Los campeones reinantes de MLB construyeron un nuevo imperio del mal con una serie de movimientos brillantes
Los Angeles Dodgers no son sólo un equipo de beisbol hoy en día. Son un símbolo. Para los aficionados de los otros 29 clubes de Grandes Ligas son motivo de indignación o añoranza. Para los dueños rivales, y el comisionado que les rinde cuentas, ejemplifican una creciente disparidad salarial que debe abordarse. Para los jugadores y el sindicato que los representa son un modelo a seguir, personificando todos los rasgos de las organizaciones exitosas: astutos en el desarrollo de jugadores, comprometidos con componentes tras bambalinas que marcan la diferencia y, sobre todo, deseosos de reinvertir sus desorbitados ingresos en el roster.
Los Dodgers dan empleo a siete jugadores con contratos millonarios, cinco de los cuales se firmaron en los últimos 15 meses. También cuentan con el sistema de Ligas Menores más sólido del deporte, según Kiley McDaniel de ESPN. Su alineación está repleta y su rotación, condecorada, pero también su futuro se ve brillante y sus recursos parecen ilimitados. Y, sin embargo, su arquitecto principal, Andrew Friedman, no está listo para una vuelta de la victoria. "Simplemente, no lo asumo así", dijo Friedman, quien inicia su undécimo año como presidente de operaciones de beisbol de los Dodgers, en una conversación telefónica reciente. "Creo que una vez que me despidan, cuando haya una distancia real entre estar inmerso en el día a día y cuando no lo esté, podré recordar esas cosas. Pero para nosotros ahora mismo, todo se siente muy precario.
"Hemos visto muchas organizaciones realmente exitosas caer en picada y tardar un tiempo en recuperarse. No damos nada por sentado".
Nada dura para siempre. Todos los imperios han caído, todas las dinastías se han desvanecido. Pero lo que los Dodgers han construido se siente excepcionalmente sostenible. Un claro recordatorio llegó el mes pasado, cuando se le preguntó al comisionado de las Grandes Ligas, Rob Manfred, si la indignación por el gasto de los Dodgers le recordaba lo que sentían los aficionados sobre los equipos estelares de los New York Yankees de principios de la década de 2000, comúnmente conocidos como 'El Imperio del Mal'.
Los Dodgers actuales, dijo Manfred, "probablemente, son más rentables en términos porcentuales que los antiguos Yankees, lo que significa que podrían ser más sostenibles, por lo que es más del problema".
La palabra "problema" depende de la perspectiva de cada uno. Los aficionados de los Dodgers, ciertamente, no lo describirían como tal. Mientras el equipo se prepara para comenzar su temporada el martes contra los Chicago Cubs en Japón, un país donde son venerados, en una serie patrocinada por su grupo propietario, vale la pena entender cómo llegaron los Dodgers a esta situación.
Fue el resultado de su proceso, pero también requirió varios pasos monumentales dados a lo largo de los últimos 12 años.
A continuación, echemos un vistazo a sus mayores avances.
28 de enero de 2013: Firmaron un megacontrato con medios.
A principios de 2013, menos de un año después de que Guggenheim fuera propietario, los Dodgers cerraron un enorme contrato con medios locales por 25 años, valorado en 8,350 millones de dólares, o 334 millones de dólares anuales en promedio. Pero, durante el resto de esa década, fue un gran dolor de cabeza. Un impasse entre AT&T y Charter Communications impidió que más de la mitad del mercado del sur de California tuviera acceso al canal del equipo, SportsNet LA, entre 2014 y 2020.
A medida que el impasse continuaba y las tensiones se intensificaban, el acuerdo mediático de los Dodgers se convirtió en símbolo de un creciente conflicto entre los canales deportivos que exigen tarifas más altas y los distribuidores de contenido, recelosos de que los clientes paguen por contenido que no consumen. Ahora, cinco años después de que ambas partes finalmente llegaran a un acuerdo, transmitiendo los juegos de los Dodgers en las plataformas de video de AT&T y casi duplicando el número de hogares a más de 3 millones, esto ejemplifica una creciente disparidad que está sacudiendo a la industria.
