El monegasco y el inglés chocaron en plena calle de boxes y baja velocidad. ¿De quién fue la culpa? Un alerón roto, caras largas y una situación increíble.
Lando Norris y Charles Leclecr protagonizaron una de las imágenes del fin de semana del GP de Singapur y, probablemente, de las más insólitas del año. Dos autos de F1, que pueden viajar a 350 km/h, se chocaron a velocidades de paseo familiar de domingo en plena calle de boxes del callejero de Marina Bay.
Todo ocurrió durante el segundo entrenamiento libre de la 18ª fecha del Mundial. Hay que contextualizar un poco el momento, como para tratar de dispensar un poco al monegasco y al integrante de Ferrari que le dio vía libre a su piloto cuando venía le inglés de McLaren. La sesión sufrió dos largas interrupciones con bandera roja por los accidentes de George Russell y Liam Lawson. Fueron 22 minutos de tiempo de trabajo perdido y, cuando la pista se habilitó tras el choque del neozelandés de Racing Bulls, quedaban 13 para la bandera de cuadros. Con tanto trabajo pendiente, todos quisieron salir velozmente, pero…
Los boxes del equipo de Woking y el de Maranello están pegados. Los dos MCL39 salieron de sus garajes y comenzaron a circular por la calle de pits, con Norris delante de Piastri. En ese preciso momento, en Ferrari liberaron a Leclerc, quien más allá de haber recibido una orden equivocada, tampoco vio (o no pudo ver) que venía Lando. Resultado: choque en calle de boxes, a dos por hora y el McLaren contra la pared, con el alerón delantero roto.
“Le costó bastante dinero al equipo, es una pena", minimizó Norris el incidente. Los dos pilotos y un representante de cada escudería fueron convocados por los comisarios deportivos para escuchar sus argumentos sobre el incidente.
Y la FIA tomó una decisión: la culpa fue de Leclerc, por lo que Ferrari fue multado con 10.000 euros, sin penalización deportiva. "El equipo miembro responsable de la salida segura del coche 16 (LEC) juzgó mal la situación y dio instrucciones poco claras a Leclerc, que no podía ver el coche de Norris. Como resultado, ambos coches colisionaron en el pitlane", explica el texto, que añade que pese a la consideración de los comisarios sobre "una penalización más severa que en otros casos", finalmente no hubo tal determinación.