La Selección Mexicana mostró carácter, estrategia y variedad de armas para vencer a Puerto Rico y avanzar a las Semifinales del Clásico Mundial de Béisbol
Cuando Julio Urías salió de la loma en la primera entrada habiendo permitido cuatro carreras en juego de vida o muerte ante Puerto Rico, el sentimiento general era que esa ventaja no era suficiente para enviar a los boricuas al juego Semifinal. Ocho entradas después, ese colchón tempranero se había desvanecido y México está instalado en la siguiente ronda, en donde enfrentará a Japón, buscando el boleto al Juego por el Campeonato.
Tanto en la primera fase del Clásico Mundial de Beisbol, como en este duelo de vencer o morir, podemos señalar muchos puntos clave para que la escuadra de Benjamín Gil haya ganado cuatro de sus cinco encuentros, pero lo más claro y contundente, es el gran trabajo que se ha hecho confeccionando este roster, porque en cada juego hablamos de héroes diferentes, y en cada victoria ha quedado claro que este grupo trabaja como equipo, y a diferencia de representativos anteriores, muy bien manejados y motivados por su dirigente.
Urías colgó tres ceros después de su debacle de la primera entrada, y ahí fue que vino el primer gran movimiento de Benji Gil: el traer a Javier Assad como su primer relevista. El tijuanense cerró la puerta por completo a la ofensiva boricua en la quinta y sexta entradas, sacando además los primeros dos outs de la séptima y cuando dejó la loma, ya México había recortado la distancia por la mitad.
El puente de Jo Jo Romero y la combinación ya conocida de Jake Sánchez como preparador y Giovanny Gallegos como cerrador, completaron una lección de conocer a su gente por parte de Gil.
A la ofensiva, cuando Joey Meneses, héroe de batallas anteriores, no pudo responder (de 4-0, lo mismo que Rowdy Tellez), apareció la figura de Isaac Paredes, que conectó su primer cuadrangular del torneo y terminó produciendo tres de las cinco carreras de su equipo. Luis Urías, que había tenido sus problemas a la hora de batear, pero que nunca perdió la confianza del timonel, se apuntó dos hits, uno de ellos el que trajo la carrera de la victoria y el receptor Austin Barnes, como noveno en el orden, conectó también par de imparables, uno de ellos el que comenzó el rallie de tres que marcó la diferencia en la séptima.
A la defensiva…. bueno… el nombre que ha figurado en TODOS los juegos de México como parte fundamental: Randy Arozarena. La atrapada del 'Cubano-Yucateco' a batazo de Emmanuel Rivera en el octavo episodio no sólamente fue una jugada de asterisco, sino que por las circunstancias, ha llegado a ser una de las más importantes de todo el evento.
Vienen dos días de descanso para la novena mexicana que ya hizo historia. A celebrar esta victoria tan sufrida, tan importante, pero tan llena de "riñones" y de carácter, porque el lunes, Japón los separa de su pase a la Gran Final. Antes del duelo del viernes, Puerto Rico era señalado como gran favorito para llevarse el triunfo. Los nipones llegan con esa misma etiqueta…. una situación en la que le gusta estar a la tropa de Benjamín Gil, que ya lo ha hecho antes, y que ahora tratará de repetir la dosis ante los super favoritos invictos a quienes se medirán en la Semifinal.