Antes de iniciar la temporada 2020, no había ninguna duda de quién era el cátcher titular de los New York Yankees. Eso se dio por finalizado cuando enviaron a la banca a uno de los peloteros más controversiales en vestir el uniforme de los Yankees recientemente. Ahora queda una gran interrogante: ¿Qué le depara a Gary Sánchez?
Desde su debut en 2016, Sánchez parece haber estado rompiendo récords con cada swing, convirtiéndose en uno de los peloteros que más rápido ha llegado a acumular sumas de jonrones por número de partidos en la historia de las Grandes Ligas. Sánchez es uno de sólo cuatro receptores en la historia de las Grandes Ligas con varias temporadas de 30 jonrones antes de los 27 años, y su total de 115 cuadrangulares es la tercera mayor cantidad para un pelotero en 421 partidos de por vida.
No obstante, ese excepcional poder en la posición de receptor ha sido costoso. La defensa de Sánchez ha variado de inconsistente a inaceptable. Sus problemas defensivos, particularmente sus fallas al bloquear lanzamientos bajos, han sido bien documentados. Las 52 bolas pasadas de Sánchez son la mayor cantidad para cualquier receptor de Grandes Ligas en las últimas cinco temporadas. Pero el desempeño de Sánchez con el bate siempre compensó por sus fallas defensivas, como lo demuestra tener el tercer wRC + más alto entre todos los receptores desde 2016.
Entonces llegó la temporada 2020. Sánchez, quien era uno de los toleteros más temidos en Grandes Ligas, bateó .147 / .253 /.365 en 49 juegos durante la temporada abreviada de 60 juegos bajo la pandemia, con sólo 10 jonrones y 24 carreras impulsadas. Como comparación, Sánchez bateó para .232 con 34 jonrones y 77 carreras impulsadas en 106 partidos en 2019.
En una entrevista con ESPN desde su casa en la República Dominicana, Sánchez habló sobre tener que aprender un nuevo estilo en la receptoría durante su pésima temporada 2020, de Kyle Higashioka emerger como el cátcher personal del as Gerrit Cole, sobre ser enviado a la banca durante la temporada regular y durante la mayor parte de la postemporada, y de los rumores de cambio que van a la par con ser el blanco favorito de los fanáticos enojados de los Yankees.
¿Te consideras el receptor titular de los Yankees?
Yo no te voy a hablar de lo que el equipo esté pensando, pero yo todavía estoy en forma para ser el cátcher de todos los días. Ahora mismo con 27 años no me veo como cátcher un día a la semana, dos días a la semana. No veo mi carrera así todavía. Yo sé que yo puedo jugar y ayudar al equipo en los dos lados todos los días. Yo no veo mi carrera como suplente, para decirlo así.
¿Cómo fue cuando te enviaron a la banca durante los playoffs?
Fue duro para mí. Nunca me había pasado eso en mi carrera, ni en ligas menores y ni en Grandes Ligas. Cuando me sentaron en la temporada regular, me explicaron si iba a cachar un día sí y uno no, o cada dos días, para descansar y trabajar.
Después, cuando llegan los playoffs, uno se emociona y va con esa adrenalina. Ya yo me sentía mejor al final de la temporada, y uno va con el deseo de poder contribuir al equipo, de poder hacer algo, lo que no hice en la temporada regular. Sentir que no podía contribuir al equipo era muy duro para mí. Yo siempre me mantuve apoyando a mi equipo. Pero la realidad es que nunca me dijeron por qué. Yo no sabía por qué no estaba jugando.
¿No hubo explicación?
En la temporada regular, cuando ellos me sentaban, me decían: '"te vamos a dar dos días para que tú te reencuentres, trabajes lo que tengas que trabajar, para que descanses un poco y también puedas trabajar en cosas que estaba fallando." Pero ya cuando llegan los playoffs, cuando me sentaron la primera vez, yo entendí que ya no le estaba cachando al pitcher que iba a lanzar ese día, desde la temporada regular. Yo me decía, 'ese juego no lo voy a jugar, pero después de hoy voy a jugar'. Y así fue al principio y yo lo comprendí muy bien.
Jugué en el segundo juego en Cleveland muy bien. Nos fuimos a San Diego, allá a la burbuja. No jugué el primer juego porque no le caché a [Gerrit] Cole. Entonces, después de casi una semana sin jugar, no me fue bien a mí, y en realidad a ninguno de nosotros, en el segundo juego. Después de ahí, yo pensaba que iba a jugar al otro día porque había sido un juego muy malo para todos. Yo me di tres ponches, pero sentía que estaba haciendo buenos cortes, buenos swings. Me sentía mucho mejor. Pero no me pusieron a jugar. Y me dije a mí mismo, '¿qué pasó aquí?' Pero mi trabajo es apoyar a mi equipo. Pero de ahí en adelante nadie me dijo nada. Nada más me decían, 'mantente ready'.
