El mal inicio de los “Bombarderos del Bronx” en la temporada ha causado la desesperación de sus fanáticos, quienes desde ya piden el despido de Aaron Boone, pero múltiples razones, más allá del lento inicio, se han unido para crear la sensación de impaciencia que rodea al equipo
New York Yankees está en medio de uno de sus peores arranques de las últimas tres décadas, al ubicarse en el sótano de la división este de la Liga Americana. Debemos remontarnos a 1997 para encontrar la última vez que el conjunto neoyorquino tuvo tan mal arranque (aunque terminó ganando 96 juegos, lo cual es una buena señal).
A raíz de esto, ya se han visto episodios de desesperación entre los fanáticos, lanzando pelotas al terreno de juego durante el pasado fin de semana o pidiendo la cabeza del dirigente del equipo, Aaron Boone, quien, a pesar de darle buenos resultados al equipo desde que fue elegido para la posición (241 ganados y 158 perdidos), no ha logrado romper la sequía de series mundiales del equipo.
Ciertamente, nadie espera que los Yankees continúen atravesando por tan mal momento. Siendo, en términos generales, la peor ofensiva de la Liga Americana (y una de las peores de MLB) con un promedio de bateo colectivo de .210, un porcentaje de embasarse (OBP) de .296 y un slugging (SLG) de .346, así como solo 16 cuadrangulares y 52 vueltas remolcadas, el conjunto no ha ofrecido mucha ayuda a sus lanzadores, quienes han realizado una labor decente, a excepción de casi todos los abridores.
Salvo la honrosa excepción que representa Gerrit Cole, la rotación abridora de los Yankees tiene una efectividad de 7.54 entre cinco lanzadores que han trabajado 11 partidos (47.2 entradas). Y ni hablar de la defensa, que en el mejor de los casos ha sido “regular”, marcando de manera negativa en múltiples estadísticas de nueva generación, siendo número diez en errores cometidos en al Liga Americana y número veintitrés en eficiencia defensiva en todas las Grandes Ligas.
En resumidas cuentas, no solo se trata de un mal inicio en la tabla de posiciones, sino de múltiples elementos que se han conjugado en otra temporada donde las expectativas para los Yankees son sumamente altas.
Sin embargo, además del récord de cinco victorias y diez derrotas, la impaciencia llega por la falta de espíritu que han mostrado los Yankees, por la sequía de casi doce años sin llegar a la Serie Mundial, a pesar de haber caído tan cerca en múltiples ocasiones. Los fanáticos de los “Bombarderos del Bronx” están agotados y no solo se trata de 2021, sino de las frustraciones que han tenido con su conjunto por años.
Pedir que se despida a Aaron Boone puede parecer excesivo luego de tan solo quince partidos, pero el contexto importa mucho en esta situación. El equipo más ganador de las Grandes Ligas no está viviendo al nivel de los estándares propios que se ha establecido.
Serie Mundial o fracaso, no quedan otras opciones para New York Yankees.