Cuarenta días después de su coronación en Roland Garros, Carlos Alcaraz (3°) cumplió su promesa, tal como lo había hecho anteriormente en el US Open 2022 y en Wimbledon 2023, al tatuarse la Torre Eiffel junto a la inolvidable fecha.
"Ha sido un gran viaje desde el primer partido. Quería ganar este torneo desde que era niño. Veo esto desde que tenía 5 o 6 años, el sueño se hizo realidad. Pronto otro tatuaje, con la Torre Eiffel", había asegurado en conferencia de prensa el talentoso murciano, tras superar 6-3, 2-6, 5-7, 6-1 y 6-2 al alemán Alexander Zverev (4°) en la definición, quien se grabó el histórico símbolo parisino en su tobillo izquierdo con un 09/06/24, haciendo alusión al día de su proclamación.
Cabe recordar que el pupilo de Juan Carlos Ferrero, que el pasado domingo 14 de julio revalidó su título sobre el césped londinense, había aclarado que únicamente lo haría en la primera consagración de cada Grand Slam: "Tranquilicé a mi familia. No creo que mi madre me diga nada por el motivo que es".
De esta manera, el ex número 1 del mundo, que sueña con arrebatarle la cima al italiano Jannik Sinner (1°), sumó su tercera inscripción en la piel referida a Majors, luego de estrenarse en el tríceps izquierdo con la consagración en Flushing Meadows y continuar en el tobillo derecho con su confirmación en el All England, añadiéndole una frutilla por la tradicional fruta del país europeo.