Los 22 veces campeones del béisbol dominicano disfrutan de uno de los mejores arranques de temporada en la memoria reciente.
Las Águilas Cibaeñas han sido el equipo más dominante de la primera parte de la temporada 2025-26 de la Liga de Béisbol Profesional de la República Dominicana (LIDOM), sin que quepa lugar a duda.
El dominio que han mostrado los aguiluchos se debe, en gran medida, a una tórrida ofensiva que los mantiene muy por encima del resto de los conjuntos. Son líderes en prácticamente todos los departamentos de bateo del torneo, lo que los convierte en rivales sumamente complicados para las otras cinco franquicias.
Para entender lo bien que están las Águilas a nivel ofensivo, basta revisar los promedios de la liga: los equipos batean para .250, con porcentaje de embasarse (OBP) de .338 y slugging (SLG) de .368, lo que se traduce en un OPS de .706. Los cibaeños, en contraste, batean para .285, con OBP de .383 y SLG de .444.
La pregunta evidente es cómo, luego de años de pobre ofensiva, las Águilas lograron darle vuelta por completo al libreto. La respuesta empieza con una reconstrucción muy necesaria, aunque tardía, de su núcleo, reemplazándolo por uno mucho más joven.
Nombres como Alberto Rodríguez, Emmanuel Rodríguez y Ángel Genao, entre otros, han destacado de manera sobresaliente, siendo parte esencial de la alineación. Veteranos como J.C. Escarra, Raynel Delgado y Aderlin Rodríguez también han aportado de forma significativa. Sin embargo, el ritmo del equipo lo ha marcado ese primer grupo, bautizado como los “Baby Eagles” (las Águilas Bebés). Pero, ¿cómo han contribuido exactamente estos jugadores?
Iniciando con Alberto Rodríguez, es uno de los principales remolcadores de carreras del conjunto, con 12 impulsadas hasta el momento, mientras batea para .462 con OPS de 1.525 en 13 encuentros. Emmanuel Rodríguez, por su lado, suma 4 jonrones y 11 remolcadas en 17 juegos, con promedio de .292 y OPS de 1.063. Genao batea para .349, con OPS de .781 y 10 vueltas anotadas.
Tanto Genao como el segundo de los Rodríguez están realizando su debut con las Águilas en esta temporada.
Estos novatos son la punta de lanza de una ofensiva que ha dado un giro del cielo a la tierra. Como referencia, en la pasada temporada, luego de 50 juegos, las Águilas batearon para .264 con OPS de .740. En la anterior a esa, .259 con OPS de .697, y en 2022-23, .231 con OPS de .649. El cambio es notorio, aunque todavía falte una cantidad importante de encuentros para cerrar la actual campaña.
El éxito sostenido del equipo amarillo tiene mucho que ver con estos jóvenes y es muy probable que, a menos que el picheo rival logre descifrarlos en las próximas semanas, el nivel se mantenga. Los “Baby Eagles” son el motor de una nueva era para las Águilas Cibaeñas.
