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Lakers vs. Clippers, episodio 1: El juego de las diferencias

La temporada 2020-21 de la NBA no pudo haber comenzado mejor: Toronto Raptors y New Orleans Pelicans regalaron un partido cargado de emociones que necesitó de un tiempo extra para decidir el ganador. Finalmente, los campeones defensores sumaron su primera victoria. Sin embargo, el plato fuerte vino después: Clippers y Lakers disputaron la primera de las cuatro batallas para conquistar Los Angeles y, por qué no, el salvaje oeste y la NBA entera.

Aunque con ausencias, los dos equipos prometían un partido épico y no defraudaron. Más que un juego inaugural, el ambiente, la intensidad y el deseo de dejar en claro que la rivalidad que hace algunas temporadas atrás ambos equipos insinuaban hoy es una realidad, nos llevaron a pensar que estábamos en un juego de playoffs.

Con el triunfo de anoche por 112-102, a pesar de la ausencia de Paul George, los Clippers confirmaron que son uno de los máximos candidatos a pelear por el título de la NBA. Quizás el gran favorito. El juego tuvo un gran nivel, entretenimiento y batallas personales entre las estrellas de cada plantel. Pero también fue un partido de grandes diferencias que inclinaron la balanza para el lado de los Clippers. Veamos las cinco principales.

Liderazgo

Los Lakers llegaban a la cita con sus dos estrellas queriendo imponer condiciones. LeBron James y Anthony Davis dominaron en el inicio del partido con una buena producción en el primer cuarto. Sin embargo, fue Kawhi Leonard quien le dio la razón a quienes sostienen que es el mejor jugador de la NBA. Se adueñó del juego en el segundo cuarto para terminar con 30 puntos, 6 rebotes, 5 asistencias, dos robos y un tapón.

Sin embargo, los números no cuentan toda la verdad. Kawhi fue dominante jugando siempre a su ritmo, siendo preponderante en ambos costados de la cancha y encontrando respuestas cada vez que LeBron, Davis y los Lakers amenazaron con quitarle protagonismo. La primera batalla de Los Angeles lo eligió como el más determinante.

Intensidad

El equipo de Doc Rivers propuso un juego físico en defensa y lo Lakers nunca pudieron empardar dicha intensidad. Con cambios constantes, con doble marca a Davis y LeBron y una gran defensa del tablero propio, marcaron otras de las grandes diferencias del juego.

Así ganaron la estadística de los robos 8-4, limitaron a su rival a un 43.5% de acierto, se impusieron en la lucha de los rebotes 45 a 41 a pesar de su menor promedio de altura. Pero por sobre todas las cosas, fue el deseo y la determinación de disputar cada pelota dividida y ganar la mayoría de las veces, otro punto que inclinó la balanza a su favor. Mención especial para Patrick Beverley, el líder emocional del equipo, siempre dispuesto al sacrificio y a realizar el trabajo sucio como lo hizo anoche.

Efectividad

Los Lakers anotaron dos triples más que su rival y tuvieron mejor porcentaje de acierto en dicho rubro, pero fueron los Clippers que utilizaron mejor dicha arma en los momentos claves. Lou Williams lo hizo en el segundo cuarto, Maurice Harkless anotó dos de sus tres intentos cuando en la temporada pasada había promediado un paupérrimo 27.5% de acierto. Landry Shamet y Jamychal Green también dijeron presente cuando había que cerrar el partido en el último cuarto.

Respuestas desde la banca

Una de las grandes claves del juego junto con el liderazgo de Leonard. La banca de Clippers anotó 60 puntos contra 19 de los Lakers. Poco más para agregar en este aspecto: solamente mencionar que Lou Williams fue el abanderado de esta categoría con 21 puntos y un porcentaje de acierto del 57% (8/14) en 37 minutos de juego. Amén.

Química

Otro gran factor. Clippers lució siempre como un equipo con más ideas para salir de las tormentas que le tocó atravesar en el primer y tercer cuarto. Tiene una base consolidada desde la temporada pasada, mientras que Lakers luce con un equipo con mucho potencial, pero además con una larga lista de aspectos a corregir.
Por otra parte, la armonía reinante en el plantel permite imaginar que se está formando algo especial. Cuando Paul George esté sano y se acople al resto, van a lucir como un equipo dominante en ambos lados de la cancha.

La primera batalla de LA tuvo como ganador a los Clippers. En todos los aspectos, incluyendo el anímico. Es cierto que apenas se ganó un partido y que quedan 81 más en la temporada regular, pero muchas veces las buenas maderas brillan aunque no se las pinte con barniz. Y a juzgar por las sensaciones que dejaron anoche en el Staples Center, estos Clippers de Kawhi Leonard invitan a sus seguidores a ilusionarse y al resto de la NBA a comenzar a verlos como uno de los equipos a vencer en esta temporada.