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¿Será Amari Cooper la primera ficha del dominó en caer para los Dallas Cowboys?

Los Cowboys diseñaron el acuerdo del receptor abierto estelar por 100 millones de dólares de modo en que podrían escapar de él a cambio de una penalidad relativamente baja en el último par de años

INDIANAPOLIS -- A veces, no es lo que se dice lo que llama más la atención.

Cuando se le preguntó de modo directo si Amari Cooper estaría en la plantilla de los Dallas Cowboys en el 2022, el vicepresidente ejecutivo, Stephen Jones, objetó.

"Es demasiado prematuro para que yo hable de eso, todavía", sostuvo Jones desde el Combinado de Talento de la NFL en Indianapolis el lunes. "Digo, seguimos teniendo conversaciones".

Si el status de Cooper estuviera cimentado, Jones hubiera sido enfático en su apoyo al receptor abierto, del mismo modo en que lo fue en la sesión de entrevista con reporteros respecto al corredor Ezekiel Elliott.

"Quiero a Zeke en mi equipo", dijo Jones. "Hablas acerca de jugar a pesar de las lesiones, algunas cosas que son difíciles. Digo, es un competidor. Creo que es un muy buen corredor, y creo que nos va a ayudar a ganar este año. Obviamente, su contrato, su dinero, está garantizado. Estará aquí, no hay duda. Somos afortunados de tenerlo".

Elliott finalizó con 1,002 yardas terrestres y 10 touchdowns en 237 acarreos, jugando la mayor parte de la campaña con un ligamento posterior cruzado parcialmente roto. Usó una estorbosa rodillera por la mayoría de la segunda mitad de la campaña, pero siguió jugando.

Podría tratarse simplemente de la economía hablando.

El salario base de Elliott de 12.4 millones de dólares para el 2022 ha quedado totalmente garantizado. No tendría sentido financiero seguir adelante sin Elliott, y hay una posibilidad casi nula de que otro equipo quera adquirir en canje al corredor.

El salario base de Cooper de 20 millones de dólares no queda totalmente garantizado hasta el quinto día del nuevo año de la liga. Los Cowboys diseñaron el acuerdo por 100 millones de dólares de modo en que podrían escapar de él a cambio de una penalidad relativamente baja en el último par de años. Si cortan a Cooper, contaría por 6 millones de dólares contra el tope salarial, no 22 millones.

Para un equipo que está proyectado unos 21 millones de dólares por arriba del tope, todo dólar cuenta, particularmente con tantos agentes libres clave como el ala defensiva Randy Gregory, el ala cerrada Dalton Schultz, el linebacker Leighton Vander Esch y el safety Jayron Kearse.

¿Qué otros movimientos para crear espacio bajo el tope salarial podrían seguir? Reestructurar el acuerdo del quarterback Dak Prescott podría abrir cerca de 15 millones de dólares.

Pero, si los Cowboys cortan a Cooper, podrían enfrentar gran recambio en la posición de receptor abierto para el 2022. CeeDee Lamb está fijo, pero Michael Gallup --quien se rompió el ligamento anterior cruzado a finales de la temporada pasada-- y Cedrick Wilson, están por convertirse en agentes libres.

"Muchas cosas afectan [el status de Cooper] en términos de obviamente hemos sido afortunados de contar con esos tres grandes receptores abiertos en nuestra plantilla, y es obviamente difícil seguir con eso bajo el tope salarial", expresó Jones. "Y, ciertamente, Ced hizo un muy buen trabajo para nosotros, y también [acaba contrato]. Así que hay partes en movimiento que tendremos que seguir trabajando conforme trabajamos a futuro".

Una de las cosas que no afectará el puesto de Cooper es su decisión de no vacunarse la temporada pasada, de acuerdo a Jones, a pesar de que lo costó dos partidos que perdieron los Cowboys.

Cooper finalizó con 865 yardas en 68 recepciones con ocho touchdowns en sus 15 encuentros. Buenos, números, pero no números para un receptor abierto primario, que es lo que refleja su sueldo. Sumó dos partidos de al menos 100 yardas en recepciones en las primeras siste jornadas, y luego ninguno en las ocho finales. Tuvo tres partidos con dos recepciones, y uno con tres.

La producción en el juego aéreo cayó cuando los números de Cooper cayeron.

"Simplemente, pienso que es una filosofía ofensiva, y cuando tuvimos a los jugadores, entre [el coordinador ofensivo] Kellen [Moore] y Dak, hubo progresión hacia dónde se lanzaba el ovoide", explicó Jones. "Dependiendo en cómo alineó la defensiva, se apuntaba el ovoide a ciertos lugares. Si van a doblar por aquí, si van a doblar en lo profundo allá, eso dictará hacia dónde va el ovoide. Así que, creo que es más un tema de sistema. No fue un 'No le lanzaremos tanto a Amari'".

Si el sistema no lleva a un mejor rédito sobre la inversión, entonces …

"Pasamos por todo eso", señaló Jones. "No nos meteremos en ello individualmente. Pero, sí, todo eso juega en cómo invertimos".