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Cien historias rumbo a Qatar 2022: Camavinga, Davies y Mabil, de los campos de refugiados a la Copa del Mundo

Mabil, Davies y Camavinga, los tres de origen africano, estarán en Qatar representando a Australia, Canadá y Francia. ESPN.com

Cuando solo hay tierra, desolación y tristeza, el fútbol puede servir, al menos, como el pasatiempo ideal. "La pelota es el mejor juguete del mundo", solía decir Diego Maradona. Para él, y para tantos, muchas veces no solo el mejor sino el único.

Nacer y vivir en la pobreza, con carencias que abundan, marca un límite de tolerancia en la vida humana. Pero hay algo que lo atraviesa, lo desborda, lo rompe: tener que huir de tu casa, de tu país, a causa de una guerra y no saber cuándo vas a volver, si es que eso algún día ocurre. La solución temporal a ese exilio puede ser un campo de refugiados. En esos lugares, surgidos en la emergencia y con el objetivo de asistir a quienes nada tienen, nacieron Eduardo Camavinga, Alphonso Davies y Awer Mabil. Los tres tienen origen africano, sin embargo su vida los ha llevado por otros continentes y sus nacionalidades ya no son las de su tierra natal. Jugarán la Copa del Mundo de Qatar 2022 para Francia, Canadá y Australia, respectivamente.

EDUARDO CAMAVINGA, DE MICONJE A FRANCIA
La segunda guerra del Congo, que inició en 1998 y fue el conflicto bélico más mortífero desde la Segunda Guerra Mundial -provocó más de 4 millones de muertos-, fue el motivo por el que la familia de Eduardo Camavinga huyó de su país hacia un campo de refugiados situado en la localidad de Miconje, en la provincia de Cabinda, al noroeste de Angola, justo en el límite entre la República del Congo y la República Democrática del Congo. Allí, el 10 de noviembre de 2002 nació Eduardo.

Cuando era un bebé de apenas 2 años, su familia volvió a emigrar. Esta vez el traslado fue hacia otro continente: más de 6.000 kilómetros para llegar a Francia. Tuvieron una breve estadía en Lille para luego instalarse en Fougères, una pequeña ciudad de alrededor de 30 mil habitantes en la Bretaña francesa. Allí, Camavinga se inició en el fútbol cuando su madre Sofía lo llevó a los 7 años a Drapeau Fougères, el equipo donde jugaba su padre Celestino. Si bien Eduardo quería aprender judo porque su hermano mayor Sebastiaõ lo practicaba, ella pretendía que el niño dejara de romper cosas pateando una pelota en su casa.

La evolución de Eduardo fue notable y en 2013 Rennes, uno de los clubes más importantes de la región, lo invitó a jugar en el equipo juvenil. El sueño de ser futbolista estaba cerca. Sin embargo, mientras esa alegría crecía, la familia Camavinga recibió otro duro golpe: la casa que habían construido apenas un año antes se incendió por completo. "Me acuerdo del fuego como si fuera ayer. Yo estaba en la escuela y a través de la ventana vi pasar a los bomberos. En ese momento, no imaginé que estuvieran relacionados con algo mío. Al final de la jornada, la maestra vino a decirnos a mí y a mi hermana menor que nuestra casa se había prendido fuego", recordó Camavinga en una entrevista con Ouest France. Y agregó: "Después nos vino a buscar mi papá y fuimos a ver cómo había quedado todo. Mi habitación estaba en el piso de arriba y allí se había iniciado el incendio, con lo que no me quedó nada".

Luego de esa tragedia, Celestino le dijo a Eduardo que era la esperanza de la familia, que él los iba a salvar y a hacer progresar. Esa profecía paterna comenzó a cumplirse en Rennes, que desarrolló a un jugador con gran potencial. Camavinga debutó en la Ligue 1 el 6 de abril de 2019 contra Angers. Tenía 16 años, 4 meses y 27 días y se convertía en el jugador más joven en debutar en la máxima categoría del fútbol francés.

A partir de la temporada siguiente ya se instaló como una pieza fija en el primer equipo y el crecimiento fue sostenido. Consiguió la nacionalidad francesa y se estrenó primero en el seleccionado Sub 21 el 15 de noviembre de 2019 y en el absoluto menos de un año después: el 8 de septiembre de 2020 contra Croacia, por la UEFA Nations League. Y el 7 de octubre de 2020, en un amistoso ante Ucrania, fue titular por primera vez y convirtió su único gol con la Selección de Francia. Con menos de 18 años ya estaba en la consideración de Didier Deschamps, el director técnico del campeón del mundo.