¿Te hizo perder la confianza en ti mismo?
Lo que me pasó por la mente era que no sabía lo que estaba pasando. Yo no sabía por qué no estaba jugando, si era por mi defensa o porque no estaba bateando. Eso era en lo que estaba pensando. Entonces ahí es que uno trata de hacer las cosas mejor de la cuenta, y es cuando cometes errores. Me hubiera gustado que alguien me dijera 'esto es lo que está pasando, esto y esto,' y uno como hombre y como pelotero lo entiende. Uno sabe que uno tiene que mejorar esto y esto. Pero nunca tuve el chance de saber por qué.
¿Tuviste una conversación con alguien del equipo al concluir la temporada?
Yo les pedí que habláramos y tuvo una conversación respetuosa, muy positiva con Boone. Yo le expliqué que yo creía que me merecía que me explicaran lo que sucedió. Cuando fui a recoger mi ropa allá al estadio en New York, me encontré con [el mánager Aaron] Boone y tuve una conversación buena y hablamos de todo eso y la cosa se aclaró. Yo le expliqué que yo creía que me merecía una explicación por lo que pasó. Tuvimos una conversación muy buena y hablamos y está todo claro. Después de hablar con Boone, todo muy bien. Nuestra comunicación ha sido muy buena y muy honesta desde que pasó todo esto, y hemos tenido mucha comunicación con Boone, con [el coach de receptores] Tanner [Swanson], con la gerencia. Pero la realidad es que siempre hemos tenido buena comunicación. Por eso fue que yo estuve confundido cuando no estuvimos en comunicación en los playoffs.
¿Te afectó el cambio de coach?
He estado trabajando muchas formas. Siempre estoy trabajando algo en spring training. Siempre. Siempre me traen a la mesa algo que hay que mejorar. Que hay que mejorar aquí, allí. Este año fue lo de la rodilla derecha abajo, que me iba hace mejor en la zona baja. Entonces mejoré en la zona baja, pero empeoré en las otras zonas. Mejoré en el objetivo que me pidieron este año, pero empeoré en otros pitcheos cerca de la zona, los que no estaban en la zona baja. Entonces funcionó en un aspecto, pero no funcionó en otras cosas.
Yo tuve muchos instructores de cátcher en ligas menores, como todo el mundo, pero creo que es importante tener un coach consistente ya llegando a Grandes Ligas. Trabajé con Brownie un poco en Triple A [el ex coach de receptores de los Yankees, Jason Brown] y continuamos cuando subí a Grandes Ligas. Yo creo que estaba mejorando en muchas cosas y me sentía bien cachando. Con el cambio de coach, comencé a trabajar esta nueva forma de tener la rodilla derecha abajo. Me sentía cómodo de tanto y tanto que lo hacía y lo trabajaba. Pero entonces mejoré en un objetivo que queríamos, pero empeoré en otra área.
Yo entiendo que el equipo está tratando de ayudarme y eso me gusta. Todas las cosas que me dicen sé que son para ver si mejoro. Pero ahora tengo que enfocarme este offseason (temporada baja) en tratar de recuperar esa forma del año pasado y poder mezclar todo lo que mejoré añadiendo la rodilla derecha, y volver a mi forma del 2019. En el 2019, yo bajé el número de passed balls y mejoré bastante. Este año fue un año de experimentación, no sólo con lo de la rodilla derecha, fueron muchas cosas, y trabajé muy duro. Algunas cosas funcionaron y otras no.
Fue un cambio grande. Yo nunca había cachado (recibido) con la rodilla derecha abajo. Yo nunca tiraba a segunda base con la rodilla derecha abajo. Pero voy a seguir trabajando con el equipo y con los coaches para ver qué funcionó y qué no para ser la mejor versión de mí mismo; seguimos trabajando.
¿No tuviste suficientes juegos o tiempo regular de práctica?
Quizás. Creo que sí pudo haber sido falta de práctica. Tanner y yo hemos hablado mucho y creo que no tuvimos ni la oportunidad ni el tiempo. Él tiene muchas ideas y nunca pudimos trabajarlas lo suficiente. No hubo tiempo. Y fue una temporada difícil. No tuvimos el spring training que teníamos que tener. Hubo muchas cosas incómodas. Y no estoy poniendo excusas. Pero creo que no puedes juzgar a alguien por 40 juegos.
