MINNEAPOLIS-- Con la selección N° 149, en la quinta ronda del draft del 2011, los Philadelphia Eagles seleccionan al corredor Dion Lewis.
Aceleramos el calendario siete años, y Lewis estará en la vereda de enfrente, y es una de las piezas clave de los New England Patriots de cara al Super Bowl LII .
Para Lewis, será un partido más que especial, aunque está hablando de revancha.
"Definitivamente quiero mostrarle a los Eagles lo que se perdieron", admitió Lewis. "Pero a la vez tengo que tomar responsabilidad por mi carencia de producción cuando estuve allí".
En sus dos años con Philadelphia, Lewis totalizó 36 acarreos para 171 yardas y dos touchdowns antes de cambiarlo a los Cleveland Browns.
Ni siquiera tuvo un acarreo con los Browns luego de fracturarse la pierna durante la pretemporada, y luego los Indianapolis Colts se hicieron de sus servicios en el 2014.
Sin embargo, lo cortaron antes del inicio de la temporada, y allí fue cuando New England apostó en Lewis en 2015, pese a que no tenía ningún acarreo oficial desde el 2012.
Todo parecía indicar que el riesgo iba a pagar dividendos para los Patriots, luego de que Lewis comenzara la temporada al rojo vivo totalizando 120 yardas en su debut ante los Pittsburgh Steelers, aunque una vez más su físico volvió a fallarle.
En la Semana 9, Lewis se rompió los ligamentos cruzados de la rodilla y no volvió a recibir un acarreo hasta la Semana 11 del 2016.
A esa altura del partido, Lewis estaba detrás de LeGarrette Blount y James White en el orden de plantilla y la parte mental empezaba a pasarle factura.
"Fueron los tiempos más frustrantes de mi carrera", declaró Lewis. "Pero nunca dejé de creer en mi habilidad y estoy orgulloso de que nunca bajé los brazos".
Esta temporada Blount ya no estaba con los Patriots, pero Lewis tenía que batallar con Rex Burkhead y Mike Gillislee.
En los primeros cuatro partidos, Lewis no tuvo nunca más de cinco toques de ovoide, y fue recién en la segunda parte de la temporada que el corredor de 1.73 de estatura empezó a ser un foco central de la ofensiva.
Lewis totalizó 513 yardas más que cualquiera de sus pares en New England, y lideró al equipo en touchdowns, además de promediar 5.0 yardas por acarreo.
"Simplemente me concentro en atacar los huecos, y cuando es necesario, terminar con autoridad los acarreos", expresó Lewis.
Es que pese a su baja estatura, Lewis tiene piernas potentes más allá de que la mayoría lo ve simplemente como un corredor elusivo.
"Hay una diferencia entre corredores pequeños, y corredores bajos", explicó el entrenador en jefe Bill Belichick. "Dion es bajo, pero es potente como pocos. No recibe el crédito que se merece".
Lewis será agente libre después de esta temporada, y seguramente se ganará un contrato muy lucrativo tras esta campaña.
"No es momento de hablar de la agencia libre", enfatizó Lewis. "Si uno trabaja duro, las cosas vienen solas".
Lewis es para muchos el factor X de este Super Bowl para New England, dado que cada vez que supera las 100 yardas totales, los Patriots ganan (8-0).
No será sencillo encontrar espacios ante la mejor defensiva de la liga este año a la hora de detener el ataque terrestre; los Eagles sólo permitieron 79.2 yardas por partido.
Sin embargo, Lewis, el jugador al cual el ex Patriot, Willie McGinest, apodó "El Arma Letal", puede lastimarte de distintas maneras, ya sea por tierra, por aire o vía los equipos especiales.
Mucha agua ha pasado por debajo del puente desde que los Eagles eligieron a Lewis en la quinta ronda de aquel draft en 2011.
El camino no fue sencillo, y por eso Lewis disfruta cada segundo de su historia de redención como si fuese el último.
"Todavía no puedo creer que estoy aquí", concluyó Lewis. "Aunque nunca bajé los brazos, hace cinco años nunca me lo hubiese imaginado".