Washington, en después del receso de temporada con mayor número de cambios en la historia de la franquicia, intenta enfocarse en la campaña del 2020
Si hay un equipo que está a años luz de lo que vimos en la Semana 17 de la temporada del 2019, a lo que veremos en la Semana 1 del 2020, es el Washington Football Team. Los cambios van mucho más allá que la plantilla.
Para empezar, el equipo dejó atrás un nombre que utilizó por décadas, en atención a la nueva luz que se ha arrojado en meses recientes sobre temas de racismo. Con ello, el equipo dejó atrás logo, y estrenará uniformes que incluyen una imagen elegantísima con los números en dorados sobre el casco en guinda.
El Head Coach de Washington aseguró que el Coordinador Defensivo tiene la experiencia para asumir el rol durante su lucha contra el cáncer.
Después, hay que mencionar un número importante de cambios en la directiva, y la llegada de Ron Rivera como head coach.
En cualquier año, la sacudida organizacional que ha sufrido Washington sería difícil de soportar sin que se afectara al club en lo deportivo, pero durante una temporada baja atrapada en una pandemia global, donde los equipos de la NFL no disfrutaron de su trabajo usual en la primavera y verano, hay muchos motivos para sentir escepticismo en torno a las posibilidades de Washington de ofrecer un desempeño competitivo semana a semana.
¿Puede Dwayne Haskins convertirse en el líder que requiere la franquicia de Washington?
Hoy más que nunca, Washington necesita una figura de liderazgo sólido sobre el campo del juego en torno al cual el resto del equipo, tanto dentro del vestidor como fuera de él, pueda gravitar. El primer paso, quedar oficializado como quarterback titular, ya se dio.
Haskins tuvo pocas oportunidades genuinas de mostrarse el año pasado. Después de todo, vio cómo despidieron al entrenador en jefe Jay Gruden al poco tiempo de iniciada su temporada de novato, para culminar con Bill Callahan como interino. Ahora, llega Rivera como nuevo head coach, pero con la terrible noticia reciente de que ha sido diagnosticado con un cáncer de ganglio linfático, asunto que muy probablemente le pueda alejar del equipo por algunos lapsos. En su lugar, el coordinador defensivo Jack Del Rio fungiría como head coach de facto.
Toda esa inconstancia en los primeros 18 meses de carrera profesional de un pasador --especialmente uno del que se reportó no era querido por el head coach del equipo, Gruden, sino su selección fue ordenada por el propietario Dan Snyder-- tienen un costo. Sí, Haskins cerró con algunos momentos positivos su temporada de novato, pero hay que mantener los pies sobre la tierra. Decir que Haskins mostró lo suficiente como novato en sus oportunidades limitadas para asegurar que tiene futuro como quarterback franquicia es una falta a la verdad.
Hace algunas semanas, Rivera dijo públicamente que no descartaba iniciar la temporada con Kyle Allen, el jugador suplente que importó al equipo desde su cuadro anterior, los Carolina Panthers, simplemente por la familiaridad que tiene en el sistema del coordinador ofensivo, Scott Turner. Un quarterback con calibre de titular confirmado no tendría que preocuparse por esto. No sabemos todavía si Alex Smith será una amenaza real por el puesto titular, y es probable que no lo sepamos pronto, aunque no dejamos de reconocer que el simple hecho de verlo entrenando junto a Haskins y Allen ya es todo un triunfo en lo personal.
Haskins ha recibido grandes elogios por su trabajo de receso de temporada. Ese era un primer paso necesario que era menester tomar, y Haskins respondió. Turner ha hablado muy bien de las participaciones de Haskins en las reuniones virtuales, y está claro, con solo ver fotografías actuales, que llega al 2020 en mejor forma que el año pasado. En ese sentido, no hay nada por reprocharle a Haskins.
Lo que falta es ver si ese buen trabajo lo podrá traducir en un mejor desempeño. Sin pretemporada para servir como un barómetro inicial, hay que esperar hasta la temporada regular. Eso sí, la familiaridad de Allen con los coaches podría significar que habrá paciencia corta para Haskins, si el arranque de temporada no es el ideal.
¿Quién es el rostro nuevo a seguir?
Si el liderazgo entre la plantilla que tanto necesita Washington bajo sus condiciones actuales no llega por parte de Haskins, quizás llegue cortesía de Chase Young, el recluta de primera ronda del equipo --con el segundo turno global-- del pasado draft.
