El argentino cerró su mejor carrera con Alpine y finalizó 11º en el trazado de Zandvoort, a medio segundo de la chance de quedarse con la última unidad.
¿Se habrá potenciado después de escuchar las declaraciones lapidarias de Flavio Briatrore del viernes? “Tal vez no era el momento para tener a Franco en la Fórmula 1. Tal vez necesitaba otro año para ser parte de la Fórmula 1. No estoy contento con el resultado. Lo importante es el resultado. Realmente no es lo que esperaba de Colapinto”, dijo el mandamás de Alpine durante la conferencia de prensa. La dura sentencia del piamontés tenía sustento: los tres mandamientos que le había marcado al argentino no se habían cumplido. “Ser rápido, no chocar y sumar puntos”, eran las pautas básicas. Nada de esto se había cumplido y el septuagenario pope pasó factura en público.
Salvo algunos chispazos de ritmo, el argentino no había dado muestras de aquel Colapinto que tuvo una aparición fulgurante en las primeras carreras con Williams de 2024, esas que habían llevado a Briatore a sumarlo a las huestes del team de Enstone. Pero Franco no había respondido como esperaban. En medio de todo el ruido que desató Flavio, el número 43 completó su mejor fin de semana de 2025 en el GP de Países Bajos.
Durante el fin de semana, el medio francés Autohebdo publicó que Alpine ya tiene decidido que Colapinto no continuará en 2026 y que su lugar será ocupado por Yuki Tsunoda o Paul Aron. Vale aclarar que Autohebdo tiene llegada al team y fue de los primeros que anunció que el argentino reemplazaría a Jack Doohan. Con toda esa carga, el argentino debió salir a correr en el angosto y corto trazado de Zandvoort y rozó los puntos: quedó 11º en su mejor trabajo desde el desembarco en Alpine.
El bonaerense largó con neumáticos blandos desde el 16º lugar. Pierre Gasly, su compañero, picó con medios. En la largada, Colapinto quedó detrás del francés y en la tercera vuelta lo superó. A partir de ese momento, el 43 no pudo abrir la brecha que se esperaba al tener un compuesto más blando. Por eso, un puñado de giros después debió darle paso a Gasly. La carrera se rompió con los ingresos del auto de seguridad, por los accidentes de Lewis Hamilton, Charles Leclerc y, finalmente, por la rotura de motor de Lando Norris.
Las neutralizaciones y los abandonos convirtieron todo en una carrera de estrategias y de suerte. Como les pasó a los Haas, que largaron desde el fondo y apostaron por comenzar con duras y hacer un larguísimo stint. Cuando los neumáticos ya no daban más, se venía el ingreso a boxes y la irremediable vuelta a pista detrás de Colapinto. Pero llegó Kimi Antonelli y un macanón de esos que comete cada vez con más asiduidad. Chocó a Charles Leclerc de manera insólita y el safety car salvó a los autos estadounidenses.
Alpine eligió detener a Colapinto y no a Gasly, quien se ubicó octavo. Franco quedó metido en la pelea del 14º en adelante con Alonso, Hülkenberg, Bortoleto, Tsunoda… El francés perdía lugares con los neumáticos duros viejos y el argentino avanzaba. Pero quedaba algo más: rotura de motor de Norris, su McLaren tirado en la pista y otro auto de seguridad. Alpine se jugó un pleno y volvió a parar a Colapinto y le colocó cubiertas blandas para las últimas cuatro vueltas. Y voló.
Otra victoria para McLaren, mientras que Max Verstappen fue segundo e Isack Hadjar logró un histórico tercer puesto.
Rápidamente superó a Hülkenberg y fue por Ocon. Delante de ambos, Gasly. El de Haas superó a Pierre, quien así ya se había quedado sin chances de sumar puntos, por más sanción que tenía Antonelli (15 segundos; diez por el choque a Leclerc y cinco por exceder la velocidad en pista). Ahí llegó el momento caliente que generará temblores puertas adentro de Alpine. Porque Colapinto, con neumáticos nuevos y más veloz, tenía que pasar a Gasly. Pero Pierre no le dio el lugar, quedaron apretados en una batalla que solo perjudicó a todo el team de Enstone. Cuando llegó la orden para que Pierre le diera paso a Franco, ya era tarde. El argentino cruzó la meta 12º y avanzó a 11º con el retroceso de Antonelli. Si Gasly le hubiera dado paso antes, el argentino podría haber llegado a atacar al Haas, calzado con neumáticos blandos y con varias vueltas.
Colapinto se bajó frustrado porque la chance de sumar puntos nunca estuvo tan cerca en 2025, por falta de rendimiento del auto y porque su andar tampoco era consistente. En Zandvoort, justo en el fin de semana que más se habló sobre su futuro, el argentino cumplió con dos de los tres mandamientos de Briatore: fue rápido y no chocó. Para cumplir el tercero, era necesaria una colaboración más grande de su compañero. El italiano dijo que no necesita ver más nada para saber qué hacer con Franco para 2026. Tal vez la decisión esté tomada, tal vez por eso el argentino pateó el tablero y salió con declaraciones fuertes contra su compañero. Muchas especulaciones. Lo concreto es que después de mucho bregar, logró cerrar su mejor fin de semana con Alpine.
