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¿Cuándo tendrán que elegir los 49ers entre Brandon Aiyuk y Deebo Samuel?

San Francisco podría enfrentar serios problemas de tope salarial a largo plazo por los contratos lucrativos de ambos receptores

SANTA CLARA -- Después de traspasar al tackle defensivo estelar DeForest Buckner a los Indianapolis Colts en el 2020, el gerente general de los San Francisco 49ers, John Lynch, lo describió como la decisión más difícil que ha tenido que tomar desde que asumiera el puesto, tres años antes.

Escenarios similarmente complicados han surgido desde entonces, el más reciente con el tackle derecho Mike McGlinchey, recluta N° 9 global del Draft 2018. McGlinchey deseaba quedarse en San Francisco y los Niners deseaban retenerlo, pero era claro mucho antes de que McGlinchey firmara por cinco temporadas y 87.5 millones de dólares con los Denver Broncos en marzo, que las partes se dirigían a un rompimiento.

En el núcleo de esos movimientos, están las decisiones entre uno y otro jugador estelar que a la mayoría de los clubes les gustaría tener. En el 2020, significó que Buckner se marchaba, para que pudiera quedarse el también liniero defensivo Arik Armstead. Este año, era la salida de McGlinchey porque Trent Williams firmó un convenio en el 2021 que lo convirtió en el tackle ofensivo mejor pagado del juego. A un nivel mejor, los 49ers eligieron renovar con el linebacker Dre Greenlaw en lugar de retener a Azeez Al-Shaair.

Todo lo anterior prepara el escenario para lo que podría ser el próximo gran dilema en San Francisco en términos de contrato: ¿Qué hacer con los receptores abiertos Deebo Samuel y Brandon Aiyuk? Dado que Samuel firmó una extensión de contrato por tres años y 71.55 millones en agosto, podría parecer demasiado pronto para discutirlo. Pero con Aiyuk elegible para una extensión y viniendo de una temporada en la que él, no Samuel o el ala cerrada de Pro Bowl, George Kittle, lideró al equipo en recepciones, se dirige hacia un acuerdo lucrativo.

"Es una buena pregunta", declaró Lynch. "Es una buena pregunta porque entiendo la línea de pensamiento. No puedes mantenerlos a todos".

Esa línea de pensamiento, combinada con los 49ers recibiendo llamadas de equipos interesados en adquirir a Aiyuk, fue suficiente para que la gente se preguntara si los Niners realmente se desprenderían de él este año. La fábrica de rumores trabajó tan duro durante la semana del draft que Aiyuk, reclutado en el turno N° 25 global en el sorteo del 2020, tuvo momentos de duda. El 28 de abril, Aiyuk escribió en su cuenta de Twitter que recibió una llamada de su agente que "solo estaba charlando", pero le preocupaba que pudiese ser la llamada para informarle que había sido canjeado.

Si bien Lynch y Shanahan insisten que escucharán llamadas de cualquiera --bromean diciendo que se canjearían el uno al otro si la oferta es lo suficientemente buena-- nunca tuvieron la intención de hacer otra cosa que mantener a Aiyuk para el 2023.

Los Niners mantuvieron a Aiyuk y ejercieron la opción de quinto año de su contrato de novato antes de la fecha límite del 1° de mayo, lo que le garantiza un salario base de 14.124 millones para la campaña del 2024 si no firma una extensión de contrato antes de esa fecha. Ahí es donde se encuentra el predicamento de los 49ers. Tradicionalmente, prefieren no firmar selecciones de primera ronda con una extensión hasta después de su cuarta temporada. Eso sucederá más tarde este verano con el ala defensiva Nick Bosa, quien probablemente se convertirá en el defensivo mejor pagado de la liga cuando se concrete su acuerdo.

Si Aiyuk puede construir sobre las 78 recepciones, 1,015 yardas y ocho touchdowns que registró en el 2022, existe un argumento legítimo de que no solo es el mejor receptor puro de San Francisco, sino también uno de los talentos emergentes de la liga en la posición. Considerando el costo creciente de los mejores receptores, los Niners teóricamente tendrían que decidir entre Samuel y Aiyuk.

Eso podría ocurrir eventualmente, pero también hay camino para que los Niners retrasen esa decisión al menos otro año mientras siguen persiguiendo su elusivo sexto Trofeo Lombardi. El impacto en el tope salarial de Samuel en el 2023 es de 8.65 millones, una cifra amigable, mientras el de Aiyuk es de poco menos de 4 millones. Sus cifras combinadas saltan de 12.65 millones a un golpe de 42.696 millones en el 2024.

Pero en circunstancias normales, la mayoría de las selecciones de primera ronda que firman un contrato lucrativo a largo plazo tendrán un impacto en el tope salarial más manejable en el primer año de lo que tendrían si juegan con la opción de quinto año. El impacto en el tope salarial de Samuel en el 2022 después de firmar su extensión fue de 6.88 millones y no sube drásticamente hasta el 2024 (28.5 millones). Esa sigue siguiendo una inversión significativa, sin embargo, no sería descabellado pensar que los Niners podrían mantener juntos a Samuel y Aiyuk por otro par de temporadas al estructurar una extensión para Aiyuk de manera que limite su impacto en el tope salarial a corto plazo.

Independientemente de todo, los Niners ven a Aiyuk distinto a jugadores como Buckner y McGlinchey en gran parte debido a su evolución como franquicia. Los Niners tomaron algunas de sus decisiones anteriores para intentar extender su ventana de Super Bowl el mayor tiempo posible. Sus elecciones actuales se tomaron en un esfuerzo por saltar por esa ventana antes de que se cierre.

"Estamos tratando de hacer algo especial este año y Brandon también será una parte importante de eso y mucho más", sentenció Lynch. "Siempre tienes que pensar en algunos años, pero estamos muy emocionados con Brandon. Siento que dio otro gran paso el año pasado y creo que lo mejor está por venir y queremos que sea parte de eso.

"A partir de ahora y para el futuro, estamos muy emocionados con Brandon Aiyuk y dónde se encuentra como profesional".

Otro factor importante es cómo podría resultar esto: la confianza de los Niners en el quarterback Brock Purdy. Se espera que Purdy regrese a la alineación titular esta temporada y más allá una vez que se recupere de una cirugía en el codo. Purdy no es elegible para una extensión de contrato hasta después de la campaña del 2024 y tiene un impacto en el tope salarial de 889,253 dólares y 1,004,253 dólares en el 2023 y 2024, respectivamente.

Ese precio tan bajo coincide con golpes masivos en el tope salarial de Kittle, Williams y el apoyador Fred Warner. También contribuyó en gran medida a permitir que los Niners puedan pagar para mantener su núcleo por al menos dos temporadas más y firmar con un contrato importante al tackle defensivo agente libre Javon Hargrave. Y si Purdy cumple y se gana su propio acuerdo lucrativo, San Francisco tendrá que tomar decisiones todavía más costosas.

"Ese era todo el objetivo", expresó Shanahan. "Si podíamos conseguir un quarterback con un contrato de novato para jugar a un nivel alto, lo suficientemente alto como para pensar que podíamos ganar, entonces pensamos que podríamos construir nuestro equipo".