LOS ANGELES - Con su uniforme de juego, guardado en una bolsa de plástico, en una mano y una sonrisa de satisfacción en su rostro, el base del Orlando Magic Markelle Fultz salió el miércoles victorioso del Staples Center.
El Magic superó a Lakers 119-118, rompiendo la racha ganadora de nueve juegos de Los Angeles, y Fultz, ahora un jugador de tercer año pero de apenas 21 años, mostró el talento especial que lo convirtió en la selección No. 1 del draft en 2017.
Fultz, a quien los Philadelphia 76ers no le tuvieron paciencia la temporada pasada después de que una desconcertante condición nerviosa en su cuello y hombro destruyera su tiro en salto y disolviera su confianza, sumó 21 puntos, 11 rebotes y 10 asistencias para registrar el segundo triple doble de su carrera.
"Por lo que he pasado, simplemente me da más fuego para seguir adelante", dijo Fultz a ESPN después del partido. "Trabajé muy duro para estar donde estoy. He pasado por mucho, pero nunca me di por vencido".
"Por lo tanto, solo muestrale a las personas que están allá afuera, a quienes están dudando de ti, quienes te están haciendo algo [a ti], pon algo en tu mente y si lo tienes... ve y hazlo. Nunca dejes que alguien te diga tú no puedes; nunca me voy a parar. Seguiré trabajando hasta que no pueda jugar más".
Después de que los Lakers regresaron de un déficit de 21 puntos para tomar una ventaja de cuatro puntos a mediados del último periodo, Fultz se puso a trabajar. Anotó seis puntos con tres aciertos en cuatro tiros y repartió cuatro asistencias en la parte final -incluidos cuatro puntos en el último minuto, anotando dos bandejas complicadas en medio del atestado tráfico-, para cerrar las cosas.
Fultz fue el único armador de Orlando en jugar, dado que D.J. Augustin (rodilla izquierda) y Michael Carter-Williams (hombro) estuvieron apartados, y manejó el papel aumentado como si fuera suyo todo el tiempo.
"Se sintió como otro juego. Mi mentalidad, sabía que teníamos muchachos caídos y sabía que tenía que dar un paso adelante", comentó Fultz. "Creo que les mostré a todos mi talento y lo que puedo hacer, y de nuevo se siente bien porque es contra un gran equipo. Pero para mí es otro juego y estoy extremadamente feliz, pero me estoy preparando para el próximo".
Fue una actuación tan impresionante para un jugador que fue enviado a Orlando por una modesta selección de primera ronda del Oklahoma City Thunder 2020, una selección de segunda ronda de 2019 y el alero Jonathon Simmons (que actualmente está fuera de la liga), que incluso el equipo al cual sometió se quedó cantando sus alabanzas.
"Confianza y oportunidad", dijo LeBron James cuando se le pidió que explicara cómo Fultz ha cambiado. "Confían en él, él confía en sí mismo. Se le ha dado la oportunidad de salir y jugar el juego como creció jugando. Todo lo demás sale solo. Lo he apoyado desde que estaba en secundaria, cuando era un novato en Philadelphia. He apoyado su situación y aún [lo hago] hasta el día de hoy. Estoy feliz por él".
El guardia de los Lakers, Quinn Cook, quien también creció en el condado de Prince George en Maryland y asistió a la DeMatha Catholic High School unos años antes que Fultz, saludó al guardia del Magic con un abrazo y algunas palabras de aliento en la cancha después del partido.
"Ese es mi hermano pequeño", dijo Cook. "Somos del mismo lugar, de la misma escuela secundaria. Lo he conocido básicamente toda su vida. Así que solo verlo perseverar y hacer lo que está haciendo ahora, solo habla de qué tipo de muchacho es. Obviamente, nada le fue regalado en toda su vida, y especialmente desde que ha estado en la liga. Ha sido duro para él, pero mantuvo el rumbo, se mantuvo resistente y organizó un espectáculo esta noche y estoy muy, muy, muy feliz y orgulloso de él".
La ráfaga tardía de Fultz opacó el que fue el mejor juego de Cook como Laker, ya que anotó 22 puntos, gracias a 9 aciertos en 14 tiros, reemplazando al lesionado Rajon Rondo desde el banco. Al igual que Fultz, Cook no tuvo el mejor comienzo de su carrera en la NBA, pasó tiempo con el equipo de la G League de Cleveland Cavaliers y tuvo que luchar para jugar en Dallas y New Orleans antes de trabajar como jugador de rotación en Golden State.
"Nos defendemos el uno al otro", apuntó Fultz sobre Cook. "Lo estoy apoyando. Ha estado muy bien. Se ha ganado todo lo que tiene y creo que fue otro de los menos favoritos que llegó y solo está demostrando a todos lo que tiene el condado de Prince George y de qué está hecha esa área".
Fultz, quien ayudó a estropear la marca impecable de los Lakers contra equipos de menos de .500 (la derrota del miércoles ante el ahora Magic 20-21 hace que LA presente balance de 22-1 contra dichos oponentes), no solo lo hizo en la cancha de Lakers, lo hizo con los zapatos de la marca de James. Llevaba una versión de color rojo brillante de las zapatillas Nike de James.
"Me encantan sus zapatillas", remarcó Fultz. "Soy un guardia poderoso. La gente pudo verlo un poco esta noche...Destruyo muchos zapatos y solo puedo usarlos una vez. (Las zapatillas) de LeBron han sido un buen calzado para mí".
Sus zapatillas fueron empacadas por los gerentes del Magic al final de la noche, escondiéndolas para cuando Orlando juege el final de partidos en noches sucesivas contra los LA Clippers.
Pero la camiseta número 20 de Fultz, --empapada de sudor por el trabajo de su noche, y no de la sangre y las lágrimas de todas las noches que la precedieron--, venía con él.
"Mi camiseta del triple doble", dijo Fultz a ESPN. "Necesito eso, seguro. Es un hito, algo grandioso y voy a colgarla. Soy bastante duro conmigo mismo, pero de vez en cuando, disfruto de los momentos en que me va bien y sigo adelante".