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La ruta del aguacate mexicano hacia el Super Bowl 2024

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La travesía del aguacate mexicano a la fiesta del Super Bowl (3:05)

El Super Bowl comienza seis semanas antes en Michoacán, cuando familias mexicanas trabajan en las huertas de aguacate de exportación que llega a los Estados Unidos. (3:05)

Semanas previas al Super Bowl 2024, familias mexicanas trabajaron para cumplir con la demanda de miles de toneladas de aguacate para Estados Unidos.


En Michoacán, México, dicen que el Super Bowl es la fiesta del aguacate… que será uno de los protagonistas de este domingo 11 de febrero.

Uno de los máximos eventos del deporte de Estados Unidos se convierte, cada año, en la principal fuente de ingresos de cientos de familias en México, que concentran todos sus esfuerzos en hacer posible que las 138 mil toneladas de aguacate estén en su punto para el día que se enfrentan los mejores equipos de la NFL.

“El Super Bowl es la fiesta del aguacate, porque es cuando todos lo festejamos. En Michoacán se festeja ese día porque hubo mucho trabajo en las semanas previas y en Estados Unidos lo festejan porque lo tienen en su mesa. La fiesta de cumpleaños del aguacate es el Super Bowl. Supongo que hubo tiempo en el que el queso era el principal elemento en las mesas de las familias que veían el Super Bowl, pero ahora sabemos que es el aguacate michoacano”, comenta Héctor Avilés, gerente general de la empacadora Abokados, la principal en México.

El 11 de febrero se enfrentan en Las Vegas, Nevada, San Francisco 49ers ante Kansas City Chiefs. Es el juego que definirá al campeón de la NFL.

En Michoacán el Super Bowl inicia seis semanas antes del kick off. A mil 656 millas de la sede de Las Vegas, Nevada, familias enteras se despiertan a las siete de la mañana para cortar el aguacate, empacarlo y enviarlo hacia los Estados Unidos, con el objetivo de que el 11 de febrero esté servido en la mesa de los más de 113 millones aficionados que sintonizan el evento por televisión, la audiencia que registró el juego de la NFL el año pasado, según datos que Nielsen.

“Michoacán tiene poblaciones enteras que se dedican al aguacate. Enteras no nada más me refiero a que siembren el producto, sino que hay familias completas que son cortadores u otras que todos sus integrantes trabajan en las empacadoras. Hay comunidades que han tenido ese beneficio sostenido, sobre todo en estos tiempos tan complicados, muy difíciles de unos años para acá, por el dominio exagerado del crimen organizado. No sé qué sería de Michoacán sin los productos agrícolas, muchos estarían del lado malo. Esto les da trabajo y ha mantenido a las familias del lado correcto”.

¿Cómo es la tortuosa ruta del aguacate a Estados Unidos?

La estadística impacta: cada siete minutos sale un camión de Michoacán a los Estados Unidos con 132 mil aguacates, en la temporada del Super Bowl. Un cargamento del fruto mexicano tiene un valor promedio entre los 80 mil a los 100 mil dólares y su ruta pasa por algunos estados donde los índices de inseguridad se disparan, antes de cruzar por la frontera de Reynosa, Tamaulipas, el principal acceso al país de norteamericano.

Michoacán y Guanajuato, de acuerdo a las autoridades mexicanas, fueron dos de los cinco estados con mayor inseguridad en el 2023, esas dos entidades forman parte de la ruta que atraviesa el aguacate para llegar a los Estados Unidos.

“Una vez que sale a Estados Unidos, el camión sale con un candado y un certificado firmado por las autoridades norteamericanas y mexicanas, llegando allá te vuelven a revisar. En todas las fronteras hay un inspector, puedes pasar por todos lados. La mayoría lo mandamos a Texas, Laredo o McAllen, Nogales, por California y si vamos a entregar en Calleja, que es Reynosa, atraviesa Michoacán, Guanajuato, San Luis Potosí, Tamaulipas ahí está la frontera. Es un viaje de 12 a 14 horas de día. Así es como llega”, describe Héctor Avilés, gerente general de Abokados.

En ese trayecto, los cargamentos de aguacate pueden ser presa de la delincuencia organizada y en promedio, por empacadora, se pierden entre ocho y diez camiones al año. El problema es que si el camión es abierto antes de llegar a los Estados Unidos: “pierde todo su valor”.

