El neerlandés de Red Bull fue el más veloz en la qualy y acecha a los pilotos de McLaren en la pelea por el título.
“50%, porque tanto lo puedo ganar, como no”. En la previa al GP de Estados Unidos, el neerlandés Max Verstappen repitió la respuesta que había dado dos semanas antes en Singapur cuando lo consultaron qué porcentaje de posibilidades creía tener de conseguir su quinto título. Después de la carrea de Hungría, el tetracampeón estaba a 97 puntos de Oscar Piastri, el líder. Cuatro carreras después, el piloto de Red Bull está a 63, tras dos triunfos y dos segundos puestos. Mientras tanto, en McLaren, a pura charla y revisión de las reglas papaya, discusiones, peleas y broncas varias, especialmente del lado del australiano, a quien le hicieron ceder su lugar a Lando Norris en Monza porque el inglés había perdido tiempo en boxes. A eso se le sumó el toque en la primera vuelta del urbano singapurense en el que los popes de Woking estuvieron del lado de Lando en pista y, un día después, se dieron cuenta que Norris era culpable.
Mientras tanto, y en pleno ajuste de clavijas en las reglas internas del equipo inglés, Verstappen sigue presionando. El neerlandés voló en la clasificación para el sprint de Austin y largará en punta. ¿Quiénes quedaron detrás? Sí, Norris y Piastri. Para el campeón fue la décima pole en qualy de sprint.
Norris había dominado todo el viernes texano: entrenamientos y en Q1 y Q2 del sprint. Y tenía todos los números para quedarse con el primer cajón de partida para la carrera corta del sábado. Pero cuando llegó el momento de la definición, Verstappen tiró la chapa sobre la pista y marcó 1m32s143 para vencer por 71 milésimas al inglés. Piastri quedó tercero y más lejos: a 380.
“Fue una buena clasificación. Creo que estuvimos bastante igualados y se trataba de intentar mejorar en el momento clave. Al final no es fácil porque se usa el compuesto blando y no hay referencia. Pero salió bien. Todavía espero que sea una batalla dura mañana en el sprint, pero creo que eso es exactamente lo que queremos ver, ¿no? ", analizó Verstappen.
El resto quedó muy lejos. El sorprendente Nico Hülkenberg (ya había sido segundo en el entrenamiento) se quedó con el cuarto puesto, pero a 502 milésimas. George Russell quedó quinto con el Mercedes (Kimi Antonelli no llegó a Q3) y Fernando Alonso completará la tercera fila con el Aston Martin.
Párrafo aparte para Ferrari, que sigue con su decepcionante presente. Lewis Hamilton fue octavo y Charle Leclerc, décimo. Ambos pilotos de Maranello sufrieron hasta el final para meterse en el grupo de Q3 y en esa instancia quedaron a casi un segundo (el heptacampeón, a 892 milésimas, y el monegasco, a 961).
El neerlandés se quedó con el mejor tiempo en el último intento y venció a los McLaren.
El Mundial entró en su recta final y cuando todo parecía indicar que McLaren se quedaría con todo, en el ambiente comenzaron a flotar las dudas. Los de Woking, que ya se aseguraron la corona de Constructores, llevan tres carreras sin ganar, que coinciden con la levantada de Verstappen desde que Red Bull estrenó un nuevo fondo plano en le RB21. Este sábado, el neerlandés buscará el triunfo en el sprint y seguir llenando de dudas a sus rivales, que deberán afinar la puntería y definir las reglas con firmeza.
