BARCELONA -- Joan Laporta "duerme muy poco, cuatro o cinco horas, raramente llega a seis, y tiene una vitalidad desbordante”, reveló a ESPN Digital una fuente muy cercana al nuevo presidente del Barcelona que explicó de esta manera su capacidad de afrontar situaciones inesperadas como la que provocó la intempestiva salida de Jaume Giró de su equipo directivo sin que ello le haga perder la perspectiva de otros asuntos que entiende fundamentales en su inicio de mandato.
Y en paralelo a solucionar esa crisis económica que lastra al club, Laporta, futbolero apasionado como pocos, considera imprescindible apuntalar un proyecto deportivo que motive al aficionado azulgrana. ¿Cómo? Con los mayores activos que tiene en el vestuario. Si estudiar ese quimérico fichaje de Erling Haaland deberá esperar unas semanas, ocurre lo contrario con quienes están en nómina, y dos son los nombres que destacan por encima del resto: Lionel Messi y Ronald Koeman. Ambos cuentan con el cariño indisimulado del presidente, ambos lo recibieron públicamente en su discurso de toma de posesión y todo el mundo ya sabe hasta qué punto les quiere como ejes indiscutibles de su proyecto.
"Joan tiene claros los conceptos y no habla por hablar... Bueno, soltarle lo que le soltó a Leo ante todo el mundo fue un punto pero lleva semanas dándole vueltas al tema”, explicó a ESPN Digital un colaborador directo de su candidatura, admitiendo que "a grandes rasgos" el presidente tiene un plan para convencer al astro argentino de su continuidad.
Darle el "cariño" que sostiene fundamental Laporta ya lo ha hecho, a solas y a ojos de todo el mundo, y a partir de ahí empieza el momento de arremangarse para convertir ese cariño en una propuesta concreta que pueda convencerle. "Messi conoce la situación del club y entiende la necesidad de rebajar su sueldo”, apuntó la misma fuente, sin extenderse en detalles pero sí aclarando que la idea del presidente, y por extensión de su junta, es ofrecerle al capitán un contrato indefinido ligado a una continuidad en el Barça más allá del final de su carrera, que se contempla por lo menos, a tres o cuatro años vista.
El Messi post futbolista podría convertirse en la cara visible de la Fundación del club, a la que Laporta quiere dar un empuje por considerar que no tiene hoy por hoy el impacto mediático que merece y a través de la imagen del argentino, como mayor exponente en colaboración directa con la suya propia, obtendría.
A corto plazo, lo más urgente, la tarea pasa por convencerle a través de una idea clara y concisa en el plano deportivo. "Si Leo se siente arropado en el campo en un equipo con opciones a luchar por todo ya habrá mucho ganado”, afirmó la misma fuente, sosteniendo que a partir de ahí el aspecto económico de ese nuevo contrato no sería, no será, un aspecto insalvable.
No se quiere, para nada, entrar en especulaciones de la rebaja salarial que deberá hacerse en ese nuevo contrato. Ya sea un 20, un 25 o un 30 por ciento, desde la nueva directiva se considera factible arrancar ese acuerdo. Más aún cuando se tiene el convencimiento de que Messi, quien acudió a votar en las elecciones en una clara demostración de su identificación con el club, acogió con evidente satisfacción la victoria de Laporta en las urnas.
KOEMAN, INNEGOCIABLE
Si solventar la continuidad de Messi se sabe imprescindible, mantener la de Koeman "es indiscutible" de acuerdo con otra persona del equipo directivo. "Ronald, ya sabes que tienes la confianza de esta junta directiva”, le trasladó durante la toma de posesión Laporta al entrenador holandés, reforzado de manera absoluta a ojos de todo el mundo.
Koeman avisó en semanas anteriores que considerando "importantísimo" que el club tuviera un presidente, quería igualmente tener las cosas claras respecto a su persona por parte de ese nuevo dirigente y el mensaje de Laporta no pudo ser más concluyente.
Con una temporada más de contrato, la labor del holandés es muy valorada en este presente convulso. No solo ha tomado el pulso de un vestuario que le respeta por su discurso claro y directo, por su predisposición a cambiar esquemas o por haber reforzado el esfuerzo diario, sino que se ha ganado al entorno gracias a su apuesta indisimulada por dar confianza a la juventud, que personalizada en Pedri, pero también en Araújo, Ilaix, Dest, el hoy lesionado Ansu Fati o Riqui Puig y a la espera de los observados Konrad, Collado y demás ofrecen un futuro brillante a la cantera azulgrana.
Entendiéndose fuera de contexto, e irrealizable, un regreso de Pep Guardiola al banquillo (el entrenador catalán mantiene una muy buena relación con Laporta, a quien felicitó su victoria electoral), emerge de manera evidente el nombre de Xavi Hernández... Quien es visto en clave más de futuro que presente.
Hoy, y mañana, el entrenador del Barça es Ronald Koeman sin discusión y por más que el nuevo presidente y su equipo directivo entiendan que se debe estar al tanto de cualquier incidencia, existe la confianza en que el holandés pudiera ser un técnico de medio/largo recorrido en el Camp Nou, a imagen y semejanza de lo que protagonizó en su anterior etapa Frank Rijkaard.
EL MERCADO
La manera de reforzar el equipo es un puzzle de difícil solución a corto plazo. En el verano de 2003 Laporta revolucionó la plantilla de manera absoluta, dando salida hasta a ocho futbolistas con contrato (Riquelme, Rochemback, Frank de Boer, Giovanni, Dani, Bonano, Enke y Christanval) y no ejerciendo la opción de compra por Mendieta y Sorín... Pero imaginar un escenario similar en este 2021 se contempla harto complicado.
Si entonces hubo cesiones, ahora podría buscarse una solución similar por cuanto ofrecer bajas, atendiendo a los salarios, puede tener más dificultad. Solo a partir de las salidas que pudieran lograrse (Neto, Samuel Umtiti, Philippe Coutinho y Junior Firpo son los primeros nombres pero no únicos que acuden al plano) se podrá entrar a pensar en como y con quien reforzar la plantilla.
Koeman mantiene su deseo de incorporar a Memphis Depay, que podría ser un concesión de Laporta si ello no impide fichajes de más calado. Si pierde peso el nombre de Georginio Wijnaldum y se sospecha entre poco y nada posible el de David Alaba, tampoco tiene el quorum necesario Sergio Agüero, todo lo contrario que Erling Haaland.
El noruego es visto como "el Ronaldinho de 2003, el nombre", se reconoce en el nuevo equipo directivo, pero la realidad del club es más complicada que hace 18 años y negociar su fichaje es un reto entre descomunal y utópico cuando se hace referencia a una operación con cifras que superan los 100 millones de euros.
¿Imposible? "Nada es imposible. Somos el Barça y con Joan no existe esa consideración”, advirtió otra persona de máxima confianza del nuevo presidente. Habrá que verlo...