“Puedes tomar las medidas que quieras, siempre y cuando cumplas el programa que toman las autoridades mexicanas y extranjeras, que es no abrir el camión hasta su destino. Lo sellan y ya no puedes abrirlo. Hay temporadas en las que el valor de la fruta está por los cielos y son escoltados los fletes”, agrega Héctor Avilés. “En el 2023, tuvimos pocas incidencias. En el 2022 nos robaron ocho unidades. En promedio se roban de ocho a 10 camiones cada año. Nos despojan con un comando, no se llevan el camión. Se avienta toda la carga de un camión a otro en cinco minutos, tienen una destreza increíble”, lamenta el gerente general de Abokados.

De la prohibición al boom del aguacate por el Super Bowl

Hace 25 años el aguacate mexicano fue bloqueado en los Estados Unidos debido a un problema de larvas. En la actualidad, es uno de los tres productos que México más exporta al país en el que se organiza el Super Bowl, gracias a un sistema en el que las autoridades de Estados Unidos y mexicanas siempre tienen un centinela cuidando la producción de cada aguacate.

“Es un mecanismo muy estricto, nosotros estamos en Michoacán, la mayoría estamos aquí, concentrados en la zona de Uruapan o en Morelia. No importa en dónde están las empacadoras. Hay un programa, que sigue el departamento de Estados Unidos, para estar presentes en todo el proceso. No trabajamos solitos, nos tienen que mandar un inspector permanente, las 24 horas, para vigilar que todos los procesos se cumplan según los estándares de Estados Unidos. También México manda otro inspector, es muy puntual la forma en la que se cumple cada uno de los requisitos, para que llegue una fruta al otro lado de la frontera”, comparte Héctor Avilés.

Un árbol de aguacate tarda entre cinco y diez años en alcanzar su madurez para ofrecer su fruto y siempre está vigilado, desde que la huerta es un puño de tierra, hasta que llega a los puntos de venta en los Estados Unidos. Este proceso hace posible que se conozca el origen de cada producto que llega a los Estados Unidos.

La jornada para cortar aguacates comienza a las siete de la mañana y termina con la luz del día, para llevar el producto a la empacadora y ahí preparar el flete que recorre el país hasta llegar al otro lado del Río Bravo.

“Cada aguacate debe ser tocada por una persona a la hora de empacarlo, se ocupan mínimo 200 personas para cargar un camión de aguacate. En campo necesitamos los cortadores, que es un equipo de nueve personas. En una huerta se sacan las cajas, de ahí se transporta al empaque. Ahí se necesitan muchas manos, es un proceso artesanal y muy efectivo para el control de calidad. Al final la fletera se lo lleva en cámaras refrigeradas hasta los Estados Unidos, allá súmale las personas que reciben y acomodan”.

La fiesta del aguacate mexicano en Estados Unidos

El aguacate viene del nahuatl “ahuacatl”, que significa “testículos de árbol”. El ahora oro verde tiene su punto de mayor ebullición en febrero, el mes en el que es servido en las mesas de los aficionados a la NFL y el momento de la patada inicial del Super Bowl representa el fin de la temporada más fuerte para los productores en México.

“En el empaque somos muy inclusivos, le damos trabajo a gente humilde que con su destreza se hace muy valiosa, no saben qué es el Super Bowl, tienen la noción que es una temporada de trabajo fuerte y que es la que tienen mejores ingresos”, narra el gerente de Abokados. “Aquí no hay Año Nuevo, ni nada de eso, bueno sí descansan los trabajadores, pero las huertas siguen trabajando y los productores propician que la fruta esté lista para ese momento, para el Super Bowl. No se vende más en esa época porque desgraciadamente es un producto perecedero, y el vendedor no puede prepararse comprando meses antes”.

El tamaño mínimo de un aguacate que se exporta a los Estados Unidos es de 110 gramos, el máximo es de 240 gramos, y el principal consumidor es el estado de California, aunque Texas es el que más recibe y compra aguacate mexicano. En anaquel, el valor del aguacate ronda los 2.5 dólares.

“Texas es nuestro principal cliente, es la entrada más cercana a Michoacán. Es nuestro principal cliente, porque hay muchas comercializadoras y ellos se encargan de transportarlo a todas partes de Estados Unidos. Hay muchos mayoristas allá. El que más consume es California, pero también ese estado es un gran productor de aguacate”.

En Estados Unidos hay 113 millones de televidentes que esperan el día del Super Bowl para degustar un tazón de guacamole, en México, esperan el inicio del juego en Las Vegas, Nevada, para, una vez más, darle fin a la temporada más fuerte del aguacate.

“El aguacate está colocado en nuestros corazones, sabemos que es una fruta deliciosa. Es una de las principales entradas de divisas al país, en Michoacán es casi es una religión, es una bendición, cientos y miles de personas trabajamos en este mercado, el aguacate se ha convertido en nuestra forma de vida”.