Desde que John Harbaugh se convirtió en el entrenador de los Baltimore Ravens en el 2008, ha supervisado muchos cambios importantes, desde cambiar a los quarterbacks franquicia hasta renovar el sistema defensivo.
Una de las constantes de la era Harbaugh de 12 años ha sido cómo se debe ganar el camino al campo de práctica en el campamento de entrenamiento, incluso en la era virtual, para disgusto de los jugadores.
Al concluir sus reuniones remotas de la semana pasada, la mayoría de los jugadores de Baltimore instalaron sus teléfonos en trípodes y se mostraron haciendo la prueba de acondicionamiento más venerada y odiada de la liga.
Los novatos empezaron a bromear en Twitter sobre lo cansados y agotados que estaban después de tomarla. El actual Jugador Más Valioso de la NFL, Lamar Jackson, participó con un gif de "King of Queens" que mostraba al comediante Kevin James arrodillado antes de caer de cara en el suelo.
Conditioning test🥴🥵 pic.twitter.com/FAKuHwFZRo
— Lamar Jackson (@Lj_era8) June 17, 2020
De acuerdo a jugadores actuales y anteriores, esta prueba de acondicionamiento se ha mantenido igual, llevando a los mejores atletas al límite y haciendo que muchos fracasen.
Esta es la prueba: los jugadores deben correr un total de 900 yardas en seis sets. Cada conjunto consta de 25 yardas de ida y vuelta tres veces. Deben terminar ese arrancón de 150 yardas por debajo de un tiempo designado: 32 segundos para los linieros ofensivos y defensivos, 29 segundos para los alas cerradas y linebackers y 27 segundos para los receptores abiertos, corredores y backs defensivos. Si pasas ese tiempo en cualquiera de los seis sets, repruebas la prueba y tienes que volver a tomarla.
El descanso entre cada conjunto es de 64 segundos. Al final de la misma, los jugadores se extienden en el suelo, tratando de recuperar el aliento. El safety de Pro Bowl, Earl Thomas, reconoció el año pasado que casi vomita después de completarlo.
"Es pura muerte", dijo el ex corredor, Justin Forsett, quien jugó para siete equipos de la NFL. "Es la prueba de acondicionamiento más difícil que tuve a lo largo de mi tiempo en la NFL".
Otros equipos tienen versiones de esta prueba. Los New England Patriots tienen arrancones cronometrados notoriamente difíciles, y los New Orleans Saints tienen una prueba inspirada en CrossFit.
Lo que separa a Baltimore es el cambio de dirección. Al dividir los arrancones en 25 yardas --en lugar de 50 y 100 yardas como otros equipos-- los jugadores están cambiando de dirección cinco veces cada set.
No puedes aflojar en ninguna de las vueltas. Si no pones el pie en el suelo al hacer el corte, pierdes tiempo y normalmente repruebas.
Es alrededor del cuarto segmento, a unas 500 yardas de iniciado, que se siente el ácido láctico acumularse en los muslos y las pantorrillas.
"Mis piernas se habían ido para ese entonces", dijo Fabian Washington, un esquinero para los Ravens del 2008 a 2010. "No las puedes levantar. Se siente como si estuvieras corriendo en lodo. Definitivamente fue un shock".
Tan legendaria como esta prueba se ha convertido en la historia de los Ravens, no hay una historia de origen igualmente épica. No fue transmitida por Bo Schembechler en la adolescencia de Harbaugh en Michigan ni fue fundada por el padre de Harbaugh en Western Kentucky. De hecho, Harbaugh no puede recordar de dónde vino.
Cuando se convirtió en el entrenador de los Ravens hace 12 años, miró pruebas que eran las más comparables al fútbol americano.
"Hay un elemento fundamental de acondicionamiento, un elemento de fuerza", dijo Harbaugh. "También hay un momento durante una serie cuando tienes que darle seis o siete segundos duro. Tienes un poco de tiempo libre, y estás de vuelta dándole duro de nuevo a un 100 por ciento, explosivo de una manera”.
