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El misterio de la pelota de la final olímpica de Atenas 2004

Ya con la medalla dorada ganada por el seleccionado argentino de básquetbol en aquel imborrable 28 de agosto de 2004, hubo un hecho confuso que con el paso del tiempo tuvo más versiones que partícipes directos. Manu Ginóbili había conseguido la pelota de la final como souvenir luego de entregar una camiseta con el número 5 de Argentina a cambio. Después del podio y los festejos en el estadio, el plantel campeón regresó a la Villa Olímpica, aunque sin un jugador, el capitán Hugo Sconochini.

Ginóbili, siempre detallista, había dejado sobre la cama de la habitación que compartía con Sconochini su bolso preparado para viajar al día siguiente. Y la pelota que había atesorado en una negociación que incluyó al jefe de equipo, Alejandro Cassetai, encima del equipaje.

"Cuando terminó la final, a mí y a Carlitos Delfino nos tocó el control antidóping. Terminamos el análisis de orina y cuando estábamos saludando él se fue y lo mismo hicieron los italianos Roberto Chiacig y Mateo Soragna. Pero a mí los médicos me dijeron que los tenía que acompañar para hacer un análisis de sangre, algo muy raro, ¿no?", narró el capitán Hugo desde Milán en una entrevista telefónica con ESPN.com. Y continuó: "Yo sospecho que eso estuvo relacionado con el control que me había dado positivo en octubre del año 2000, donde encontraron dos manchas de un metabolito de nandrolona y querían buscar si era algo que todavía estaba latente, algo que seguía usando, o si era verdad lo que yo decía, que no lo había utilizado y era inocente".

El recuerdo de Hugo es preciso: "La final había terminado a medianoche y después de los exámenes de sangre en el hospital yo volví a la Villa Olímpica a las 3 de la mañana. No había nadie, ni los guardias que te abrían la puerta, podía entrar cualquiera. Busqué algo para cenar, pero no había nada. Busqué a mis compañeros y los teléfonos estaban todos apagados. Entonces, me bañé, me acosté como indio malo puteando a todos".

Mientras Sconochini dormía, sus compañeros disfrutaban de una noche festiva.

Hasta ese momento, el premio que Manu había conseguido estaba intacto en la habitación de la estrella y el capitán. Sin embargo, en algún momento de la madrugada, la pelota voló por el cielo de Atenas.

"A las 6 de la mañana, Carlitos y el Chapu Nocioni, borrachos los dos, me tumbaron la puerta. El Chapu me besó en la boca, le di un 'corto' en la 'trucha' y me desperté", dijo Hugo. "Después, Chapu y Carlitos hicieron lo que hicieron. Un par de horas más tarde, me levanté y me fui al aeropuerto porque yo no volvía a Argentina, me venía directo a Italia. Si hubiera estado con ellos, le hubiera contado a Manu en ese momento lo que había pasado".

Durante muchos años, el principal señalado por Manu como responsable de la ausencia del preciado souvenir fue Sconochini. "Esa pelota fue reclamada por muchos años. Manu se la reclamaba al mundo y el mundo me la reclamaba a mí. Decían que la culpa era mía y yo esa pelota no la toqué", recordó el capitán.

El reencuentro de Sconochini con Ginóbili, Nocioni y Delfino para resolver el misterio

Hasta que Hugo aprovechó una concentración de la Selección Argentina en Rosario para aclarar la situación.

"Yo estaba en Cañada de Gómez y me fui en moto a visitarlos. Estaban por comer y les dije a Chapu y a Carlitos que se sentaran al lado de Manu para terminar con esa historia porque todo el mundo me insistía con que yo le había robado la pelota a Manu. Primero me daba gracia y después empecé a tratarlos mal a todos. No fui yo el culpable. Ese día, ellos dos le aclararon todo a Manu. Le habían pegado un voleo y la pelota cayó a un bosque que había al lado", detalló Sconochini.

El señalado como responsable principal de ese acto fue Chapu, quien ofreció su versión en una entrevista con ESPN.com: "De la famosa pelota no me acuerdo qué pasó exactamente.Tengo la sensación de que entré a la habitación de Manu. Estaba Hugo dormido y me tiré encima de él para molestarlo. Yo venía de haber festejado toda la noche. No recuerdo haber pateado la pelota como dicen algunos. Pero pudo haber pasado que la vi y para bromear la tiré por la ventana. No lo voy a negar ni confirmar. Si Manu piensa que fui yo, está en todo su derecho, pero tampoco se puede sentir tan ofendido por una pelota. ¡Dejate de joder!".

Para Ginóbili, prácticamente no quedan dudas. En el documental The Golden Generation, Manu fue contundente: "Yo nunca fui de la memorabilia, pero cuando terminó el partido, vino una persona que me ofreció la pelota del juego a cambio de una camiseta. No sé por qué tenía dos o tres camisetas en el bolso, le di una, me dio la pelota y la guardé. Después de una noche de excesos, desapareció mi pelota".

Alejandro Cassettai, el jefe de equipo, amplió: "Volvieron del festejo y se pusieron a pegarse en la habitación. Alguien vio una pelota y empezaron a tirarse pelotzaos, hasta que le pegan a Chapu un pelotazo en la cara. Se enojó, salió al balcón y le metió un patadón a la pelota".

"Nocioni tiene un 99,5% de chances de ser el culpable, como no podía ser de otra manera", sentenció Ginóbili.

Nocioni sí recordó que había intentado conseguir esa pelota en el estadio, aunque no tuvo éxito. "En el video se ve que yo estaba pidiendo la pelota del partido y el árbitro no me la quiso dar. Y a Manu tampoco se la quiso entregar. Es una cosa de locos, algo ridículo, que no te quieran dar una pelota de una final como premio. Después hubo una gestión de Ale Cassettai para conseguirla y también se llevó una réplica que después apareció con el tiempo, algo dudoso porque nadie sabía que estaba esa otra pelota".

"¿Para qué quería esa pelota Manu?", se preguntó Chapu en The Golden Generation. Y cerró: "Imaginate el que la encontró, ese tiene una suerte bárbara. Ahora está jugando al básquetbol".

Nunca se supo quién fue el afortunado. ¿Aparecerán algún día la famosa pelota y su misterioso nuevo dueño?