LOS ÁNGELES, California – Si el equipo de Los Angeles Dodgers, actuales dueños del mejor récord del béisbol, no se alzan con el título de la Serie Mundial de este año, todo el análisis (con razón o no), probablemente girará en torno al 31 de julio de 2019, fecha en la cual la gerencia del equipo fracasó en sus intentos de asegurarse de los servicios de un relevista de alto nivel que necesitaban y ansiaban con desesperación.
Andrew Friedman, presidente de operaciones deportivas de los Dodgers, parecía sonar como un hombre que estaba en paz con dicha posibilidad.
“Todos saben lo mucho que trabajamos en ello”, dijo Friedman, “cuánto queríamos que eso ocurriera”.
Los Dodgers intentaron conseguir a brazos de la talla de Felipe Vazquez, Brad Hand, Will Smith y Edwin Diaz, pero todos sus esfuerzos fueron infructuosos. Por el contrario, hicieron la clase de adiciones conscientes de la profundidad de su roster, las cuales eran relegadas previamente al periodo de waivers del mes de agosto, antes de que Major League Baseball impusiera una fecha límite rígida para la temporada 2019.
Incorporaron a Jedd Gyorko, un infielder que batea a la diestra, capaz de respaldar a David Freese, Chris Taylor y Enrique Hernandez quienes, en su totalidad, al igual que Gyorko, se encuentran actualmente en la lista de lesionados. Asimismo, se hicieron con los servicios de Adam Kolarek, un relevista zurdo que ha permitido solamente cinco carreras en sus últimos 17 innings, pero que no representa de ninguna manera el brazo dominante para los últimos innings que muchos se esperaban.
Los Dodgers contaban con una necesidad muy específica antes de la fecha límite, lo cual limitó sus probabilidades de asegurarlo. Y el precio que exigían para cualquier operación era sumamente alto, tal como lo evidencia el hecho de que ninguno de los relevistas antes mencionados cambió de equipo. Friedman enfatizó que fue agresivo en su búsqueda, manteniendo negociaciones con múltiples equipos antes de la fecha límite de las 4 p.m. del miércoles. Igualmente respondió a lo que se ha convertido en un estereotipo que se achaca a las gerencias jóvenes y que toman decisiones en base al análisis estadístico: que se encuentran demasiado obsesionadas con ganar en los cambios que terminan impedidos a la hora de concretarlos.
“No pienso que ese haya tratado de una situación en la cual buscábamos ganar en un cambio desde el punto de vista del valor”, expresó Friedman en una llamada telefónica en conferencia. “Uno aspira no pensar así en julio. Extendimos muchas ofertas que definitivamente estaban por debajo desde el punto de vista del valor, pero nos sentimos bien a la hora de hacerlos gracias a las piezas que tenemos”.
“Sin embargo, las cosas pueden terminar dándose de forma graciosa. Dentro de un año o dos, (la inactividad) podría terminar siendo muy positiva. No estamos seguros de ello. Sin embargo, en lo que respecta al proceso y conversaciones y lo agresivos que fuimos, nos sentimos sumamente bien con las cosas que podíamos controlar”.
En las cuatro temporadas anteriores, Friedman ha adquirido a Manny Machado, Yu Darvish, Rich Hill, Josh Reddick, Alex Wood y a Tony Watson intentando buscar un impulso a final de temporada. No obstante, este año, Friedman no estuvo dispuesto a cumplir con las altas exigencias hechas a cambio de los relevistas de alto nivel que buscó, quedándose en definitiva con prospectos importantes, tales como Gavin Lux, Dustin May y Keibert Ruiz.
Varios informes indicaron que los Dodgers sostuvieron conversaciones con los Detroit Tigers con respecto al cerrador revelación Shane Greene; no obstante, Green terminó cambiado a los Atlanta Braves, organización que pudo adquirir tres relevistas para los últimos innings, reforzando un equipo que terminó el mes de julio con una ventaja de 6 ½ juegos en la División Este de la Liga Nacional. Los Houston Astros, que se impusieron a los Dodgers en la Serie Mundial de 2007 hicieron el mayor movimiento de todos, adquiriendo a Zack Greinke para incluirlo en una rotación que ya incluye a Justin Verlander y a Gerrit Cole; el cambio dio a los Astros una ventaja evidente sobre los New York Yankees, equipo que, al igual que los Dodgers, no hizo nada relativamente sustancial en la fecha límite.
“Nuestro objetivo en todas y cada una de las fechas límite durante las cuales he trabajado aquí ha sido mostrarnos agresivos y en mayor cantidad de ocasiones, eso ha redundado en un movimiento agresivo”, dijo Friedman. “Hoy en día, ese no fue el caso. Sin embargo, tuvimos varias conversaciones en pie hasta la 1 en punto y sentimos que contamos con un equipo y la profundidad suficientes para ganar un campeonato”.
Los Dodgers, que parecen ir sin mayores obstáculos en ruta a su séptimo título divisional consecutivo, ha ganado 71 de sus primeros 110 partidos esta temporada. Su ofensiva es líder en la Liga Nacional en OPS, su rotación de abridores comanda el Viejo Circuito en efectividad colectiva y su defensiva comanda las Mayores en carreras salvadas a la defensiva. A pesar de ello, su bullpen (4.06 de efectividad, 1.21 de WHIP, promedio entre ponches y boletos de 2.86) está a la zaga. No ha sido necesariamente mediocre, pero es evidente que ha carecido de un relevista dominante en los últimos innings que pueda abonar el terreno al cerrador Kenley Jansen.
Quizás se trate de Joe Kelly, quien tiene efectividad de 5.20 en la primera temporada de su actual contrato por tres años y $25 millones.
O quizás sea Kolarek, quien ha limitado a los toleteros zurdos a un porcentaje de slugging de .302 durante toda su carrera.
Quizás lo será Kenta Maeda, quien ha pitcheado en situaciones altamente comprometedoras durante las dos últimas postemporadas. O Julio Urias, el joven zurdo que ha brillado en el rol de lanzar múltiples innings. O May, quien será ascendido para hacer su debut en Grandes Ligas este viernes. Ahora, los Dodgers deberán tomar esa conclusión de forma interna.
“Contamos con dos meses y una gran cantidad de brazos realmente talentosos (algunos ya en Grandes Ligas, otros en Ligas Menores) y pasaremos estos dos meses haciendo todo lo posible para conseguir la combinación apropiada”, expresó Friedman. “Ciertamente, no será por falta de talento. Utilizaremos varios brazos de alta calidad. Nos sentimos bien con respecto a la capacidad colectiva que tenemos de hacer el trabajo”.