Patrick Mahomes se ha visto obligado a jugar con poco margen de error y forzado a anotar arriba de 30 puntos para ganar
Ha sido alarmante la forma en que los Kansas City Chiefs perdieron su juego más reciente. Patrick Mahomes jamás había sufrido una derrota por un margen de 24 puntos como este domingo en Nashville ante los Tennessee Titans. En 2019, nos acostumbró a espectaculares remontadas ante los Houston Texans, los propios Titans y los San Francisco 49ers en el Super Bowl.
Hoy que el viento no sopla a favor de los Chiefs, la gente se pregunta qué fue de la magia de Mahomes. Me parece oportuno en principio, establecer que en la NFL no hay magos, y tampoco hay jugadores que ganen partidos solos; siempre dependen de un colectivo. Existe la creencia desproporcionada que los quarterbacks ganan los partidos, y claro que tienen una parte importante de responsabilidad, pero dependen del equipo.
Mahomes está pasando por el momento más complicado de su carrera, en principio, porque su defensiva está peor que nunca. Admiten 29 puntos en promedio por partido; esto es un touchdown más que el registro de la temporada pasada. Eso quiere decir que la ofensiva de los Chiefs tiene que anotar arriba de 30 puntos por juego para ganar. Es demasiado.
El siguiente gran problema para los Chiefs tiene que ver con su línea ofensiva. Los Titans castigaron a Mahomes como pocas ocasiones. No solo fueron las cuatro capturas que sufrió. Lo principal tiene que ver con las veces que estuvo bajo presión sin la necesidad de que Tennessee le mandara blitz de linebackers o backs defensivos. Esa fue la fórmula empleada por los Buffalo Bills hace dos jornadas y por los Tampa Bay Buccaneers en el Super Bowl. Si solo lo presionas con los cuatro frontales, tienes siete jugadores para defender pase, y así es más probable que Tyreek Hill y Travis Kelce estén a raya, sin olvidar que perdieron a Sammy Watkins.
La reconstrucción de la línea ofensiva hasta ahora ha sido un fracaso. Orlando Brown no ha sido el ancla que se esperaba en el tacle izquierdo; el centro Creed Humphrey y el guardia derecho Trey Smith son novatos, y el tackle derecho Lucas Niang propiamente también lo es, porque aunque llegó en 2020, no jugó la temporada pasada.
No quiero quitarle responsabilidad a Mahomes. Desde luego que la tiene y muy importante. Hasta ahora ha lanzado nueve intercepciones, el año pasado completo apenas tuvo seis. Los Chiefs han tenido 17 entregas de balón, la cifra más alta de la NFL.
Cuando vemos la pintura completa, no es que Mahomes haya perdido la magia. Sí, no ha jugado como otras veces, pero también hay que decir que la línea ofensiva no da garantías, que no están corriendo el balón en ausencia de Clyde Edwards-Helaire, el cuidado del balón ha sido paupérrimo, y la defensa no sirve para nada. Todo eso pone más presión en un Mahomes que llega con poco margen de error y obligado a anotar arriba de 30 puntos para ganar.
Solo dos equipos que han iniciado tres ganados y cuatro perdidos han llegado al Super Bowl, y solo uno --los New England Patriots del 2001-- lograron ganarlo. Son muchas cosas las que tiene que resolver Andy Reid para, en principio, llegar a playoffs. Eso sigo pensando que pueden lograrlo. Toda la ruta hasta el Super Bowl lo veo muy complicado.