El mediocampista marfileño Yaya Touré confesó en una entrevista con L’Equipe que “mi hijo no es futbolista por culpa del racismo”, un problema de mucho tiempo, pero que recientemente ha tomado más notoriedad.
El exjugador del Barcelona y Manchester City reveló la cruzada que mantiene contra la xenofobia y que tiene a su hijo como protagonista."Soy sensible al respecto, porque es algo que me duele todo el tiempo", dice cuando le preguntan por el racismo.
"Mi hijo quiere jugar al fútbol y quiere convertirse en futbolista, pero le dije: 'No, no puedes hacer eso'. Tengo que aceptarlo y me negué a dejarlo jugar al fúbol. ¿Por qué? Por estas cosas", explicó el jugador sobre el miedo que siente de que su hijo pueda sufrir racismo.
Touré siente una preocupación profunda por el racismo, algo que está golpeando duramente a Italia y para lo que no parece que haya solución. "Va a seguir. Solo tienes que entenderlo. Hace tres meses estuve en una conferencia y había algunas personas de la federación en Italia que acaban de hablar de ello. Hablé con ellos y de qué hacer a veces con Lukaku o con algunos de los jugadores a los que no les gusta", explicó.
"Creo que se puede hacer mejor, pero tienes que enseñarles. Se trata solo de los seguidores. La gente les dice que tienen que ser educados, pero es diferente. No es integración; se trata de algo diferente".
Para combatirlo, al jugador no le importaría trabajar con la FIFA y la UEFA. "Los jugadores deberían ser libres para poder expresarse libremente. Definitivamente, quiero trabajar con ellos", dijo sobre la posibilidad de luchar contra el racismo desde las organizaciones.