Pierre Gasly no duró una vuelta y Jack Doohan no tuvo ritmo en una carrera en la que todo apuntaba a sumar puntos.
Pasar la página cuanto antes será el principal objetivo de Alpine después del GP de Arabia Saudita. Claro, no será fácil porque en el camino hacia Miami, donde se disputará la sexta fecha, deberán reparar el A525 de Pierre Gasly, que dejó Jeddah con muchos daños, después del fuerte golpe contra la pared que sufrió en la primera vuelta. En una carrera en la que parecía que el equipo francés volvería a anotar, como ocurriera en Baréin, todo fue negativo. Porque Jack Doohan, el piloto que quedó en pista, fue penúltimo al cierre de la competencia.
Gasly estaba ante la gran chance de anotar al partir desde el séptimo puesto. El ex Red Bull venía de ser séptimo en Sakhir y había reconfirmado en Jeddah el avance del equipo. Pero no duró nada, apenas cuatro curvas antes de terminar contra la pared. En medio de una dura lucha con Yuki Tsunoda (Red Bull), se engancharon los neumáticos y ambos partieron descontrolados.
“Le dejé el mayor espacio posible para asegurarme de que ambos pasáramos la curva, pero, desgraciadamente, parece que su auto subviró y tuvo este contacto”, explicó Gasly. “Conocía las intenciones de Tsunoda. Sé que hay un gran respeto entre Yuki y yo. Es más bien una cuestión de criterio: primera vuelta, neumáticos fríos... Al final, todos luchamos por nuestra carrera", agregó. Tsunoda fue en la misma sintonía, encontrando como respuesta a un toque de carrera: “Hice todo lo posible por evitarlo, pero, por desgracia, justo en la curva más cerrada de la pista, había menos agarre en la primera vuelta; supongo que deberíamos ser un poco más cautelosos”.
Con Gasly fuera de carrera en la vuelta inicial, las chances de puntuar para Alpine se redujeron drásticamente. Solo quedaba Doohan en pista, quien largaba desde el 17º puesto. El equipo lo llamó a boxes en medio del ingreso del auto de seguridad que provocó el accidente de Gasly. El australiano quedó en el fondo y comenzó a marcar tiempos lógicos, mientras batallaba con Nico Hülkenberg y Esteban Ocon. Pero promediando la carrera, el piloto de Alpine perdió el ritmo y sus registros se fueron muy para arriba. Una vez que pararon todos en boxes, llegó a estar 12º, pero con neumáticos mucho más gastados con respecto a los rivales y sin ritmo, sacaban número para superarlo.
Alpine finalmente lo llamó para una segunda detención, volvió a salir con neumáticos duros nuevos y recuperó ritmo. Su vuelta más veloz en carrera fue de 1m33s150 y ese registro lo ubica 12º al armar el clasificador de los mejores registros de los 18 pilotos que completaron vueltas (Tsunoda y Gasly no registraron paso). Sin embargo, el problema fue la inconsistencia, porque no tenía un ritmo parejo de un giro a otro.
Una sanción posterior que recayó sobre Max Verstappen por la maniobra de la primera curva sentenció el éxito para el australiano de McLaren, nuevo líder del Mundial.
“Fue un día muy difícil, sin dudas el más difícil para mí en F1. Fue una combinación complicada, el primer stint no fue terrible, parar tan temprano y tratar de hacer 49 vueltas… Lo cuestioné de entrada. No era fácil pasar a Hülkenberg”, explicó el australiano, quien cerró la competencia solo por delante de Gabriel Bortoleto. Pensando en el futuro, Doohan, señaló: “Tenemos que poner el foco en juntar todo para hacer bien la vuelta de clasificación, eso hará todo más sencillo. Y hacer estrategias más simples, no ponernos tanta presión a nosotros mismos". Para definir su paso por Jeddah, fue claro: "Hay que bajar la cabeza y seguir empujando".
La posición del australiano se complejiza cada vez más. El ruido generado alrededor de él y su futuro, teniendo a Franco Colapinto y Paul Aron como reservas, aumentará mientras no mejore su rendimiento. Se trata de un novato de apenas seis carreras en F1 y es injusto compararlo con un experimentadísimo Gasly, quien esté tal vez en el punto más alto de su carrera. Pero en la picadora de carne que es el Mundial, no hay tiempo. Los ejemplos son muchos.