Hemos estado hablando bien positivamente de cómo puedo volver a mi forma del año 2019. Yo sé que él me puede ayudar a mejorar. Él me dijo que sí, que él me podía ayudar, que estaba abierto en ayudarme en todo lo que yo le diga y también en seguir mejorando con la rodilla derecha abajo. Nos hemos mantenido en contacto y sé que cuando me toque empezar a trabajar en defensa en el offseason él siempre me va a ayudar. Todo el mundo sabe lo difícil que son los pitchers de nosotros, pero también yo me he acostumbrado. Tú te acostumbras a catcharle. No te voy a decir que es fácil hacerle framing a [Aroldis] Chapman, a [Zack] Britton con esos sinkers. No es fácil. Pero es mi trabajo hacer lo mejor que pueda.
¿Cuánto afectaron los desafíos de esta temporada acortada por la pandemia tu preparación y desempeño en el terreno?
Yo me mantuve entrenando desde que pararon los juegos en spring training y se retrasó la temporada. Yo me mantuve trabajando fuerte siempre, pero nunca sabía cuándo íbamos a jugar. Trabajaba y trabajas. Quizás trabajé más de la cuenta. Uno estaba trabajando sin saber el día que empezaba. Y cuando dijeron, eso fue todo rápido, 'ya se tienen que ir en una par días para New York'. Y fue un poco complicado porque había muchas cosas con las que nosotros no estábamos acostumbrados hacer nada de eso. Fue una temporada muy complicada.
Hay mucha crítica en redes sociales entre los fanáticos de los Yankees e incluso algunos miembros de la prensa de que eres un jugador "vago". ¿Qué tienes que decir sobre eso?
Yo no comprendo. Yo siempre estoy forzado trabajando. Los fanáticos de los Yankees son muy buenos y al mismo tiempo muy exigentes. Si estás bateando bien, los fanáticos te aman, hacen lo que sea por ti. Pero cuando tú no le estás yendo bien, ellos te agarran y ya tú sabes. Te dicen de todo. A veces es difícil no tener un mensajito de aliento. Pero ellos son los fanáticos de los Yankees y lo único que importa son los resultados. Y a mí me gusta eso, que tengan muchas expectativas. Un día me va mal en un juego y al otro día yo soy el héroe del juego. Pero creo que a veces hay que entender que este juego es un juego que uno va a fallar más de lo que va a batear. No comprendo esa crítica. Los resultados no se dieron, pero no fue por falta de trabajo. Nunca lo ha sido.
¿Qué tienes que decir sobre los rumores de cambio como resultado de la decepción de los fanáticos?
Yo no tengo nada que decir. Hay que demostrar con acciones. Cuando llegue el 2021, que yo esté haciendo mi trabajo, eso es lo que va a hablar por mí. Todo el mundo va a tener una opinión diferente. A mí lo único que me importa es ganar un campeonato. Yo lo que tengo que hacer es mejorar, seguir trabajando.
No sería justo juzgarme sólo por 2020. El equipo de los Yankees es un rompecabezas. Yo soy una pieza. Yo pertenezco a este equipo y estoy muy orgulloso de ponerme el uniforme todos los días. Yo estoy readypara jugar todos los días. Y yo no tengo control de lo que esté diciendo la gente, de lo que vaya a pasar conmigo. Yo no controlo nada de eso. Yo nada más controlo lo que yo pueda hacer. Ahora mismo yo soy un pelotero de los Yankees de Nueva York y ese es mi equipo. Yo no me puedo pensar que están diciendo esto, que van hacer lo otro. Yo me enfoco en eso.
¿Es decepcionante no recibirle al as de los Yankees, Gerrit Cole?
Cuando le caché (recibí) la última vez le dieron unas cuantas carreras, unos cuantos jonrones. Después de ahí yo no le recibí. Al principio pensaba que me estaban dando días libres. La próxima vez yo tenía como un día o dos días que había cachado, estaba bien, y veo que no estoy cachando. Ahí en mi mente me dije, 'Ya yo no le voy a cachar.' Pero mí nadie me dijo nada. A mí no me gusta forma pleitos. Yo me quedé tranquilo, porque si él elige alguien, él sabe lo que hace. Pero como dije antes, creo que me podrían haber explicado 'Mira, esto es lo que está pasando'. Y uno como hombre lo entiende.
¿Te gustaría recibirle a Cole con regularidad?
A mí me gusta ser el cátcher de todos los pitchers. A todos. Si soy el cátcher de un solo pitcher voy a jugar un solo día nada más. Yo quiero jugar todos los días.
