ATLANTA -- El supersónico dominicano Arodys Vizcaíno aún no se ha establecido como uno de los cerradores estelares de todo el béisbol.
Pero al menos este domingo demostró que le sobra valor en la situación más comprometedora en que se ha visto, pues de su brazo colgaban las esperanzas de todo su equipo.
Con ventaja de una carrera, 6-5 en el inicio del noveno episodio, Vizcaíno aceptó imparable de Joc Pederson y transfirió a Justin Turner, para poner en bases sin outs las potenciales carreras del empate y la ventaja de Dodgers de Los Ángeles en el tercer juego de la serie divisional ante los Bravos de Atlanta.
Pero ponchó en fila a los peligrosísimos Max Muncy, Manny Machado y Brian Dozier, para conseguir un salvamento de leyenda, tal vez el más importante de su carrera.
''Sí, pongámoslo así, el más importante, por la situación en que ocurrió. Si perdíamos hoy quedábamos eliminados, así que tuve que enfocarme después de embasar a los dos primeros hombres, para poder sacar los outs''.
Las cosas se pusieron más complicadas cuando Machado abanicó con un envío fuera de la zona que no pudo capturar el receptor Kurt Suzuki, lo cual permitió el avance de los corredores a tercera y segunda.
''Sí, ahí la cosa se puso más difícil, pero al mismo tiempo más fácil, porque ya había entonces dos outs y solamente tenía que enfocarme en el bateador'', explicó.
''Ahora vamos al próximo juego, donde tampoco hay mañana, pero este es un equipo joven, con muchos deseos de jugar duro siempre a la pelota y a no darnos por vencido, aunque los Dodgers sean los favoritos'', sentenció el dominicano, quien en seis campañas acumula 49 salvamentos, 16 de ellos en el 2018.