Típicamente, por la naturaleza de la posición, lo ideal es que se trate de un quarterback cuando se habla del rostro de la franquicia, pero ha habido excepciones a la regla, como sucedió con los Houston Texans durante la mayor parte de la carrera de J.J. Watt.
El egresado de Ohio State tuvo sus primeras prácticas equipadas y demostró su poderío.
Young proyecta como un talento trascendental en la posición de ala defensiva, y a partir de allí, si logra llevar todo ese talento a producir en el emparrillado, particularmente en las primeras semanas, podría convertirse en un pilar importante para el vestidor y, a la vez, brindar un beneficio secundario, que será comprarle algo de tiempo a Haskins para crecer en su rol respectivo.
Hablando estrictamente de lo deportivo, Young llega a un equipo plagado de reclutas de primera ronda en la línea defensiva, junto a Montez Sweat (2019), Daron Payne (2018), Jonathan Allen (2017), además del linebacker especialista en presionar quarterbacks, Ryan Kerrigan (2011).
Como grupo, no han terminado de cuajar, está claro. De otro modo, no estaríamos hablando de tres temporadas perdedoras en fila, incluyendo un 3-13 del año pasado. Pero Young tiene el talento para ser un jugador de significativo impacto inmediato, algo que no consiguieron Allen, Payne o Sweat, y si responde a la altura de las expectativas, podrá ser el catalizador que lleve a la defensiva de Washington a donde desea llegar.
¿A quién van a echar de menos?
Podría no parecer una pérdida enorme, dado que solamente estuvo un año en Washington, y además lo hizo en calidad de emergente, en lugar de Trent Williams. Pero, la salida de Donald Penn podría terminar pesando fuerte para el club, después de haber iniciado 15 de los 16 partidos en que jugó el año pasado como tackle izquierdo.
Por fin, llegó una resolución al drama que rodeaba la relación entre Williams y el club cuando fue canjeado durante el fin de semana de draft a los San Francisco 49ers. Por su lado, Penn no fue recontratado como agente libre.
Es cierto, Penn ya no es el mismo jugador que fue elegido al Pro Bowl en el 2010 para los Bucanneers, ni en el 2016 y 2017 con los Oakland Raiders, pero se trata de un talento probado en la liga, con al menos nivel de titular. En lugar de eso, Washington se decantó en primera instancia por Cornelius Lucas para la posición más importante de la línea ofensiva, y guardaespaldas de Haskins.
Lucas comenzará su séptima temporada de NFL, y Washington es su quinto equipo diferente. El número máximo de inicios en una campaña que ha tenido es de ocho, los cuales ocurrieron justamente el año pasado, para los Chicago Bears --otro equipo que no se destacó, precisamente, por una gran línea ofensiva--, y en los dos años previos, combinados, se fue solamente con dos inicios. Para ser honesto, creo que al equipo le convino que Christian Geron --un recluta de tercera ronda del 2018-- se hiciera, aparentemente, con el puesto titular después del campamento de entrenamiento, porque yo tengo poca fe en Lucas.
Jugadores que declinaron la temporada a causa del coronavirus
Tackle defensivo Caleb Brantley, linebacker Josh Harvey-Clemons.
¿Qué dicen las casas de apuesta?
El Caesars Sportsbook tiene muy poca fe en el equipo de Washington, como se desprende de que los coloca últimos en la NFC Este en términos de probabilidades para conquistar el título divisional en +2200, significativamente lejos de los New York Giants en +900 en el tercer sitio. También Caesars los pone últimos en cuanto a probabilidades para conquistar la NFC, en +6000.
Pronóstico para el 2020
No soy el único que ha escrito sobre cómo la temporada del 2020 parece estar dispuesta para premiar a las franquicias más consistentes. Washington reside en el lado opuesto del espectro, totalmente.
La fuerte sacudida organizacional, las distracciones que inevitablemente llegarán con las investigaciones en torno a los escándalos sobre la tóxica cultura laboral en años previos, la terrible noticia de Rivera y las ausencias que pudiera forzar, y el número de huecos en la plantilla que típicamente acarrea un equipo de 3-13 auguran un futuro poco alentador para Washington este año. En ocasiones, hay equipos que logran utilizar la adversidad a favor, como grito de batallas, y logran sorprender positivamente. No podemos descartar que este sea el caso con Washington, pero aun así, las probabilidades de que ello ocurra son mínimas.