BUENOS AIRES -- Para muchos tenistas, estar en el circuito junto a sus familiares implica una contra: responsabilidades extras, desconcentraciones, compromisos. Solo basta con preguntarles a los más cercanos de Gastón Gaudio, que se imaginaban en la final de Roland Garros 2004 pero el argentino quiso que todo fluya tal cual lo planeado.
Para otros, la contención es fundamental. Fue el caso de David Ferrer que, acompañado por su novia, se consagró tricampeón en el ATP de Buenos Aires, para coronar una semana en la que, de antemano, terminaría en el cuarto lugar en el ranking. "Ella (Marta Tornel) trabaja y, cuando puede organizarse, viaja conmigo", respondió el español a ESPNtenis.com tras la consulta. "Fue fundamental. Le pregunté si puede venir o no, y al decirme que sí, obviamente es todo más fácil. Si me hubiera dicho que no, hubiera pesado un poco más. Yo siempre busco una estabilidad emocional. Estar tranquilo, estar bien, que haya tertulia. De mi equipo técnico no pudo venir mi fisioterapeuta Rafa (García). José Altur (su entrenador) tampoco. Empezaremos a viajar juntos en Indian Wells. Al no estar ellos, vino mi preparador físico y también vino mi pareja".
Con esta fórmula, el co-propietario del ATP de Valencia, alcanzó su título Nº 21 y primero desde Buenos Aires 2013, justamente, y luego de caer en siete definiciones consecutivas. "Perdí esas finales habiendo jugado muy bien, creo que en varias estuve muy cerca. Hoy salí con mucha decisión, sabía que Fognini estaba cansado en el físico pero también con muchísima confianza por los partidos que había ganado, así que preparé un planteo y fui constante todo el tiempo". Además, fue el primero desde que dejó de trabajar con el coach Javier Piles, tras una relación de 15 temporadas. "Fue una decisión conjunta. Es difícil porque llevaba muchos años en la pista. Pero el equipo es prácticamente el mismo".
31 años, objetivos cumplidos ¿Qué te queda por recorrer?
Mi objetivo es poder estar en otro Masters. Volver a estar entre los 8 mejores y si se da algún título más o un Masters 1000, bienvenido sea. Lo importante es mantener la regularidad todo el año, por suerte últimamente lo he podido conseguir. Prefiero no ganar título y terminar Nº4 del mundo antes que ganar títulos y quedar 15º. Los títulos son importantes porque al final de tu carrera te quedas con ellos pero si estas top ten, uno o dos títulos vas a ganar.
Igualmente, hoy relativiza al ranking mundial, a tan poco de iniciada la temporada: "Me preocupa cero el ranking. Esto acaba de empezar. Es como una liga. La gente se piensa que defendemos puntos pero a los jugadores no nos importa mucho. Estamos a principios de año y mi objetivo es tener regularidad para acabar entre los mejores".
En definitiva, Ferrer, el último en llegar, tras la baja de Rafael Nadal, volvió a ser el último en irse. "Buenos Aires es una ciudad especial para mí y por eso me alegró mucho volver a conquistar el torneo, sin dudas no es sólo un título más en mi carrera. No era fácil conseguir la triple corona". El flamante museo de su casa en Jávea ya tiene otro trofeo en camino.