El acuerdo con los medios locales de los Dodgers es más largo que la mayoría y más caro que cualquier otro, pero aquí está el truco, según una fuente familiarizada con el acuerdo: mientras la mayoría de las cadenas deportivas regionales se configuran como subsidiarias bajo una entidad corporativa, dejándolas solas cuando atraviesan tiempos difíciles –como Diamond Sports Group, una antigua subsidiaria de Sinclair que se vio obligada a declararse en bancarrota cuando la deuda aumentó y la cantidad de suscriptores disminuyó–, los Dodgers cuentan con el respaldo corporativo total de Charter, un enorme conglomerado de medios.
Así que los Dodgers no sólo generan mucho más en medios locales que cualquiera de sus competidores, sino que, en un momento en que el modelo de cable lineal se está agotando y los equipos enfrentan una creciente incertidumbre con contratos de RSN que representan alrededor del 20 por ciento de los ingresos, su acuerdo es relativamente sólido. Esto es especialmente valioso considerando que están en una división donde tres equipos –los San Diego Padres, los Arizona Diamondbacks y los Colorado Rockies– han perdido sus acuerdos con los medios locales.
21 de diciembre de 2018: Realizaron un intercambio que alivió su nómina.
Cuatro días antes de la Navidad de 2018, los Dodgers ejecutaron una inusual reducción salarial. Matt Kemp, Yasiel Puig, Alex Wood, Kyle Farmer y dinero en efectivo fueron enviados a los Cincinnati Reds por Homer Bailey, quien fue liberado de inmediato, y dos jugadores jóvenes que posteriormente impulsarían adquisiciones de gran éxito: Jeter Downs y Josiah Gray. El componente prospectivo fue secundario; el verdadero beneficio fue el dinero ahorrado que le dio a los Dodgers un margen de maniobra adicional bajo el umbral del impuesto de lujo y les ayudó a cumplir con el pago de la deuda al año siguiente.
En un sentido más amplio, fue la culminación de un esfuerzo de varios años por parte de la gerencia para liberar a los Dodgers de contratos inflados y optimizar una nómina que finalmente se vio sobrecargada por acuerdos masivos con jugadores como Kemp, Andre Ethier, Carl Crawford y Adrián González. La nómina de los Dodgers, sujeta al impuesto de lujo, se redujo en aproximadamente 50 millones de dólares entre 2017 y 2019, momento en el que sólo dos jugadores, A.J. Pollock y Kenta Maeda, habían firmado contratos más allá de los dos años siguientes. Friedman pensaba que los Dodgers ahora tenían la libertad de ser agresivos.
"Durante nuestros primeros cuatro o cinco años, se trató tanto de intentar ser lo más competitivos posible como de mejorar nuestras perspectivas salariales futuras", dijo. "Al final de la temporada 2019, por primera vez, llegamos a ese punto y estábamos en posición de ser más agresivos entre los mejores de la clase de agentes libres".
Gerrit Cole y Anthony Rendon encabezaron la clase de agentes libres de esa temporada baja. Los Dodgers no se quedaron con ninguno de ellos.
Pronto lo compensarían.
10 de febrero de 2020: Mookie Betts estaba disponible, ¡y se lanzaron!
Los Dodgers iniciaron conversaciones sobre un posible traspaso de Betts antes de la fecha límite de cambios de 2019, pero luego los Boston Red Sox ganaron cinco de siete juegos contra los Tampa Bay Rays y los New York Yankees a finales de julio, y de repente Betts no estaba disponible. Sin embargo, se estableció un tono.
"Sabíamos, con él entrando en su último año bajo control, que existía la posibilidad de que buscaran negociarlo al comenzar la pretemporada", recordó Friedman. "Hubo un cambio en su departamento de operaciones de beisbol, y contrataron a Chaim Bloom, con quien tengo una buena relación. Pasé mucho tiempo hablando con él al principio. Para él, se trataba de establecerse y comprender la dirección organizacional de lo que estaban haciendo. Y no fue hasta enero que abrió la puerta a la negociación". Friedman, quien le dio a Bloom su primer trabajo en la gerencia de Tampa Bay, finalmente consiguió a Betts y David Price a cambio de Alex Verdugo, Downs y otro prospecto de posición, Connor Wong, el 10 de febrero de 2020. Friedman había codiciado a Betts durante mucho tiempo, no sólo por su talento excepcional, sino también por su ética de trabajo y competitividad, cualidades que parecían mejorar a quienes lo rodeaban. En cinco meses, Betts acordó una extensión de contrato de 12 años y $365 millones, evitando la agencia libre.
