Joe Burrow viene de la mejor temporada universitaria en la historia para un quarterback con la misión de darle dirección a los Bengals
Seguro, los Cincinnati Bengals terminaron con la peor marca de la liga el año pasado, pero ese es el motivo por el cual podrían convertirse en uno de los equipos más interesantes a seguir en el 2020.
Ese registro de 2-14 los dejó en posición de elegir al responsable de la mejor temporada en la historia del fútbol americano colegial para la posición de quarterback. Si Joe Burrow no es motivo suficiente para ver a los Bengals semana a semana, entonces no sé cuál sea.
¿Qué debemos esperar de Joe Burrow en su temporada de novato?
Honestamente, no lo sabemos a ciencia cierta. Sí, Burrow viene de una de las campañas más brillantes en la historia del juego universitario, completando el 76.3 por ciento de sus pases y tirando para 5,671 yardas con 60 touchdowns en camino a una temporada invicta, el campeonato nacional, y un trofeo Heisman.
Pero, para todo lo espectacular que Burrow en el 2019 con LSU, no podemos más que preguntarnos si se trata solamente de un "one-hit wonder". Después de todo, en el 2018, al frente de los mismos Tigers, completó apenas el 57.8 por ciento de sus pases, para 2,894 yardas y 16 touchdowns, cuando proyectaba como proyecto de sexta o séptima ronda de draft. Antes de eso, Burrow perdió la carrera por el puesto titular en Ohio State ante Dwayne Haskins, ahora pasador de Washington.
¿Cómo explicar el salto tan grande en la producción de Burrow, de un año a otro?
Mucho crédito debe ser para el coordinador de juego aéreo de Burrow en LSU, Joe Brady, quien ahora desempeñará el puesto de coordinador ofensivo con los Carolina Panthers. Antes de eso, Brady fue asistente ofensivo de los New Orleans Saints, bajo Sean Payton.
El actual coordinador ofensivo de los Bengals, Brian Callahan, deberá estudiar a detalle no solamente lo que hizo muy bien Burrow durante su temporada récord del 2019, sino también lo que no hizo tan bien en el 2018 --que no fue una temporada terrible, tampoco--, y de ahí identificar la mejor manera para ayudar a su pasador novato. Después de todo, venimos de un receso de campaña en el que Callahan no tuvo la ventaja de poder trabajar con su pupilo durante toda la primavera.
Lo que sí es seguro es que Burrow no solamente será el titular para toda la temporada en Cincinnati --el head coach Zac Taylor lo confirmó apenas el pasado domingo-- sino que gozará de toda la paciencia para cometer errores que no todos los pasadores tienen; uno de los privilegios de que un equipo invierta gran capital de draft en ti.
¿Quién es el rostro nuevo a seguir?
Para ser francos, no hay nadie por encima de Burrow. El quarterback novato arriba a un equipo con algunas figuras probadas como el corredor Joe Mixon o el receptor abierto A.J. Green, pero no cabe ninguna duda de que deberá ser él quien deba hacer funcionar los engranes que giren a su alrededor.
Pero, dejando de lado a Burrow, habrá otros rostros nuevos que no debemos perder de vista.
Uno de los más importantes es el tackle izquierdo Jonah Williams, novato de primera ronda del año pasado, que se perdió toda su temporada debut por una lesión en el hombro. En estricto sentido, no es un rostro 100 por ciento nuevo, pero todavía no ha debutado con el uniforme de los Bengals en partido oficial, y cargará con la enorme responsabilidad de proteger el lado ciego de Burrow.
Otro nombre a seguir es el del tackle nariz, D.J. Reader, quien fue firmado proveniente de los Houston Texans. Por algunos años, Cincy pudo presumir una de las líneas defensivas interiores de mayor calidad de la liga, con Domata Peko y Geno Atkins. Con Reader alineando al lado del supremamente talentoso, pero a menudo subvalorado Atkins, esos días de gloria podrían regresar, al menos, en los años que le resten a Atkins, de 32 años de edad, en la NFL.
¿A quién van a echar de menos?
Quizás Tyler Eifert nunca terminó de cumplir las altísimas expectativas que lo acompañaron desde Notre Dame como recluta de primera ronda del 2013 hasta Cincy, pero el seleccionado al Pro Bowl del 2015 fue un objetivo confiable para la ofensiva de los Bengals por varios años.
El problema de Eifert siempre fueron las lesiones. De hecho, el año pasado fue el único de los siete que pasó en Cincinnati en que participó en los 16 juegos de la campaña regular, aunque solamente inició cuatro.
C.J. Uzomah le había restado protagonismo a Eifert, pero un ala cerrada confiable nunca es mala idea para un quarterback novato, incluso si solo sea empleado situacionalmente. No será sorpresivo que Efiert cumpla ese mismo papel de red de seguridad para Gardner Minshew II en la ofensiva de los Jacksonville Jaguars.
Jugadores que declinaron la temporada a causa del coronavirus
Liniero defensivo Josh Tupou, tackle ofensivo Isaiah Prince.
¿Qué dicen las casas de apuesta?
El Caesars Sportsbook proyecta a los Bengals con la peor marca de la AFC Norte, dejándolos una línea de apuesta de +3500, bastante lejos de los Pittsburgh Steelers quienes se colocan terceros en +475. En cuanto a la Conferencia, solamente los Jags poseen peores probabilidades que el +4500 de Cincinnati.
La línea de partidos ganados de Caliente coloca a Cincy en 5.5, con las altas pagando -134 y las bajas pagando -106.
Pronóstico para el 2020
En términos reales, es difícil suponer que se puede tener una peor marca que el 2-14 del año pasado, así que al menos eso funciona a favor de los Bengals. La pandemia acabó con el necesario trabajo de temporada baja que, idealmente, deben tener los quarterbacks novatos, particularmente aquellos que son lanzados a las fieras desde la Semana 1, como sucederá con Burrow. Habrá mejoría, pero es complicado sentir suficiente optimismo alrededor de un equipo que parece estar lejos de concluir su reconstrucción. Una marca de 4-12 o algo muy cercano a ello parece aguardarle a Cincy en el 2020.