Antes de la llegada de Harbaugh a Baltimore, el entrenador Brian Billick medía el acondicionamiento de los Ravens con una "prueba beep". Después del primer pitido, los jugadores corrían 15 yardas y de regreso antes de que sonara el segundo. Cada grupo de posición tenía un mínimo que tenía que hacer (generalmente más de 40). Esto mostraba si un jugador estaba en forma, pero no desafiaba su resistencia tanto como la prueba más tarde instalada por Harbaugh.
En la primera temporada de Harbaugh, Washington cree que los jugadores recibieron una advertencia sobre la nueva prueba, pero reconoció que no le prestó demasiada atención. Nunca había tenido problemas para pasar una prueba de acondicionamiento antes, y se había entrenado en la renombrada IMG Academy.
Washington reprobó la prueba de Harbaugh en dos de sus tres temporadas con los Ravens. "Es literalmente la mie--- más difícil de la historia", dijo.
Washington, una selección de primera ronda del 2005 por los Oakland Raiders, una vez corrió las 40 yardas en 4.29 segundos. Pero pronto se enteró de que la clave para pasar la prueba de los Ravens no era la velocidad.
En su primer intento, Washington voló a través de los dos primeras sets en 23 segundos, cuatro segundos más rápido que el límite de tiempo.
"Es una idea terrible", dijo Washington. "Deberías estar llegando a los 26. Ahorrar toda tu energía porque en los últimos tres. Los últimos tres son pura determinación. Vas a necesitar esos dos segundos extra que quemaste en los primeros".
Pasó cinco segundos por encima del límite de tiempo en el quinto segmento y 15 segundos más en su último.
Washington comenzó lo que se ha convertido en una larga lista de jugadores notables que han fracasado. Cada campamento de entrenamiento, es casi seguro que al menos un titular no va a estar en el campo de práctica para el primer día porque no pasó la prueba de acondicionamiento.
A lo largo de los años, Haloti Ngata, Mike Wallace, Lardarius Webb, Terrence Cody, Orlando Brown Jr. y Jermaine Eluemunor han estado entre los jugadores que reprobaron.
El especialista en regresos de patada de Pro Bowl, Jacoby Jones, reprobó la prueba en el 2013 después de participar en "Dancing With The Stars" esa temporada baja.
"Lo tomé justo cómo tomé los ACTs", dijo Jones. "Eventualmente pasé".
Hasta que pases, te colocan en la lista de lesiones no relacionadas al fútbol americano. Eso significa que eres un espectador en la práctica.
"Cada repetición no hecha es una repetición perdida", dijo Washington. "Tienes que estar en el campo si quieres quedar en el equipo. Tienes que darte prisa y ponerte en forma".
También hay otro elemento disuasivo.
"Cuando lo estás ejecutando, estás pensando en tu cabeza: tu castigo es que tienes que hacer todo esto de nuevo", dijo Forsett.
Cuando Forsett jugó para los Ravens del 2014 al 2016, se aseguró de que asistiera al programa de acondicionamiento de temporada baja, que vino con una gran ventaja. Los jugadores que trabajaban regularmente en las instalaciones de los Ravens durante la primavera no tenían que tomar la prueba completa. Tenían que hacer sólo una parte de la prueba al final de cada semana.
En la última temporada de Forsett con los Ravens, eligió entrenar en Florida y sabía que la prueba le esperaba a su regreso a Baltimore. Se aseguró de practicarlo una y otra vez.
"Provoca ansiedad", dijo Forsett.
El liniero ofensivo titular, Bradley Bozeman, dijo que la prueba desafía tu fuerza mental tanto como tu físico. Cuando a los jugadores se les permitió tomar el examen virtualmente la semana pasada, Bozeman fue a una escuela secundaria local y se filmó a sí mismo haciéndolo. No quería estar pensando en eso todo el verano.
"Si voy a estudiar para un examen, quiero tomar el examen cuando esté listo para el examen", dijo Bozeman.
A los jugadores se les pregunta sobre la prueba casi todos los años. Su respuesta: hazla y ten a alguien tomándote el tiempo.
¿De modo realista, puede algún fan pasarla?
“De ninguna manera”, dijo Bozeman. "A menos que hayas hecho entrenamientos como éste, no veo que realmente tengas una oportunidad".