejos con Alex. Es solo mi segunda carrera, es el comienzo y vendrán muchas más”, dijo Colapinto tras la carrera.
Con el cambio de piloto, Williams buscaba meterse seguido en la zona de puntos para escalar en el Mundial de Constructores. Con los diez que se llevaron de Bakú (Albon fue séptimo) ya superaron a Alpine, avanzaron al octavo lugar está a 13 de Haas, que solo se llevó uno de la mano de Oliver Bearman. El piloto argentino va ganando confianza y devuelve con creces la que depositaron los popes del team de Grove en él.
Sin mucho tiempo de recuperación, este viernes Colapinto estará otra vez en pista en el tortuoso trazado de Singapur, un lugar complicado, donde se dobla mucho, hace calor, hay mucha humedad… Pero después de lo que logró en Bakú, todo es posible.