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Rob Manfred dice que es optimista y eso podría ser 'desastroso' para MLB si se equivoca

TAMPA, Fla. -- El día más importante en el intento del béisbol por salvar su temporada llega el sábado. Major League Baseball planea hacer una propuesta que espera desfibrile las negociaciones sobre un nuevo convenio colectivo. Y cualquiera que anhele escuchar el chasquido del bate e inhalar los aromas de un estadio de béisbol el 31 de marzo debería esperar que MLB haga un movimiento significativo. Porque el Día Inaugural puede depender de ello.

La persona a cargo del lado de las negociaciones de la liga, el comisionado Rob Manfred, habló el jueves por primera vez desde que bloqueó a los jugadores el 2 de diciembre. Setenta días después del Bloqueo de la MLB, que ya es el segundo paro laboral más largo en la historia del juego, intentó proyectar optimismo, ofreciendo garantías de que todavía cree que el béisbol completará un calendario regular (perder juegos, dijo, sería un "resultado desastroso" para el deporte).

En medio de ese pacifismo, Manfred logró ilustrar por qué los jugadores están tan agraviados. Durante su conferencia de prensa de 22 minutos, argumentó que poner dinero en el mercado de valores es más rentable que ser dueño de un equipo de béisbol, distorsionó hechos sobre una parte vital de las negociaciones (a través de un portavoz, Manfred dijo que se equivocó) y dijo que "yo soy la misma persona hoy que en 1998", no exactamente el tipo de cosas que hablan bien de alguien que lidera un deporte en 2022.

Empecemos con un Manfred que data de la era del acceso telefónico a Internet. El contexto es importante: después de responder una pregunta sobre las críticas públicas hacia él: "No [presto] mucha atención a las redes sociales, para ser honesto contigo", dijo, Manfred cortó la siguiente pregunta para señalar su résumé como negociador: "En la historia del béisbol, la única persona que ha hecho un acuerdo laboral sin disputa, y yo hice cuatro de ellos, fui yo. De alguna manera, durante esas cuatro negociaciones, los jugadores y los representantes sindicales descubrieron una manera de confiar lo suficiente como para hacer un trato. Soy la misma persona hoy que en 1998 cuando tomé ese trabajo".