En agosto de 2021 Real Madrid adquirió el pase de Camavinga por 31 millones de euros. Eduardo se trasladó a la capital española junto con toda su familia, a la que le dio mucho más que todo lo que habían perdido.

La única cuenta pendiente del mediocampista es conseguir continuidad en la Selección de Francia, ya que su último partido en el equipo absoluto fue el 14 de octubre de 2020 y luego solo tuvo participación en el Sub 21.

ALPHONSO DAVIES, DE BUDUBURAM A CANADÁ
Debeah y Victoria decidieron escapar de Liberia cuando comenzó la segunda guerra civil en 1999. Huyeron como pudieron, con nada. Atravesaron Costa de Marfil y llegaron a Buduburam, un campo de refugiados en Ghana. Allí, el 2 de noviembre de 2000, nació Alphonso Davies, el primer hijo de la pareja.

Hambre, miseria y supervivencia fue el contexto de los primeros cinco años de vida de Alphonso. En Buduburam se conseguía lo básico, a veces. Los Davies se inscribieron en un programa de reubicación y consiguieron un nuevo destino para vivir: Canadá. En 2005 se establecieron en Windsor, Ontario, y luego se mudaron a Edmonton, la capital de Alberta, donde nacieron los hermanos menores de la familia. Alphonso se hacía cargo de los niños, mientras sus progenitores trabajaban en busca de una subsistencia nada sencilla.

Alphonso comenzó a jugar al fútbol en el colegio católico Madre Teresa de Calcuta. No hacía falta ser un hábil reclutador de talentos para notar que se destacaba. El siguiente paso lo dio gracias a una de sus maestras, quien le recomendó que se inscribiera en Free Footie, una academia de fútbol gratuita. Ella sabía de la precaria situación económica de la familia de Alphonso. Ya también del talento del niño.

El recorrido llevó a Alphonso al club St. Nicks y luego a Edmonton Strikers. El gran paso llegó a los 14 años cuando Vancouver Whitecaps lo incorporó a sus divisiones formativas. La aceleración en el progreso fue a la misma velocidad con la que Davies corre en la cancha: un año después de su llegada ya formaba parte del plantel profesional y a los 15 años, 8 meses y 15 días debutó en la MLS.

El estreno tempranero ocurrió también en la Selección de Canadá. Había jugado solo un partido para la Sub 20 y el 14 de junio de 2017, con 16 años 7 meses y 12 días, hizo su presentación en la mayor, en un amistoso contra Curazao. Los papeles con la nacionalidad canadiense se los habían entregado apenas una semana antes. Tiempo suficiente para que Davies comenzara su recorrido con el conjunto nacional y ya no hubiera manera de quitarlo de ahí. La Copa Oro 2017 fue su primer torneo oficial: dos goles en el triunfo contra Guayana Francesa, otro más en el empate ante Costa Rica, cierre del grupo con un 0-0 frente a Honduras y eliminación a manos de Jamaica en cuartos de final. El sentido de pertenencia ya había tomado forma.

Al año siguiente, Davies siguió rompiendo barreras: se transformó en figura de los Whitecaps -fue elegido mejor jugador de 2018 por el club- y las ofertas internacionales aparecían sin parar. La disputa entre los poderosos de Europa la ganó Bayern Munich y adquirió su pase el 1 de enero de 2019 por 10 millones de euros, lo que representaba la segunda venta más cara de la historia de la MLS.

Su trayectoria en el gigante alemán comenzó en silencio, con poca participación. Pero la necesidad de Hans Flick, entonces entrenador del conjunto bávaro y hoy DT de la Selección de Alemania, de mejorar el rendimiento en el lateral izquierdo le abrió las puertas a su lugar en la cancha. El rendimiento de Alphonso postergó al francés Lucas Hernández y a cualquiera que osara ocupar ese sitio. ¿Cómo no iba a hacerse fuerte Davies con su historia de vida? Tan fuerte se hizo que fue uno de los pocos que logró neutralizar a Lionel Messi en aquel recordado Bayern Munich 8 - Barcelona 2. Velocidad, potencia, firmeza para defender y sorpresa para atacar, todas características que hicieron del canadiense una figura de alto nivel mundial. El contrato que Davies firmó hasta 2025 con Bayern ya cuadruplica el precio que pagaron por él.

En paralelo, creció su influencia en el plantel de Canadá y hoy es su figura más representativa. CONCACAF lo eligió como el mejor jugador de 2021. Convirtió 5 goles durante las Eliminatorias para Qatar 2022 y fue el máximo asistidor de la competencia para guiar a los canadienses hacia la segunda Copa del Mundo de su historia.

