La capacidad de Arrowhead Stadium quedó reducida por protocolos de la pandemia a unos 17,000 aficionados presentes para ver la patada inicial de la temporada entre los Chiefs y Texans
Aproximadamente 17,000 aficionados afortunados están presentes para ver el primer paso de la defensa del título del Super Bowl de los Kansas City Chiefs en Arrowhead Stadium este jueves, en el partido que da la patada inicial a la temporada regular del 2020 de la NFL.
La casa de los Chiefs es una de un puñado de estadios de la liga que planea recibir fanáticos en sus tribunas a lo largo de la temporada, en medio de la pandemia de coronavirus.
Kansas City anunció previamente que la capacidad de Arrowhead Stadium se vería reducida hasta un 22 por ciento, para poder dar cumplimiento a las normas de distanciamiento social apropiadas que garanticen la seguridad de los asistentes.
La capacidad regular de Arrowhead Stadium, conocido por ser uno de los más ruidosos en la NFL, es de 76,416 fanáticos.
Los Chiefs anunciaron previamente modificaciones a las secciones de su estadio que típicamente veían una mayor densidad de personas, y los aficionados presentes están obligados a portar máscaras en todo momento, con excepción a aquellos momentos en que estén comiendo o bebiendo. También se han prohibido toda clase de bolsas al interior del inmueble, entre algunas de las nuevas reglas derivadas de las normas de seguridad por el coronavirus.
Tampoco se permite a los aficionados navegar entre las diferentes zonas del estadio, quedando confinados a aquella zona donde se encuentra su asiento. Los aficionados están, de igual manera, obligados a entrar y salir únicamente por las puertas designadas para cada asiento. El equipo publicó en su potal oficial toda una guía de directrices para el día de juego.
Kansas City, que conquistó el Super Bowl LIV en febrero pasado, abre la temporada regular N° 101 de la NFL recibiendo a los Houston Texans, equipo al que superaron en la Ronda Divisional de los playoffs en la pasada postemporada.