¿Estás diciendo entonces que este año tan caótico fue una aberración?
No era yo. Lo del 2020, ese no era yo. Fue un año malo. Y no fue un año, fueron 60 días. Manny Ramírez me dijo una vez que los peloteros como nosotros hacemos el año en dos meses. Pero yo no voy a poner excusas. Ahora hay que esperar el año que viene.
Ahora me toca escuchar todas las cosas negativas, todo lo que diga todo el mundo, porque en verdad yo bateé como un mal pelotero. No hice nada. Por eso es que me toca escuchar todo lo que diga todo el mundo. Que digan lo que quieran que me lo merezco. Eso me hace mejor y más fuerte.
¿Qué tiene que hacer Gary Sánchez para volver a ser uno de los bateadores más peligrosos en Grandes Ligas, y no el que se ponchó el 40 por ciento de las veces en 2020?
Que se enfoquen en el 2021. Los numeritos de todo el mundo están en cero, todo el mundo piensa hacer lo de uno. Yo pasé algo similar en 2018, lastimado todo el año, y hubo tanta crítica y el año pasado vine y tuve uno de los mejores años de mi carrera.
¿Con quién hablas de bateo? ¿Quién es la persona que más te ayuda?
Yo hablo mucho con [el coach de bateo] Marcus Thames y con otros coaches. Ellos me ayudan bastante, pero [el coach de práctica de bateo] Danilo [Valiente] es uno de mis consejeros que no estuvo este año ahí, que no pudo por el COVID-19.
Danilo me conoce desde hace mucho y hablamos y trabajamos mucho en el cage. Cada vez que yo tenía un turno malo yo podía sentarme. Como él siempre estaba en el cage, yo cogía para el cage y hablábamos y me ayudaba a hacer ajustes. Él me decía, 'oye, vamos a hacer un plan'. Me hizo falta este año. Cuando estamos en el juego, Marcus y los demás entrenadores están enfocados en el juego, no en mí solo. Pero Danilo está siempre en el cage (jaula). Está tirando 'soft toss' o está tirando práctica de bateo o poniéndole la maquina a cualquiera que vaya y cuando él no está haciendo nada yo me siento siempre al lado de él y empezamos a hablar. Él me recuerda cosas que hablo con Marcus y uno abre los ojos. Me gusta mucho hablar con él.
¿Sientes que no tuviste suficiente tiempo para hacer esos ajustes este año?
Bueno, yo tuve lo suficiente para poder hacer mis ajustes, pero lamentablemente parece que el tiempo quizás no me dio o no lo pude hacer. Al final ya yo estaba viendo la bola mejor. Ya no estaba haciendo tantos swings en blanco. Estaba con más contacto. Ya me sentía con más confianza, más de todo. A veces uno pierde todo. Cuando uno está en un slump malo uno, a veces se les van las cosas, uno pierde muchas cosas. Entonces a lo último yo me sentía que sí yo podía ayudar al equipo. Que lo podía ayudar en todo.
Cuando empezaste a sentirte mejor en el plato al final de la temporada, ¿qué ajustes hiciste?
Estaba pensando en darle duro por el jardín derecho. Eso me ayudó a no hacerle swing a todos esos sliders que me tiraban allá afuera de la zona. Ya a lo último ya no le estaba haciendo swing a esos pitcheos rompientes que me tiraban lejos. Ya a lo último to estaba cogiendo mi base por bola. Estaba viendo mejor la zona de strike.
Jugar a la pelota de invierno se trataba más de un trabajo extra que de cualquier ajuste mecánico. Hay ciertos ajustes más pequeños que hice, que pensé que estaban funcionando incluso al final de la temporada 2020, pero ese no es el propósito de que yo esté aquí. Tuve muy pocos turnos al bate esta temporada, así que pensé que era importante poder recuperar algunos de esos AB perdidos y continuar obteniendo las repeticiones que necesito. La Liga Dominicana es, obviamente, una liga de alto calibre, por lo que poder no solo obtener esas repeticiones sino hacerlo en un entorno desafiante es genial.
¿Por qué tomaste la decisión de jugar en la República Dominicana este invierno?
Lo hice para así tener más turnos en el plato más que para hacer algún ajuste mecánico. Hice pequeños ajustes, que ya estaban funcionando al final de la temporada, pero no es por eso que yo estoy aquí. Tuve muy pocos turnos esta temporada, así que pienso que es importante para ayudarme a recuperar algunos de esos turnos que me perdí, y tener más repeticiones. Y obviamente, la Liga Dominicana es muy dura, así que es muy bueno para mí tener turnos en un ambiente tan competitivo.