Nada dolería más a Steelers que perder la marca perfecta contra el odiado vecino que ni siquiera vive sus mejores momentos
Quizá no han firmado los mejores partidos en la historia de la liga, pero sí de las mejores batallas, pleitos en los emparrillados, y han dejado un largo historial de lesiones.
Semana 10, un nuevo capítulo en la rivalidad Steelers vs Bengals, lo que pinta también para un duelo de mariscales entre la vieja y la nueva generación, contando obviamente con que Ben Roethlisberger pueda estar presente en el terreno de juego para defender el invicto de Pittsburgh (8-0), contra el pick número uno global del pasado draft, Joe Burrow, que tendrá manos pequeñas, pero ha demostrado tener también grandes actuaciones en lo individual.
Esta historia de agresiones entre ambos equipos data desde 1970, así que no me meteré mucho en el pasado que ha solido dejar soldados caídos en cada batalla, capítulos como el de Kimo von Oelhoffen, girando sobre la pierna del quarterback Carson Palmer para desgarrarle los ligamentos, Terence Garvin fracturándole la mandíbula a Kevin Huber, Vontaze Burfict lesionando a Le'Veon Bell para terminar con su temporada, un dedo fracturado para Andy Dalton, A.J. Green conmocionado, y por supuesto, recordar la escalofriante lesión de Ryan Shazier que se dio también en un duelo contra Cincinnati. Vale la pena y lo recomiendo, echarse un clavado a videos del pasado para dimensionar la clase de odio que se tienen estos vecinos en el norte de la AFC.
Prefiero enfocarme en el presente, ese que está viviendo Joe Burrow con los Bengals y que pinta para ser un buen futuro. Entiéndase que llegaba al peor equipo de la liga y que solo frente a los Ravens fueron aplastados, porque contra el resto se han mantenido en el partido y han perdido por poca diferencia. El producto de LSU, ha lanzado 11 pases de touchdown por cinco intercepciones, pero siendo de los que menos talento tiene en opciones a la ofensiva, y ni qué decir de su defensiva clasificada como la N° 26 en la liga en cuanto a yardas permitidas, así es mucho más difícil mantenerlos en el juego. Además de la poca protección a Burrow que ha sido de los más capturados en la campaña con 28 capturas, solo por detrás de Carson Wentz, quarterback de los Eagles. Con todo eso, los ha mantenido en pelea cada partido, evitando tacleadas y ganando yardas.
Por eso creo que no pinta fácil para los Steelers como lo marca el registro de ambos. Y es que Pittsburgh ha encontrado la forma de complicarse la vida cada semana, así como Jets o Chargers siguen encontrando formas de perder, Pittsburgh encuentra la manera de resolver y ganar partidos, pero ninguno ha sido fácil ni arrollador, ni con los equipos de peor marca negativa como Eagles, Giants o Texans, casi ninguno de los ganados ha sido por amplio margen, salvo frente a los Browns.
Lo dije antes de Semana 9, cuando todos firmaban que podría ser una verdadera paliza la que Steelers les propinarían a Cowboys, su línea de favoritos estaba en 14.5, y vean lo que resultó, un penar en cada jugada para el conjunto de acero, donde de no ser por Minkah Fitzpatrick, pudieron haber perdido en los últimos segundos. Ese juego donde nadie le daba un ápice de confianza a Dallas, yo abrí una ventana de posibilidad no porque creyera en el conjunto de Mike McCarthy, sino porque Pittsburgh no es precisamente lo que indica su marca, no es el mejor equipo de la liga, aunque tiene todo el potencial para serlo.
Si Roethlisberger no está en el centro de la ofensiva, caen dramáticamente las acciones del acero. Incluso si Big Ben juega tocado de ambas rodillas como se manifestó luego del juego en Arlington, es mejor que cualquiera de sus suplentes.
Es el momento de despertar para los de Mike Tomlin, nada dolería más que perder la marca perfecta contra el odiado vecino que ni siquiera vive sus mejores momentos. Y si los Bengals pierden, creo que van a vender cara la derrota.