DOHA (Enviado especial) -- Tres partidos diferentes; tres rivales diferentes; tres exigencias diferentes; tres momentos del torneo diferentes. Y para afrontar esto, tres planes de juego diferentes. Gustavo Alfaro diseñó al detalle la participación de la Selección de Ecuador en la Copa del Mundo de Qatar 2022, con la convicción de que cada rival presentaba una dificultad particular y requería un abordaje acorde, desde lo táctico, anímico y estratégico.
Tras ganarle con autoridad a Qatar y empatar frente a Países Bajos, gracias una convincente actuación colectiva e individual, ahora llegó el desafío más grande de la Tri en Medio Oriente: la tercera jornada contra Senegal y la posibilidad concreta de clasificar a octavos de final por segunda vez en la historia.
Para Alfaro, será importante repetir la actitud y la personalidad de los dos primeros encuentros, pero no las formas. El combinado africano representa una dificultad superior. Tanto por las propias características del adversario como por la instancia. Debajo de esta tercera fecha no hay red. Una derrota significará la eliminación y un empate o un triunfo el pasaje a la ronda de eliminación directa. No hay mañana y solo por eso su complejidad es mayor.
El partido frente a Qatar fue el de las emociones. El peso anímico del debut era enorme y había que ver cómo reaccionaba el segundo equipo más joven del torneo. Lo hizo de la mejor manera: a los 20 minutos ya estaba dos goles arriba en el marcador y la presión cedió ante la victoria. Además, también en este choque el combinado nacional era superior claramente y debía asumir ese papel con protagonismo y decisión.
Luego llegó Países Bajos, un candidato al título. Entonces, Alfaro decidió copiar el sistema táctico de Louis Van Gaal, para de ese modo evitar que la Naranja tome la iniciativa y crezca desde esa certeza. También le funcionó. Se fue abajo en el marcador en el primer tiempo, pero en el segundo salió a jugar como un equipo grande y llegó al empate.
"Todo lo que hicimos antes no nos alcanzará contra Senegal", dijo el entrenador argentino en la conferencia de prensa oficial. Para él, este encuentro siempre fue el más complejo de los tres. Y, por supuesto, también fue planificado. Lo bueno es que lo jugará en medio de un escenario casi ideal: con cuatro puntos y la certidumbre de que una unidad le servirá para plantarse en octavos.
La cuestión mental será, otra vez, fundamental. En este punto también será diferente a los otros partidos, porque deberá jugar con la necesidad del rival y con la proximidad del éxito, en un ida y vuelta que tomará diferentes formas según el resultado. “Va a ser el partido más difícil que tenemos por delante. No solo por la jerarquía del rival, que se reinventó pese a la ausencia de Mané, sino por el contexto de la situación. Estamos tranquilos pero alertas. Enfocados. No compramos el triunfalismo”, dijo Alfaro.
Entonces, ¿Ecuador saldrá a defenderse al estadio Khalifa? No, fue la respuesta tajante del DT. "No podemos cambiar nuestra idiosincrasia. Vamos a salir a ganar, porque no si no lo hacemos cederemos el protagonismo y nosotros necesitamos el protagonismo", agregó. Es decir que el nuevo proyecto de juego no será refugiarse en campo propio, pero quizás sí ceder la posesión para de esa manera salir rápido por las bandas, con tres jugadores que han tenido muy buenas actuaciones: Ángelo Preciado, Pervis Estupiñán y Gonzalo Plata.
Por primera vez en el certamen, la Tri se enfrentará a un rival que lo igualará en potencia física. Porque Países Bajos sabe ocupar muy bien los espacios y jugar con el balón, pero no tiene la intensidad del conjunto nacional. Sí la tienen los senegaleses, por lo que una de las cuestiones importantes a trabajar es cómo jugar cuando se pierden las pelotas divididas. Cómo retroceder y cómo evitar quedar mal parado. El trabajo de la defensa y de los mediocampistas por dentro será clave.
Desde luego, el once titular todavía es una incógnita y también lo es el sistema táctico, pero es probable que regrese a la línea de cuatro y a un 4-4-2. Que busque ser un equipo corto capaz de salir rápido para comenzar sus avances por fuera y terminarlos por dentro. En algunos momentos del partido saldrá a buscarlo, pero no será un dominio absoluto sino controlado, con inteligencia para medir cuándo apretar y cuándo replegarse.
En definitiva, Ecuador sabe lo que debe hacer contra un Senegal que saldrá a jugar obligado a sumar los tres puntos, algo que la Tri puede aprovechar. El escenario es muy bueno y las posibilidades son excelentes. Luego, como dijo Alfaro "es un partido de fútbol" y todo puede suceder.