17 de marzo de 2022: Freddie Freeman se convirtió en una sorpresiva incorporación como agente libre.
Cuando Freeman se convirtió en agente libre tras ganar la Serie Mundial de 2021 con los Atlanta Braves, Friedman asumió que simplemente regresaría a Atlanta. Todos los demás, incluido Freeman, también lo hicieron. Era una estrella local a punto de que algún día retiraran su número y tuviera una estatua en las afueras del Truist Park. Pero las conversaciones iniciales apenas avanzaron, y los Dodgers vieron una oportunidad.
En la tarde del 1 de diciembre, momentos antes de que el deporte parara en medio de una amarga disputa laboral, los jugadores, coaches y ejecutivos de los Dodgers se reunieron para la boda de Betts en Los Ángeles. Friedman, el manager de los Dodgers, Dave Roberts, y el entonces tercera base, Justin Turner, se alejaron brevemente para llamar a Freeman. Querían dejar una impresión duradera antes de que un cierre patronal impuesto por los dueños prohibiera la comunicación entre equipos y jugadores. Querían ser el último club del que tuviera noticias.
El mensaje, en esencia: no se olviden de nosotros.
Friedman dijo que "al terminar la llamada, sentía que era increíblemente improbable" que los Dodgers firmaran a Freeman. Pero, cuando el cierre patronal terminó el 10 de marzo, los Braves y el entonces agente de Freeman, Casey Close, seguían sin poder cerrar la brecha, ni en longitud ni en valor. Cuatro días después, los Braves adquirieron en canje a otro primera base estrella, Matt Olson, dejando a Freeman atónito. Tres días después, se marchó a los Dodgers, llegando a un acuerdo con un contrato de seis años y 162 millones de dólares.
Temporada baja 2022-23: quedaron fuera del mercado de shortstops
Cuando Corey Seager se convirtió en agente libre al final de la temporada 2021, los Dodgers ya contaban con un reemplazo en Trea Turner, quien había sido adquirido junto con Max Scherzer el verano anterior en un acuerdo que envió a Gray y a otros tres jugadores de Ligas Menores a los Washington Nationals. Pero cuando Turner se convirtió en agente libre un año después, los Dodgers no hicieron nada para consolidar una de las posiciones más importantes del beisbol.
Turner se convirtió en parte de una generación histórica de shortstops agentes libres, junto con Carlos Correa, Xander Bogaerts y Dansby Swanson. Los Dodgers no buscaron a alguno de ellos, a pesar de no tener un reemplazo claro. Los Dodgers podrían haber evitado años de incertidumbre en esta posición al asegurar a un estrella consolidada, pero hacerlo no fue considerado.
La razón ahora es obvia.
"Con nuestra posición en cuanto a compromiso", dijo Friedman, "y con Shohei Ohtani llegando en la siguiente temporada baja, era un desafío mayor para nosotros hacer algo que nos perjudicara en la búsqueda de Shohei".
11 de diciembre de 2023: Ohtani los eligió.
Para cuando Ohtani se convirtió en agente libre en noviembre de 2023, el roster de los Dodgers estaba repleto, pero su nómina era manejable, con sólo Betts y Freeman garantizados más allá de las próximas dos temporadas. Los Dodgers podían presumir de un equipo contendiente –con dos pilares de la franquicia y una gran cantidad de jóvenes talentos–, pero también de ofrecerle a Ohtani la promesa de incorporar a otros jugadores de impacto a su alrededor, independientemente de su monstruoso contrato. Funcionó.
Ahora, el 11 de diciembre de 2023 se erige como una de las fechas más importantes en la historia de los Dodgers. Ohtani no solo se unió a los Dodgers ese día, sino que aceptó diferir más del 97 por ciento de su contrato de 10 años y $700 millones. Los Dodgers se han hecho famosos por su propensión a diferir dinero, un mecanismo para ofrecer a los jugadores una mayor garantía, pero que, dada la capacidad de invertir los compromisos diferidos, resulta mayormente beneficioso para los Dodgers (aunque quizás no tanto como se podría pensar).
