INDIANAPOLIS — Bill Polian simplificó el proceso del draft de la NFL hace años.
Estudió los videos, se apoyó en expertos médicos, analizó las cifras y se entrevistó con jugadores.
Con la oleada de cancelaciones de las sesiones de prácticas ante reclutadores y entrenadores a raíz de la pandemia del nuevo coronavirus, el ejecutivo miembro del Salón de la Fama que ayudó a formar varios equipos que disputaron el Super Bowl a lo largo de una carrera de 32 años, cree que es momento de retomar ese enfoque.
“En realidad lo único que uno necesita, y especialmente en un momento como este, es el video de los juegos, el examen físico, que quizá sea difícil obtener por ahora, y las estadísticas”, dijo a The Associated Press. “Así que, si un jugador ha estado en un entrenamiento Combinado, eso es todo lo que uno necesita. Si el jugador no asistió al Combinado o proviene de una escuela pequeña entonces a uno sólo le queda revisar los videos de los partidos y ser un poco menos preciso”.
“La gente que no lo ha hecho tanto tiempo como yo probablemente está ahora un poco desconcertada al respecto”, agregó.
Los buscadores de talento, directivos e incluso entrenadores más jóvenes están afrontando un proceso de draft completamente nuevo, con la población estadounidense en aislamiento y los médicos abrumados por el incremento de casos de COVID-19.
Para la mayor parte de este año han quedado descartadas las entrevistas en persona, ejercicios en instalaciones universitarias y visitas a las sedes de los equipos de la liga. Quienes toman las decisiones tampoco tendrán a su disposición algunas de las estadísticas recopiladas en las sesiones de entrenamiento en una época en que dependen cada vez más en los criterios cuantificables.
Esta combinación ha obligado a todos a repensar cómo hacen negocios.
“Hoy más que nunca me siento como un consejero de salud mental debido a que muchos de estos chicos están estresados por no tener la oportunidad de exhibir por lo que tanto han trabajado toda su vida”, dijo David Moreno, quien representa a 10 prospectos para la NFL.
Todos coinciden en que los mejores jugadores, como el ganador del trofeo Heisman, Joe Burrow de LSU, y el ala defensiva Chase Young de Ohio State, no tendrán problema. Hicieron lo suficiente en sus carreras universitarias y todo ello está en video. Además, se reunieron con directivos de los equipos y fueron sometidos a pruebas médicas durante el combinado anual de la NFL en Indianapolis.
Algunos jugadores con cuestiones médicas como Tua Tagovailoa de Alabama, finalista al trofeo Heisman en 2018, o el receptor abierto de Colorado, Laviska Shenault Jr., probablemente tampoco sufrirán un desplome en sus posibilidades.