Novak Djokovic, completó su segunda sesión de entrenamiento mientras espera la decisión del ministro de Inmigración australiano, Alex Hawke, que podría cancelarle de nuevo la visa a pesar de que un tribunal fallara a su favor este lunes.
El balcánico peloteó en el Rod Laver Arena, escenario en el que levantó hasta nueve títulos de Grand Slam, junto a su entrenador Goran Ivanisevic.
Djokovic consiguió la víspera permiso de un tribunal australiano para permanecer en el país a pesar de no estar vacunado contra el COVID-19 tras recurrir la revocación de su visado, aunque el Gobierno australiano sigue teniendo potestad para expulsarlo.
El vigente campeón, de 34 años, llegó el pasado miércoles al aeropuerto de Melbourne con una exención médica tras no vacunarse y tras asegurar que había contraído y superado el virus en diciembre.
Las autoridades fronterizas sin embargo estimaron como insuficientes las pruebas presentadas por el tenista, le anularon el permiso de entrada y le enviaron a un hotel donde permaneció retenido hasta ayer.
Los abogados del tenista apelaron la decisión de las autoridades ante un tribunal de Melbourne que dio la razón al deportista serbio, quien ayer ya pudo entrenarse con libertad para preparar el Abierto de Australia que comienza el día 17 en la misma ciudad.
A pesar de victoria judicial, el ministro de Inmigración podría usar su potestad para revocar el visado de Djokovic y expulsarlo del país. Las autoridades investigan además una posible mentira en los documentos remitidos por Djokovic sobre si había viajado a otro país durante los 14 días previos a su llegada a Australia, procedente de un vuelo que partió el día 4 desde España e hizo escala en Dubai.