El Tom Brady que saltó esta noche al campo en Gillette Stadium para liderar a sus New England Patriots frente a los Houston Texans en partido de Ronda Divisional, aparentemente no fue el mismo Tom Brady de la campaña regular.
Después de lanzar únicamente dos pases interceptados en 12 partidos disputados de temporada regular, Brady lanzó dos esta noche frente a los Texans, ambos en pases desviados.
El primer de ellos llegó en el principio del segundo periodo, en jugada de primero y 10 desde la yarda 20 de los Texans, cuando envió el ovoide al receptor Michael Floyd, quien no pudo quedarse con el pase antes de que cayera en manos de A.J. Bouye.
El segundo ocurrió en segunda y 10, desde la yarda 23 de los Patriots. Brady tiró su pase por el centro del campo buscando a Julian Edelman, pero el apoyador Benardrick McKinney metió la mano para desviar la trayectoria del ovoide, que aterrizó en manos de Andre Hal.
En ambos casos, los Texans cobraron el error con goles de campo de Nick Novak, de 27 y 46 yardas, respectivamente.
Aunado a los robos de balón de Bouye y Hal, DeShawn Shead de los Seattle Seahawks en la Semana 10, y Eric Weddle de los Baltimore Ravens en la Semana 14.
Con sus dos intercepciones de la noche, Brady alcanzó la cifra de 30 en partidos de postemporada, empatando a Brett Favre por la mayor cantidad de envíos robados en juegos de playoffs en la historia de la liga.
Brady lanzó también pases de anotación a Dion Lewis y James White.
Por su parte, la contraparte de Brady, Brock Osweiler, tiró tres pases de intercepción en la noche, contra un touchdown. Devin McCourty, Logan Ryan y Patrick Chung fueron los defensivos de New England que se quedaron con los pases errados de Osweiler, aunque New England fue capaz de convertir la segunda de ella en touchdown terrestre de Lewis, dos jugadas más tarde. La tercera sirvió para sentenciar el juego, por marcador de 34-16, enviando a New Negland al Juego de Conferencia de la AFC por sexta ocasión consecutiva.