TAMPA, Fla. -- No una sino dos veces, Tom Brady buscó al receptor Mike Evans en rutas profundas en las que se conectaron para envíos que viajaron 30 y 35 yardas por la banda derecha.
Evans no titubeó para atrapar ambos pases, incluso cuando el esquinero Mazzi Wilkins estaba encima de él. Momentos más tarde, el receptor y el quarterback de los Tampa Bay Buccaneers se arodillaron juntos en la banca y sonrieron.
Cuando se le preguntó a Evans cómo ha sido trabajar diariamente con una “leyenda viviente”, Evans dijo que Brady “también me intenta convertir en una leyenda viviente. Lo aprecio”.
“(Tom) es el GOAT, dentro y fuera del campo. Es algo loco. Es una súper estrella, el jugador con más logros en la historia de nuestro deporte y es como cualquier otro”, señaló Evans. “Trabaja extremadamente duro, siempre cuida su cuerpo, ama a su familia. Es agradable. Es un tipo con los pies en la tierra.
“Ya es uno de mis compañeros favoritos y sólo hemos tenido algunas prácticas juntos, así que eso dice mucho. Aprendo de él y ojalá podamos hacer alg increíble este año”, agregó el receptor.
Brady no ha tenido un receptor con los atributos de Evans (6-5 y 231 con un radio amplio para atrapar pases, desde que tuvo a Randy Moss, ídolo de Evans.
En 2019, Evans se unió a Moss como los únicos dos jugadores en la historia de la NFL con 1,000 o más yardas por recepciones en sus primeras seis temporadas. Moss tenía más velocidad para el juego profundo, mientras que Evans puede vencer en las coberturas a varios defensivos.
Sin embargo, el receptor de los Buccaneers ha tenido el deseo de producir más yardas tras la recepción, área en la que Brady puede ayudarle por la forma tan consistente en que coloca el balón en sus envíos, incluso en pases más largos.
Desde 2001, los New England Patriots promediaron 5.60 yardas tras la recepción por pase con Brady, segundo más alto en la liga en ese periodo y no sólo por los pases cortos, con los cuales es más fácil acumular yardas tras atrapar el ovoide, al tiempo que las 11.66 yardas por recepción de los Patriots fue el octavo promedio más alto en ese lapso.
La transición no ha sido totalmente fácil. Bruce Arians, coach de los Buccaneers, señaló que el martes, Brady lanzó un pase por el que Evans no estaba preparado, pero que no ha sido el único al que le ha pasado. Brady lanza rápidamente el ovoide, así que los jugadores deben hacer un mayor esfuerzo por girar sus cabezas.
“(Mike) regresó y entendió lo que había hecho mal”, dijo Arians. “Creyó que iba a vencer a su defensivo en la cobertura en vez de sólo avanzar lo suficiente y hacer el primero y 10”.
Kevin Garver, coach de receptores de los Buccaneers, dijo que Evans “respeta mucho” a Brady, aspecto que le ayudará a mejorar como receptor.
“Eso es lo principal que ayudará a Mike y luego, los detalles, algo que he recalcado a Mike en este receso de temporada”, indicó Garver. “Llegar a la profundidad adecuada, estar en el área correcta para atrapar el pase, usar la técnica correcta.
“Esas son las cosas en que Mike se está enfocando, así que, obviamente, tiene que hacerlas por sí mismo, pero jugar con un tipo como Tom le ayudará desde un punto de vista emotivo por jugar con un quarterback de ese calibre”, agregó el coach.
Por su lado, Arians considera que Evans aún tiene espacio para mejorar no sólo con Brady sino con la ofensiva en su segundo año con Tampa Bay.
“Los detalles. Estar en su segundo año de la ofensiva, hay pequeñas cosas que quiero ver que Mike haga. Realmente no hay mucho más que pedirle”, finalizó Arians.