Joey Meneses, Randy Arozarena y un extraordinario pitcheo encaminaron a México a la siguiente ronda al Clásico Mundial de Béisbol
Isaac Paredes se ponchaba viéndola pasar… o debo decir “el umpire principal, Cory Blaser, ponchó a Paredes con un lanzamiento muy afuera para terminar el juego”. Como quiera que sea, México había entonces comenzado con derrota 5-4 en 10 entradas ante Colombia su participación en el Clásico Mundial de Beisbol 2023.
El pesimista panorama para los aztecas incluía tener que enfrentar, menos de 24 horas después, al favorito, anfitrión y actual campeón, Estados Unidos, obligado a una victoria si quería mantener con vida sus esperanzas de avanzar a la siguiente ronda.
Mucho se habló después del descalabro doloroso del sábado de si el manager Benjamín Gil había dejado horas extras a Julio Urías, a quien después de lanzar cuatro entradas perfectas le cayeron encima en la quinta, del error de Luis Urías a batazo de Gustavo Campero que trajo la carrera de la victoria en la décima o incluso de ese pésimo tercer strike de Blaser que terminó el juego cuando el veloz Jarren Durán se movía por tercera base con la carrera del empate. Todos fueron factores fundamentales para la derrota y el hecho de que el equipo tricolor se encontrara contra las cuerdas desde temprano.
La noche siguiente, la historia cambió. México apaleaba 11-5 a Estados Unidos, ganándole a los de las barras y las estrellas por tercera ocasión en la historia del Clásico Mundial, y desde entonces, solo cosas positivas se han hablado de la novena de Benjamín Gil.
La espectacular noche de Joey Meneses contra los locales, que incluyó par de cuadrangulares y cinco carreras producidas, el show completo que ha montado Randy Arozarena, quien batea para .500 con nueve carreras producidas en los cuatro juegos del Clásico, una notable mejoría defensiva en relación a lo que se vió en ese juego inaugural y, sobre todo, lo que tanto se habló del equipo mexicano desde que se dio a conocer el roster: su extraordinario pitcheo.
Tras esas cuatro entradas perfectas de Julio Urías ante Colombia, vinieron sólidas actuaciones de Patrick Sandoval, Taijuan Walker y José Urquidy. Los abridores de México terminaron la primera ronda del Clásico con 3.38 de efectividad, cuatro bases por bolas y 21 ponches en 16 entradas totales de trabajo, pero en lo que respecta al bullpen no hay queja, pues no es solo el hecho de que se han visto muy efectivos, sino que entre Benjamín Gil, su coach de pitcheo Elmer Dessens, y su coach de banca, Vinny Castilla, los han manejado a la perfección. El relevo mexicano, en el que Gil ha utilizado en total a 19 lanzadores, registra 3.00 en carreras limpias admitidas con ocho pasaportes y 19 pasados por los strikes en 21 episodios de trabajo.
Esos factores fueron fundamentales en la consecusión del primer objetivo. México ha avanzado a la siguiente ronda por tercera vez en sus cinco participaciones en el Clásico Mundial de Béisbol, y Julio Urías estará listo para subir a la loma el sábado en Miami, tratando de meter a los aztecas a una semifinal, por primera vez en la historia.