AWER MABIL, DE KAKUMA A AUSTRALIA
Aget Atem se fue de Sudán embarazada. La segunda guerra civil ya llevaba más de 10 años y se había cobrado la vida de su pareja. Consiguió llegar a Kakuma, uno de los campos de refugiados más grandes del mundo, en Kenia. Allí, el 15 de septiembre de 1995, nació Awer Mabil.

Como en cada uno de esos sitios, la pobreza era y es la norma. Desde muy pequeño, Awer se enamoró de lo único que tenía: una pelota. "Desde que caminó, siempre amó el fútbol", contó su madre en una entrevista a ABC. A los 5 años, ya practicaba con frecuencia. Por ese entonces, descubrió la Premier League y quedó impactado por Manchester United. "Había una televisión lejos de donde vivía, teníamos que andar una hora o dos. Era una habitación grande donde tenías que pagar para entrar y ver los partidos. Había mucha gente allí, iban muchos aficionados", recordó el extremo en una nota con The Guardian.

La vida en Kakuma le resultaba muy complicada a Aget. Su hijo mayor, Awer Bul Mabil había logrado emigrar a Estados Unidos en 2002. Ella tenía a su cargo a Awer y a Bor, su hija menor. En 2006, apareció la oportunidad de una nueva vida de refugiados en Australia. No dudó.

Awer comenzó a formalizar su relación con el fútbol en el South Australian Sports Institute y a los 16 años llamó la atención de los reclutadores de Adelaide United. Jugó en el equipo filial, también estuvo a préstamo en Campbelltown City SC y luego regresó a Adelaida para debutar en el primer equipo el 11 de enero de 2013 frente a Perth Glory.

Josep Gumbau, su entrenador en Adelaide United, le dio confianza y lo desarrolló como jugador. Mabil se erigió como una de las revelaciones de la Liga Australiana con 8 goles y 4 asistencias en 47 partidos. Luego de tres temporadas, Midtjylland de Dinamarca adquirió su pase en 400 mil euros.

A Mabil le costó instalarse en el fútbol europeo. No hizo pie en Midtjylland, que primero lo cedió a préstamo a Esbjerg, otro club danés, y luego a Paços de Ferreira. En Portugal tuvo más oportunidades y su nivel creció. Volvió a Midtjylland y mostró su versión mejorada. Un gol y cuatro asistencias en 13 partidos provocaron la convocatoria de la Selección de Australia.

El delantero debutó con los Socceroos el 15 de octubre de 2018 en un amistoso contra Kuwait. Los 17 minutos que jugó le alcanzaron a Mabil para convertir el gol que decoró el 4-0 definitivo. Uno de sus compañeros en ese partido fue Thomas Deng, otro refugiado nacido en Kakuma con quien había compartido la infancia.

El 25 de enero de 2019, después de que Australia, con Awer en cancha los últimos 17 minutos del partido, perdiera 1-0 ante Emiratos Árabes Unidos por la Copa Asia, la familia Mabil recibió la peor noticia. Bor, con solo 19 años, había fallecido esa madrugada en un incidente de tránsito.

Como había hecho durante toda su vida, Awer tuvo que seguir hacia adelante. Se abrazó a su crecimiento como futbolista. Tuvo un breve paso por Kasimpasa, en Turquía, y ahora forma parte de Cádiz, en La Liga de España.

El hecho más relevante de la carrera de Mabil en la Selección de Australia fue en el repechaje rumbo a Qatar 2022. El duelo contra Perú se definió por penales y allí Mabil convirtió el último que ejecutaron los australianos. Después, el arquero Andrew Redmayne se encargó de detener el tiro final de los peruanos para conseguir la clasificación mundialista.

Mabil se arrodilló en el césped antes de hablar con los periodistas. "Sabía que iba a marcar. Era la única manera por parte de mi familia de dar las gracias a Australia", afirmó el delantero. "Que Australia nos acogiera y nos reasentara, nos dio a mí, a mis hermanos y a toda mi familia una oportunidad de vivir. A eso me refiero con agradecer a Australia esa oportunidad de vida, esa oportunidad que le dieron a mi familia", agregó.

LAS RAÍCES NO SE OLVIDAN
Camavinga, Davies y Mawil lograron progresar. Salieron de los campos de refugiados de donde nacieron para tener una vida mejor y luego se desarrollaron como futbolistas profesionales. Más allá de la fama y el dinero, los tres nunca olvidan sus raíces.

Previo a la final de la UEFA Champions League de 2022, en la que Camavinga consiguió su primer título internacional con Real Madrid, el mediocampista se manifestó en apoyo a las personas refugiadas: “Mi familia huyó de la guerra, así que nací en un campamento de refugiados en Angola. Mi madre y mi padre me trajeron a Francia en busca de una nueva vida, y el fútbol me trajo a la final de la Liga de Campeones. Agradezco la oportunidad de jugar al fútbol y me llena de orgullo hacerlo como antiguo refugiado. Espero que las millones de personas refugiadas que también aman el fútbol sepan que caminamos juntos”.

