La tradición que desean romper los 49ers dictan que es casi imposible ganar el Super Bowl al siguiente año de perderlo
Por alguna razón que no se ha terminado de explicar satisfactoriamente, los equipos que pierden un Super Bowl tienen probabilidades bajísimas de ganarlo al año siguiente. Seguro, los New England Patriots lo consiguieron muy recientemente, cayendo en el Super Bowl LII antes de volver para triunfar en el Super Bowl LIII. Pero esto ha sucedido solamente tres veces en 53 instancias posibles en la historia del Super Bowl, con los Dallas Cowboys de 1971 y los Miami Dolphins de 1972 siendo las únicas otras excepciones.
¿Pueden los San Francisco 49ers sobreponerse a esta histórica tendencia y ganarlo todo en el 2020? Ciertamente existen muchas piezas que hacen pensar esa posibilidad.
¿Qué necesitan hacer Jimmy Garoppolo y los 49ers para no sufrir la resaca de Super Bowl?
Lo más importante, es no revivir los errores del pasado. No hay que olvidar lo que sucedió en el Hard Rock Stadium de Miami a inicios del mes de febrero de este año en contra de los Kansas City Chiefs, cuando dejaron escapar una ventaja de 10 puntos en el cuarto periodo, pero tampoco se puede estar reviviendo.
Esto aplica no solamente para Garoppolo, aunque él carga la mayor parte de la culpa --justa o injustamente-- por ser el quarterback. Además, fue Garoppolo principalmente el que no pudo encontrar los modos para mover las cadenas en la segunda mitad del Super Bowl, y el que falló lo que parecía un seguro touchdown para Emmanuel Sanders.
Todo eso llegó después de que solo intentara ocho pases --completando seis de ellos-- en una victoria del Juego de Campeonato de la NFC frente a los Green Bay Packers en que, aparentemente, el equipo logró ganar de manera holgada sin su ayuda, y que sucediera una situación similar ante los Minnesota Vikings en la Ronda Divisional, cuando solamente lanzó 19 envíos.
En el Super Bowl, Garoppolo puso el ovoide en el aire 31 ocasiones, para terminar con un índice de pasador pobre de 69.2.
Claro está que la responsabilidad es compartida, y el head coach Kyle Shanahan merece parte de ella. Después de todo, es el encargado del mando de jugadas ofensivas de su equipo, y fue él quien no pudo mantener a su ataque en ritmo durante el cuarto periodo del Super Bowl, después de anotar 20 puntos en los primeros tres.
Para Shanahan no es la primera vez que, como encargado del mando de jugadas ofensivas, se le va de las manos una ventaja considerable. En el Super Bowl LI, como coordinador ofensivo de los Atlanta Falcons, su ofensiva perdió la habilidad de mover el ovoide con eficiencia después de ponerse arriba por 28-3 frente a New England.
Por más que Garoppolo reciba la mayor parte de la presión en público, el lastre más pesado a cargar en privado será para Shanahan, quien deberá enfrentar a todos los rivales del calendario del 2020 de los Niners además de enfrentar sus propias fallas del pasado reciente.
¿Quién es el nuevo rostro a seguir?
El receptor abierto novato Brandon Aiyuk tendrá la responsabilidad enorme de convertirse en el rostro importante entre los objetivos de Garoppolo. Fue elegido en la primera ronda del pasado draft con la intención de asumir el rol que dejó vacante Sanders cuando emigró en la agencia libre.
San Francisco opera un grupo de receptores de jugadores, más que nombres, pero Sanders era un hombre con una reputación más que establecida en la liga, con dos Super Bowls en su currículo.
Este año, las lesiones no han tenido merced contra los Niners, habiendo enviado ya a tres receptores abiertos a la lista de reservas lesionados: Jalen Hurd, Chris Thompson, y Tavon Austin. Uno más, Travis Benjamin, declinó la temporada a causa del coronavirus. Deebo Samuel, uno de los titulares, viene de una lesión de pie que le limitó enormemente en el campamento de entrenamiento, y aunque es probable que alcance a recuperarse para el arranque de temporada, todavía no hay garantías absolutas.
El propio Aiyuk viene de lesión. El novato sufrió una lesión en el tendón de la corva que, aunque no se espera que lo margine de debutar en la NFL durante la Semana 1, sí podría minimizar su impacto en el juego.
Más allá de lo que suceda en la Semana 1, ha sido un verano complicado para el grupo de receptores de los Niners, y eso solamente ha elevado la importancia del aporte de Aiyuk en la campaña que está por comenzar.
¿A quién van a echar de menos?
DeForest Buckner no solamente era uno de los mejores jugadores en la plantilla defensiva de San Francisco, sino también uno de los líderes indiscutibles de la unidad. Su partida vía canje a los Indianapolis Colts tendrá un efecto importante dentro del vestidor sin lugar a dudas, pero sobre el emparrillado es donde se sentirá más
Buckner es un liniero defensivo versátil que podía alinear a lo largo de varias técnicas sobre la línea, dependiendo de lo que necesitaban los Niners y la situación de juego. Igual podía ayudar a anclar el interior, como abrirse un poco y ayudar a establecer la orilla para cerrar el juego terrestre exterior, o colapsar la bolsa de protección.
Esas responsabilidades quedan ahora en manos del novato de primera ronda Javon Kinlaw. El producto de South Carolina arriba a la NFL con grandes credenciales, no hay duda de ello. Le ayudará bastante jugar con compañeros del calibre de Nick Bosa y Arik Armstead, y respaldados por Kwon Alexander, Fred Warner y Dre Greenlaw en el grupo de linebackers.
Con todo y eso, los Niners dependían de Buckner para imponer el tono al frente, y está por verse cuánto tiempo tarda Kinlaw en poder desempeñar ese rol en San Francisco.
Jugadores que declinaron la temporada a causa del coronavirus
Receptor abierto Travis Benjamin, tackle ofensivo Shon Coleman.
¿Qué dicen las casas de apuesta?
Para el Caesars Sportsbook, los Niners son los favoritos para quedarse con la división, colocándoles una línea de -105. Esta misma casa de apuestas los tiene como favoritos en +350 para repetir como campeones en la NFC.
Caliente, por si lado, publica una línea de victorias de 10.5 para San Francisco, pagando -134 a las altas y -106 a las bajas.
Pronóstico para el 2020?
Es imposible ignorar las bajas en la plantilla de los Niners, una que probablemente era la más completa el año pasado, particularmente después de adquirir a Sanders a media campaña por la vía del canje.
Quizás repetir o mejorar una marca de 13-3 sea mucho pedirle a este grupo, con todo y la experiencia de la mayoría de los elementos. Con todo y eso, hay varios partidos contra equipos que, aparentemente, estarán más cerca del fondo de las clasificaciones que de la cima. Doble dígitos de victorias es algo que podríamos dar por sentado, con una marca proyectada de 12-4 en el año para los Niners.