El acuerdo de Ohtani fue seguido por la incorporación de dos abridores de primera línea: Yoshinobu Yamamoto, quien firmó un contrato por $325 millones, y Tyler Glasnow, quien fue adquirido mediante canje y posteriormente firmó una extensión de cinco años por cerca de $140 millones. Ohtani no lanzó en 2024, pero tuvo una de las mejores temporadas ofensivas en la historia del beisbol, inaugurando el club 50/50 y convirtiéndose en el primer bateador designado de tiempo completo en ganar un MVP.
Igual de importante, desde la perspectiva de los Dodgers: generó enormes cantidades de ingresos.
Ohtani se convirtió en la camiseta más vendida de la MLB por un amplio margen. Con él en el roster, los Dodgers firmaron acuerdos de patrocinio con 11 empresas japonesas diferentes durante la temporada 2024. Dos versiones de bubbleheads de Ohtani como regalo incitaron a los aficionados a hacer fila afuera de Dodger Stadium hasta 10 horas antes del primer lanzamiento. Las visitas guiadas japonesas por el estadio –una adición que se realizaba dos veces al día, cuatro días a la semana– nunca cesaron. Las tiendas de regalos solían tener filas en la puerta.
Los Dodgers no revelan cuántos ingresos adicionales generaron gracias a Ohtani el año pasado, pero el presidente del equipo, Stan Kasten, ha dicho repetidamente que superaron incluso sus proyecciones más optimistas.
9 de octubre de 2024: sobrevivieron al Juego 4 de la Serie Divisional de la Liga Nacional.
Es sorprendente, dado el espacio que ocupan actualmente los Dodgers, que hace cinco meses tuvieran fama de, digamos, fallar a la hora cero. Su campeonato al final de la temporada 2020, acortada por la pandemia de COVID-19, había sido completamente desestimado por su falta de convencionalismo. El público en general tenía más presentes las temporadas 2019, 2021, 2022 y 2023 que terminaron con equipos talentosos eliminados prematuramente por oponentes inferiores.
La temporada 2024 se encaminó rápidamente en esa dirección. El 9 de octubre, los Dodgers perdían dos juegos a uno en la Serie Divisional de la Liga Nacional al mejor de cinco, ante un equipo de los Padres que se consideraba más completo. Su reducida rotación se había quedado sin abridores. Organizaron un juego de bullpen con la temporada en juego. Y sobrevivieron. Los Dodgers blanquearon a los Padres en el cuarto juego, los blanquearon de nuevo en el quinto, y luego superaron con facilidad a los New York Mets y a los Yankees para conseguir su primer campeonato de temporada completa desde 1988.
Vino, a continuación, una segunda temporada baja consecutiva en la que los Dodgers incorporaron prácticamente a todos los jugadores que querían. Eso incluyó a un abridor de primera línea (Blake Snell), dos jardineros de esquina (Teoscar Hernández y Michael Conforto), tres figuras destacadas del bullpen (Tanner Scott, Kirby Yates y Blake Treinen), dos favoritos de la afición (Clayton Kershaw y Kiké Hernández) y uno de los lanzadores prospectos más atractivos de una generación (Roki Sasaki). Un utility clave (Tommy Edman) también recibió una extensión de contrato. El costo: otros $466.5 millones en dinero garantizado, inmediatamente después de una temporada baja en la que garantizaron cerca de $1.4 mil millones en fichajes y extensiones.
Roberts, quien acaba de lograr una extensión de contrato récord, ha hablado sobre cómo podría haber sido despedido si no hubiera guiado a sus Dodgers a la victoria sobre Padres el otoño pasado. Friedman reconoció que los Dodgers, probablemente, no gasten tanto si no ganan la Serie Mundial y generan los ingresos adicionales que ello conlleva, aunque lo calificó como "una suposición vaga".
Aun así, cuando se le preguntó con qué frecuencia ha pensado en cómo sería la vida si los Dodgers no hubieran ganado el cuarto juego de la Serie Divisional de la Liga Nacional de 2024, Friedman respondió: "cero minutos".
"Hemos estado en el lado bueno y en el lado malo de esos juegos", agregó. "Y no he dedicado ni un minuto a pensar en cómo sería el mundo si el resultado hubiera sido diferente".
Lo único que importa ahora es una realidad que entusiasma a sus fanáticos y enfurece a todos los demás: los Dodgers parecen tan insuperables como cualquier franquicia puede serlo en este deporte.