En una entrevista con la Comisión de Refugiados de las Naciones Unidas (ACNUR), Eduardo dijo: "El fútbol siempre me permitió escapar de mi realidad y hoy como profesional puedo darle a mi familia una mejor vida tras todo lo que vivimos".

Camavinga es un colaborador de alto perfil que empezó a apoyar la labor de ACNUR en 2021, cuando apareció en un video sobre su huida de la guerra hasta su llegada a Francia. En febrero de 2022, en sus redes sociales, Eduardo apoyó en generar conciencia en torno a la importancia que tiene el que las personas refugiadas tengan acceso a los deportes.

En marzo de ese mismo año, un video sobre la inspiradora historia de Eduardo se transmitió en pantallas gigantes en el estadio de Ginebra, Suiza, en un torneo de fútbol, lo que invitó al público a hacer donaciones para ACNUR.

Alphonso Davies también colabora con ACNUR. En el período más difícil de la pandemia por el covid-19, el futbolista le dijo a Gary Lineker en una entrevista: "Quiero usar mi plataforma para hablar sobre los refugiados, para hablar sobre mi historia e inspirar a la gente y ayudar. Es muy difícil para las personas en un campo de refugiados hacer algún tipo de aislamiento social. Necesitan agua limpia y jabón para lavarse las manos. En este momento, hay más de 70 millones de personas en todo el mundo que fueron obligadas a irse de sus hogares. Estas personas, como mi familia, huyeron del conflicto para encontrar seguridad, y la pandemia las está poniendo en mayor riesgo. Espero que mientras las personas se mantienen seguras a sí mismas y a sus propias familias, también puedan apoyar a los refugiados que lo han perdido todo”.

En 2020, Davies participó de una campaña de ayuda con una serie de partidos de un videojuego de fútbol. Compitió online contra Asmir Begović en tres encuentros que siguieron el recorrido de sus vidas: primero representaron a los seleccionados de sus países de nacimiento (Bosnia y Herzegovina vs. Ghana), luego a los de los países donde vivían en ese momento (Italia vs. Alemania) y por último a los equipos en los que jugaba (Milan vs. Bayern Munich). “Como exrefugiado, estoy muy agradecido por la ayuda que recibió mi familia y por las oportunidades que esto me abrió", comentó Davies durante el evento.

El lateral izquierdo de la Selección de Canadá se sumó a estrellas internacionales como Chris Martin, Gugu Mbatha-Raw, Barbara Hendricks y Khaled Hosseini para apoyar a los refugiados que compitieron en los Juegos Paralímpicos. Alphonso saludó al “equipo deportivo más valiente del mundo” en un conmovedor video.

Mabil no se siente cómodo refiriéndose a su historia. "No fue una vida fácil. Fue muy muy difícil. Es como si no pudiera olvidar mi pasado. Realmente me cuesta hablar de eso", le dijo el atacante de la Selección de Australia a The Guardian. Eligió las acciones por sobre las palabras.

Awer y su hermano regresaron a Kakuma en 2014. Llevaron 20 uniformes de fútbol y un par de pelotas. “Nos costó mucho repartirlos”, explicó el mayor de los Mabil. Había poco para muchos y algunos se fueron desilusionados, con las manos vacías. “Ver la decepción en sus rostros nos dejó con un deseo ardiente de querer hacer más por ellos”, agregó.

En 2015 los Mabil lanzaron un ambicioso proyecto de ayuda a jóvenes jugadores de fútbol en el campo de refugiados, titulado Barefoot to Boots (“de descalzos a zapatillas”). “Me recordé de cuando mis amigos y yo jugábamos descalzos en el sol ardiente y de cómo a veces nos lesionábamos con piedras o espinas”, contó Awer. Los hermanos conocieron a Ian Smith, un empresario destacado e influyente, que los ayudó en la causa. Junto con Rachael West, una antigua diplomática, y Osama Malik, compañero de equipo de Mabil y su mejor amigo, los hermanos recolectaron más de 300 kilos de indumentaria y calzado deportivos. “Soy nacido aquí, por lo que siento una conexión natural con Kakuma. Lo que esta comunidad ha hecho para los refugiados me inspira y me siento agradecido con ustedes”, les dijo Awer a los niños con los que compartió su visita.

Cuando solo hay tierra, desolación y tristeza, el fútbol puede servir, al menos, como el pasatiempo ideal. Y puede ofrecer un horizonte a perseguir.