Han pasado más de cuatro meses desde el último partido como jugador profesional de Kobe Bryant, quien hoy celebrará su 38º cumpleaños. Por supuesto, su despedida fue puro Kobe, con 60 puntos anotados ante Utah Jazz, convirtiéndose en el jugador de más edad que alcanzaba esta redonda cifra. Incluso en un partido ya irrelevante como fue el del pasado 14 de abril, su impresionante actuación hizo despertar la gran pregunta: ¿y sí, pese a haber anunciado con meses de antelación su retirada, Kobe Bryant acaba cambiando de opinión?
Hay dos motivos por el cual un jugador retirado vuelve a jugar. La primera es darse cuenta de que el cuerpo aún quiere y puede competir al más alto nivel, y no hay mayor ejemplo en la historia reciente (incluso por partida doble) que Michael Jordan. Pero en este escenario, aunque Kobe Bryant aún pueda sentirse mentalmente capaz de regresar a las canchas, su físico ya le ha dado demasiados avisos en forma de lesiones y tediosas e interminables recuperaciones como para tomárselo en serio.
La segunda es menos romántica: el dinero. Solo hay que recordar hace unos años a Antoine Walker, todo un All-Star NBA, intentando sin éxito recuperar a través de la D-League parte de su fortuna dilapidada en casinos y lujos innecesarios. Para muchos jugadores de élite, el retiro es un drama económico, pagando los excesos en años de sueldos millonarios cuando el grifo del dinero NBA queda seco para siempre. Pero Kobe Bryant tuvo bien claro desde el principio que ese nunca sería su caso.
Announced @BryantStibel investment platform to the world today with my partner @Stibel and our team on the @NYSE pic.twitter.com/Yy2yF34INH
— Kobe Bryant (@kobebryant) August 22, 2016
Por supuesto, como Michael Jordan en su día (y LeBron James en unos años), su condición de icono mundial incluso fuera de las canchas le va a permitir seguir recibiendo ingresos como imagen publicitaria durante el resto de sus días. Pero Kobe Bryant no se detiene ahí. El día antes de su cumpleaños, la "Mamba Negra" apareció en el epicentro de la economía mundial, Wall Street, para anunciar un fondo de inversión de $100 millones de dólares para medios de comunicación y empresas tecnológicas. Bryant hará equipo con el emprendedor Jeff Stibel, con quien ya ha trabajado desde 2013 en una compañía inversora que lleva el apellido de ambos socios.
En su página web, Bryant Stibel afirma haber invertido ya en 14 empresas, desde el gigante chino de comercio on-line Alibaba.com hasta la web The Players Tribune, especialmente popular entre deportistas y donde el propio Kobe Bryant anunció su retirada en noviembre del año pasado. Su entrada en el mundo de negocios no acaba ahí. Todavía como jugador en activo, Bryant ya había creado Kobe Inc., desde donde distribuye merchandising de su propia imagen e invierte en otros proyectos, con la marca bebidas deportivas BodyArmor como su principal apuesta.
Kobe Bryant, eso sí, parece resistirse a adoptar el estilo de vida de "hombre de negocios". Los Lakers quisieron dejar claro que, tras su último partido de 60 puntos, entrenó a la mañana siguiente como si hubiera sido una noche más. Y el nuevo jugador de los Pelicans, Buddy Hield, afirmó que había entrenado con Kobe Bryant (con quien comparte agente, Rob Pelinka) y recibido valiosos consejos de la Mamba Negra antes del pasado draft.
Pero, pese a estos detalles, Kobe Bryant parece absolutamente enfocado en su nueva carrera fuera de las canchas. Quizás su renovada pasión por los negocios le llevará en algún momento a volver al mundo de los deportes, tal y como hizo su predecesor en los corazones de los fanáticos de los Lakers, Magic Johnson, quien hoy es propietario de los Dodgers (MLB) y las Sparks (WNBA) en Los Angeles.
Pero, mientras tanto, el hambre que le llevó a convertirse en uno de los mejores jugadores de baloncesto de todos los tiempos está en otros proyectos. Y no hay duda de que, bajo la sonrisa que luce en sus fotos, sigue habiendo uno de los competidores más feroces que existe, aunque sea ahora cambiando las canchas de baloncesto por las salas de reuniones.