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La tercera fue la vencida para Rublev, que despertó de la "pesadilla argentina"

Punto y final. Andrey Rublev, número 9 del mundo, que venía de ceder en los debuts de Wimbledon y Bastad ante representantes albicelestes, cambió la suerte y por fin pudo cortar el "maleficio argentino", imponiéndose en su estreno (obtuvo bye en primera ronda) del ATP 250 de Umag ante Camilo Ugo Carabelli, 96º ATP, con parciales de 6-4 y 7-5 en una hora y 46 minutos de juego.

El ruso, de 26 años y dueño de 16 títulos, que días atrás anunció su baja para los Juegos Olímpicos de París 2024, se quitó la espina tras lo que fueron sus sorpresivas caídas ante Francisco Comesaña en Londres y Thiago Tirante en el certamen sueco, para dejar atrás esos magros resultados, sacar chapa de candidato y argumentar por qué es el primer preclasificado en la arcilla croata.

No fue un trámite sencillo para el moscovita, que a diferencia de los torneos previos mostró un buen comportamiento y no sufrió sus clásicos ataques de ira que lo han llevado a recibir multas y descalificaciones. Comenzó en desventaja luego de perder el servicio en el cuarto game del compromiso, pero se repuso y terminó sellando una importante victoria para su confianza y aspiraciones.

Ugo Carabelli, seis veces proclamado en el circuito Challenger, que llegó al respectivo cruce tras superar el estreno ante el invitado local Luka Mikrut y registrar su segundo festejo de la temporada en el máximo nivel, se desempeñó con altura en lo que fue su tercera vez ante un tenista del top 10 pero no le bastó para seguir su camino.

El ruso, reciente campeón de Madrid, fue más que el pupilo de Carlos Berlocq y se clasificó para los cuartos de final, instancia en que se verá la cara con el húngaro Fabian Marozsan (49º) o el brasileño Thiago Monteiro (79º).