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FIA: Mohammed Ben Sulayem, sin rivales, seguirá como presidente

El emiratí, con Stefano Domenicali, una dupla que seguirá trabajando por cuatro años más. Getty Images

Tim Mayer, el principal opositor del emiratí, bajó su candidatura por no poder cumplir con los estatutos de la entidad para armar su lista. “No es democracia, e la ilusión de la democracia”, dijo el inglés en Austin.

El 12 de diciembre, la Asamblea General de la Federación Internacional del Automóvil se reunirá en Tashkent, Uzbekistán. Ese día debían realizarse las elecciones presidenciales, pero no habrá votación: solo se anunciará la reelección de Mohammed Ben Sulayem en su cargo de presidente por cuatro años más. Todo esto quedó confirmado durante el GP de Estados Unidos de Fórmula 1 cuando Tim Mayer, el máximo opositor, anunció que se bajaba de la candidatura.

El estadounidense, nacido en Reino Unido, quedó envuelto en los vericuetos de los estatutos de la FIA, con el impulso de Sulayem. La FIA nombró a 29 personas elegibles para el Consejo Mundial del Deporte Motor y de esa lista, cada candidato a presidente debe armar su gabinete, con siete vicepresidentes que representen a los diferentes continentes. Dos son europeos, y uno de Sudamérica, Norteamérica, Asia-Pacífico, África y Oriente Medio/Norte de África.

El problema fue que el listado tiene solo a una persona: Fabiana Ecclestone, la esposa de Bernie, quien manejara los destinos de la F1 durante 40 años. La brasileña es actual vicepresidente de la FIA con Ben Sulayem y, por supuesto, integra la lista del árabe para la reelección. Sin otro candidato sudamericano, no hay posibilidades de completar el gabinete tal como lo marca el estatuto y Mayer debió bajarse de su candidatura. Lo mismo ocurre con Laura Villars y Virginie Phillipott, las dos mujeres que también intentaron desafiar el poder del emiratí.

Durante el primer día de actividad del GP texano, Mayer habló sobre la situación: “La elección del presidente de la FIA se terminó, pero nuestra campaña no, al igual que nuestra misión de proteger la integridad y la reputación de la FIA. ¿Cómo puede haber terminado una elección si la votación no tendrá lugar hasta dentro de más de dos meses? Pues bien, esta vez no habrá elección. No habrá debate de ideas, ni comparación de visiones, ni evaluación del liderazgo. Solo habrá un candidato, el presidente saliente. Y eso no es democracia. Es la ilusión de la democracia", disparó.

Mayer siguió con su fuerte crítica al manejo actual de la entidad: "Si la FIA sigue por este camino, corre el riesgo de sufrir graves consecuencias. Muchos de los clubes más importantes ya han expresado su preocupación, y los principales inversores en el automovilismo, que exigen medidas de gobernanza estrictas, están criticando abiertamente a la FIA. La entidad y el automovilismo perderán ingresos si los inversores no pueden confiar en que sus dirigentes gestionen sus compromisos financieros a gran escala. La credibilidad de la FIA no es un derecho adquirido. Debe ganarse mediante transparencia, responsabilidad e integridad".

Para cerrar, el estadounidense atacó también al estatuto que lo dejó sin chances de competir: “Estamos convencidos de que se han cometido varias violaciones éticas durante este proceso electoral, y ya hemos presentado numerosas denuncias al respecto. Suponiendo que el comité de ética considerara que nuestras quejas son fundadas, ¿a quién se remitiría el caso para que se tomaran medidas? ¿Al presidente de la FIA o al presidente del Senado, las dos partes implicadas en el conflicto? Los estatutos no prevén ningún otro procedimiento ni recurso”.